Durante más de ocho meses de este año del Señor 2006, fueron celebradas en cada una de las 25 parroquias de esta provincia-diócesis de Pinar del Río, las Jornadas del Padre Varela, que por iniciativa del Sr. Obispo, José Siro González Bacallao, han concluido con gran participación con un Solemne Triduo en la Iglesia Catedral de Vueltabajo.
Como se había anunciado y programado en un Consejo Pastoral Diocesano, esta misión tenía como objetivos: dar a conocer la vida, obras y virtudes heroicas del Padre Félix Varela y Morales, con el fin de contribuir al proceso de beatificación y canonización del Fundador de la Cultura y la Nacionalidad cubanas, de quien ya Martí había dicho que era “el santo cubano”. Se han repartido en estas Jornadas más de 10 mil biografías del insigne sacerdote y miles de estampas con su imagen y la oración que la Iglesia ha aprobado para rogar por su intercesión.
En esta larga y verdadera misión evangelizadora, se proyectó en la mayoría de las Parroquias un documental cubano-brasileño sobre la vida del Siervo de Dios, en algunas parroquias se celebraron veladas culturales y en otras de oración y en todas se culminó la misión con la Misa dominical presidida por el Sr. Obispo, terminada la cual se presentó en todas las comunidades un panel formado por tres laicos comprometidos en la obra apostólica del Centro Cívico, escogidos por el Obispo para acompañarlo en estas Jornadas diocesanas: la Srta. María Caridad Gálvez Chiú, Responsable del Grupo de Economistas del CFCR y miembro del Consejo de Redacción de Vitral; el Sr. Virgilio Toledo López, Presidente del Consejo Diocesano de Laicos y diseñador de Vitral; y el Sr. Dagoberto Valdés, Director del CFCR y de Vitral.
En vísperas del Natalicio del Padre Varela concluyó esta misión con el triduo en la Catedral los días 17, 18 y 19 de noviembre de 2006. El viernes 17 se proyectó y debatió el documental mencionado. El sábado 18 se celebró una bella y emotiva noche cubana con una Velada cultural en la que primeramente se escucharon las palabras del Padre Juan Carlos Carballo, párroco encargado de la Catedral y seguidamente se presentaron tres libros premiados en el Concurso Vitral 2006:
- Un ensueño en mi regazo de María del Carmen Pino, de La Coloma, Premio literatura infantil y Gran Premio, que fue presentado por el Sr. Benigno Horta Hermida.
- Donde aniden mis mareas de Manuel Alberto García, de Trinidad, Premio Poesía 2006, que fue presentado por el poeta y editor pinareño José Raúl Fraguela.
- Tres pelícanos de tela, una historia de Cuba en espinelas, de Belisario Carlos Pi Lago, de La Palma, Premio de Décima, que fuera presentado por el M.Sc Rafael Bernal Castellanos.
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Premiados y presentadores, de izquierda a derecha
Benigno Horta, María del Carmen Pino, Belisario Carlos Pi,
Rafael Bernal, José Raúl Fraguela y Manuel Alberto García. |
Los demás libros ya editados e impresos serán presentados en las fechas en que sus autores puedan venir a Pinar del Río.
Luego de las palabras de cada uno de los presentadores y autores, disfrutamos de un recital de obras del repertorio cubano interpretadas magistralmente por los profesores del Aula de Música del CFCR, Elier Mesa y Akemis Dávila, junto al pianista acompañante Jasiel Salgas Díaz, y a continuación otras obras cubanas con el virtuosismo a que nos tiene acostumbrados el tenor Félix Alberto Bernal y el Grupo Ágape.
Para clausurar la Velada tomó la palabra Monseñor Siro quien expresó que el Padre Varela debe sentirse orgulloso de estos cubanos y cubanas que hacen hoy, en cierta medida, lo que el fundó de manera heroica.
La noche de velada se alargó compartiendo un vino o cócteles cubanos en el campus de la Catedral.
El domingo 19, vísperas del Nacimiento del Padre y 95 aniversario del traslado de sus restos desde La Florida hasta el Aula Magna de la Universidad de La Habana, fue una mañana llena de solemnidad, patriotismo y piedad. Al filo de las 10 de la mañana, comenzó la Misa presidida por el Obispo y concelebrada por los sacerdotes de la Ciudad. El Grupo Resurrextio, junto al Coro de la Catedral, animaron la liturgia eucarística trayendo a las naves repletas de la Catedral pinareña la Misa en latín de Esteban Salas, por todos conocido por el Padre de la Música Sacra en Cuba, ninguna mejor síntesis con las enseñanzas de Varela y para la cultura cubana que este fundó.
El Sr. Obispo pronunció una profunda y sabia homilía que publicamos en nuestra sección de eclesiales. En el momento del ofertorio, junto al pan y el vino para consagrar, se presentaron un cirio pascual signo de la luz de Cristo resucitado que siempre iluminó la vida y obras del Padre Varela; y una bellísima ofrenda floral que representaba un gran corazón en cuyo centro aparecían una cruz blanca y una bandera cubana formadas con flores. En la cinta se podía leer: “Al Padre Varela, que nos enseñó a unir en un solo corazón el amor a Cristo y el amor a Cuba”.
Terminada la Eucaristía en la que estaban presentes el Padre Ricardo, sacerdote ortodoxo y cuatro esposas de presos de conciencia en representación de las Damas de Blanco, Premio Sajarov que acudieron a rogar al Padre Varela por sus familiares, se presentó el panel como en las demás parroquias y para terminar pasado ya el mediodía todos los presentes nos dirigimos al jardín de la Catedral para depositar allí la ofrenda floral que fue colocada por los tres laicos que acompañaron al Obispo en esta misión diocesana. El prelado expresó a los pies de la bella estatua de mármol, que parecía sonreír, que allí solo se podían decir dos cosas: ¡Viva el Padre Varela! y ¡Viva Cuba!, exclamaciones que repitieron emocionados todos los presentes, algunos de los cuales todavía permanecieron junto a la imagen del Padre, para rezar, depositar flores y hacerse fotografías.
Ojalá que esta iniciativa de traer flores al Padre, flores bellamente arregladas y también, sencillas florecitas del jardín familiar, venir a rezar y a hacerse fotos en los principales momentos de nuestra vida, bautismo, primeras comuniones, confirmaciones, bodas, funerales, etc., se arraigue como un firme tradición no solo de los cristianos sino de todos los pinareños y visitantes que, cada 20 de noviembre y 25 de febrero, y cada vez que necesiten pedir algo al Padre, peregrinen hasta este sitio en que la Religión y la Patria se encarnan en la imagen de santidad del Primero de Todos los Cubanos. Cultivar esta tradición sería un bello fruto de esta misión.
Allí queda, elocuente y cuestionante para los transeúntes, aquel expresivo corazón florido que une, con fuertes latidos de fe y patriotismo, el amor a Cristo y el amor a Cuba. Queda como recuerdo perenne para todos los pinareños que por allí pasen de que esa es la única “fórmula del amor triunfante” como diría José Martí: “Con todos y por el bien de todos”.
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Premiados y presentadores, de izquierda a derecha
Benigno Horta, María del Carmen Pino, Belisario Carlos Pi,
Rafael Bernal, José Raúl Fraguela y Manuel Alberto García. |