Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006


NOTICIAS

 

 

 

20 añosdel ENEC.

Crece el comercio entre Cuba y Estados Unidos.

Primera Encíclica del Papa Benedicto XVI

Presentación del libro "Nuestra Señora de Consolación, la alborada de la Iglesia en Vueltabajo", del Padre Joaquín Gaiga.

El cardenal de Baltimore y el Coro de Niños de la Catedral de Dresde en la fiesta de San Rosendo, patrono de Pinar del Río.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


20 añosdel ENEC
“Construimos juntos el mañana”

Con el lema de: “Iglesia sin fronteras solidaria en el amor” de telón de fondo, con la riqueza de las experiencias vividas a lo largo de todo el proceso de la Reflexión Eclesial Cubana (R.E.C.), con todo lo emanado del Encuentro Nacional Eclesial Cubano (E.N.E.C.) y con el compromiso de trabajar por la Iglesia y por Cuba, nos quedamos los cubanos que vivimos los años 1982 y 1986 y clausurábamos este encuentro el 23 de Febrero de 1986 en la Catedral de San Cristóbal de La Habana.
Junto con todo el magisterio y el modelo de ser Iglesia que nos presentaba el ENEC quedaban por delante líneas de acción y prioridades pastorales que constituían y constituyen hoy para los católicos cubanos todo un proyecto de trabajo. La principal tarea es mantener vivo el espíritu del ENEC, “si mantenemos vivo ese espíritu es ahora cuando deben producirse los cambios renovadores bajo la acción del Espíritu Santo “que hace nuevas todas las cosas” (Instrucción Pastoral de los Obispos, n.15)
Hoy veinte años después se reúne nuevamente la iglesia cubana para conmemorar aquel encuentro y lanzar el nuevo Plan Global de Pastoral 2006-2010 animados por el lema: Construimos juntos el mañana
La Casa Sacerdotal San Juan María Vianney de la arquidiócesis de La Habana, entre los días 15 y el 18 de febrero le dio la acogida nuevamente a 169 delegados venidos de las once diócesis de Cuba, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, invitados cubanos y extranjeros, todos con un mismo sentir, ser fieles a Cristo y a Cuba.
El encuentro comenzó la noche del miércoles 15. El discurso inaugural estuvo a cargo del Sr. Card. Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana. Luego el Sr. Gustavo Andujar presentó el programa que animaría nuestro trabajo durante esos cuatro días. Fue además una noche de regalos, el primero, la presentación de la última edición del Documento Final del ENEC, a cargo del P. Miguel Romero, s.j., quien trabaja para la editora mexicana Buena Prensa; el segundo fue la oportunidad de disfrutar de la proyección del documental: Félix Varela: un santo cubano, el primero que nos enseñó a pensar, su infancia, adolescencia, vida en el seminario, su labor educativa y como delegado a las Cortes españolas, hasta su vida en el exilio y su muerte “lo más cerca que pudo de la patria”
La mañana del segundo día se inició con la eucaristía presidida por el Sr. Card. Renato Raffaele Martino, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz y enviado de su Santidad Benedicto XVI para este encuentro. Sus palabras fueron muy alentadoras y el mensaje enviado por el Papa Benedicto XVI a la iglesia cubana en la persona de los participantes fueron un motivo de alegría.
Ya al final de la mañana el P. José Félix Pérez, Secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), dictó una conferencia titulada: “Como irrumpe el ENEC. Génesis e Historia” donde trató de cómo aquella idea de Mons. Azcárate de tener un “Pueblita cubano” animó y contagió a todos. Se refirió a la situación de la Iglesia que preparó y celebró el encuentro eclesial del año 1986, sus penurias, su constancia, la vida de las comunidades, sus celebraciones, la vida de sus fieles y del pueblo, el proceso de las diferentes reuniones de la COCC, las asambleas parroquiales, diocesanas y encuentros nacionales que fueron preparando el ENEC hasta terminar con las prioridades de ser una Iglesia misionera, una Iglesia orante y una Iglesia encarnada. Al final de su intervención nos animó a aplicar aquel espíritu y programa a las circunstancias actuales.
En la tarde de ese primer día fue el P. Jesús Espeja o.p. quien magistralmente nos presentó la conferencia: “Eclesiología del ENEC”, la que nos aportó muchas luces sobre el modelo de Iglesia que presentaba el ENEC, tal vez porque estamos más acostumbrados a ver del mismo más sus líneas de acción y prioridades pastorales. El P. Espeja puntualizó que el ENEC no pretendió presentar una eclesiología nueva sino insistir en ser fiel a Cristo y servir al pueblo. Nos invitó a que vivamos conciliarmente lo que es lo mismo que compartir la vida, estar cercanos al pueblo. Insistió en la misión reconciliadora de la Iglesia y lo que significa la presencia pública de la Iglesia en la sociedad, el contar con los espacios necesarios y el derecho a participar en la vida pública. Nos insiste que debemos desterrar de nuestra vida religiosa el reduccionismo y la privatización de la fe.
A continuación fue Mons. Dionisio García quien nos dictó la conferencia: Concepción y diseño pastoral a partir del ENEC quien resaltó que este encuentro de la Iglesia cubana “no constituyó una camisa de fuerza, ni un plan de trabajo, ni una agenda a cumplir…Es un camino amplio, abierto a nuevas iniciativas”.
El colofón de la tarde estuvo a cargo del Card. Martino quien nos presentó el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, fruto del trabajo de muchos años y a disposición de toda la iglesia universal. Este Compendio constituye “un instrumento para el discernimiento moral y pastoral de la realidad, como una guía, como un subsidio como una ocasión de diálogo con todos los que desean sinceramente el bien del hombre” (n. 10).
El viernes 17 comenzó con la Eucaristía Presidida por Mons. Alberto Giraldo Jaramillo, Arzobispo de Medellín. La jornada de trabajo en la mañana abarcó dos conferencias, la primera por el Sr. Card. Martino titulada: Retos de la Iglesia en el mundo actual en la cual nos presentó los principales desafíos para la iglesia hoy, el desafío crucial de la vida amenazada desde sus inicios hasta el final, el desafío de la alimentación de tantos que viven carentes de lo más esencial para su sustento y la responsabilidad de todos de velar por el destino universal de los bienes que hay sobre la tierra; el desafío de la paz, sólo el Evangelio de la paz puede “sensibilizar los ánimos hacia la justicia, abrir los corazones hacia el amor y la solidaridad y hacer que todos trabajen por construir la auténtica paz”. El desafío de la libertad humana todavía no reconocido adecuadamente por muchos Estados y dentro de él el derecho a la libertad religiosa. El desafío de la cultura actual marcada por el subjetivismo que desemboca en el individualismo y el relativismo. También insistió en la prioridad pastoral de la Iglesia en favor del diálogo. Al final de la mañana fue Mons. Emilio Aranguren quien se encargó de presentarnos la conferencia El camino recorrido por la Iglesia en Cuba a 20 años del ENEC quien evaluó el quehacer de la Iglesia cubana en cuanto a la organización de sus estructuras, la relación con las iglesias hermanas, la formación, la misión, la promoción humana, los diferentes documentos episcopales emanados durante estos años, los nuevos espacios en la expresión de la fe de nuestras comunidades. También nos presentó los nuevos desafíos: el caminar hacia el cultivo de una espiritualidad más profunda, integral, encarnada y contemplativa; el fortalecimiento de la misión, la atención a la familia, el acompañamiento del laicado y de los jóvenes, el lanzar una pastoral más creativa, entre otros.

Delegados del XX aniversario del ENEC durante la prentación
del Compendio dela Doctrina Social de la Iglesia por
el cardenal Renato Martino. Foto: Laura María Fernández.


La sesiones de trabajo continuaron en la tarde con la presentación del Plan Global de Pastoral 2006-2010 en un panel constituido por el P. Jorge Cela s.j., la Srta. Rita Petrirena, Mons. Emilio Aranguren y el Diácono Juan Carlos Urquijo. Este plan aparece “después de un proceso de investigación socio-religiosa y un análisis interpretado desde la fe, y en sintonía con los retos pastorales”. Los retos prioritarios que presenta son: la espiritualidad laical, la identidad laical (poniendo el acento en los jóvenes y la familia) y la misión evangelizadora.
El sábado en la mañana fue nuestra última jornada y tuvo como centro la Eucaristía en La Catedral presidida por el Card. Jaime Ortega y concelebrada por todos los obispos, sacerdotes y laicos participantes en el encuentro, invitados y de las diferentes comunidades.
Tanto o más importantes fueron en estos días, el reencuentro con los amigos, el intercambio de experiencias, el rememorar sucesos vividos durante la realización del ENEC y durante estos veinte años, las reacciones a las ponencias presentadas, los debates de pasillo, los saludos intercambiados, todo en un ambiente de respeto y amor hacia la Iglesia y el pueblo cubanos. Así concluyó el encuentro conmemorativo a los veinte años del ENEC, depende de todos nosotros que sea más que un recuerdo un compromiso, ahora queda por delante poner en marcha en nuestras comunidades este plan global. Tengamos siempre presente el lema: Construimos juntos el mañana y pongamos nuestros esfuerzos por llevar adelante este Plan Global con la confianza puesta en Nuestra Madre de la Caridad del Cobre /María del Carmen Gort Enríquez

Crece el comercio entre Cuba
y Estados Unidos

La Habana compró a EE UU alimentos por 541 millones
de dólares en 2005. El crecimiento de las ventas
fue de un 12 por ciento con respecto a 2004

AFP/ La Habana, miércoles 18 de enero de 2006.
Las compras de alimentos del gobierno cubano a Estados Unidos crecieron un 12 por ciento (66, 7 millones de dólares) en 2005 respecto de 2004, y totalizan 1. 757, 2 millones de dólares desde 2001, según un informe divulgado por la empresa Alimport.
La Habana compró a Estados Unidos en 2001 -cuando fueron autorizadas las ventas por el Departamento del Tesoro- un total de 28. 200 toneladas de alimentos por valor de 4, 4 millones de dólares, pero la cifra aumentó progresivamente hasta alcanzar en 2005 un total de 1. 816, 2 toneladas (540, 8 millones de dólares), precisó.
En 2004, las importaciones fueron de 1.634, 7 toneladas por un valor de 474, 1 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de un 12 por ciento en 2005, según el balance.
El documento fue divulgado durante la firma de un compromiso de compra de 700.000 toneladas de maíz entre Alimport y el Consejo de Granos de Estados Unidos, una entidad que agrupa a unas 40 asociaciones agroindustriales de los estados de Iowa, Nebraska, Illinois, Kansas y Dakota del Norte.
“Estos empresarios trabajan muy seriamente por la libertad de comercio y los viajes con Cuba (...) y están muy interesados en aumentar” el intercambio, señaló el presidente de Alimport, Pedro Álvarez, al firmar el acuerdo junto con el director del Consejo de Granos de Estados Unidos, Davis Anderson.
Anderson destacó por su parte que la organización que preside “aboga por un comercio abierto y equitativo con todos los países del mundo y las relaciones con Alimport son muy importantes para materializar ese objetivo”, acotó.
Según Álvarez, el gobierno de la Isla “ha comprado en Estados Unidos 2 millones de toneladas de maíz” desde 2001, y “podría incluso adquirir hasta 1,5 millones de toneladas en un año, si no existieran las restricciones” que impone Washington al comercio bilateral.
El director de Alimport se refería a las nuevas regulaciones adoptadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), adscrita al Tesoro, que dispuso en febrero de 2005 el pago en efectivo y por adelantado de las importaciones cubanas, lo que significa antes del embarque de las mercaderías.
Según cifras oficiales cubanas, sólo las ventas de arroz de Estados Unidos a La Habana cayeron un 50 por ciento en volumen y un 60 por ciento en valor en 2005, debido a esas restricciones.
De acuerdo con el informe de Alimport, desde 2001 el gobierno de Fidel Castro logró concretar operaciones comerciales con 159 compañías -de ellas 157 estadounidenses y dos filiales francesas de empresas norteamericanas- en 35 estados de Estados Unidos, y se realizaron 664 viajes a Cuba, el 71 por ciento del total por navieras de ese país.
Entre los principales productos importados desde Estados Unidos figuran el maíz (2 millones de toneladas), el trigo (1, 7 millones), el arroz (656. 000 t), el frijol de soja (434.000 t), la harina de soja (600. 000 t) y el pollo (372. 000 t).

Primera Encíclica del Papa Benedicto XVI:
El cristianismo no reprime el amor, lo eleva

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 25 enero 2006 (ZENIT.org).-  En el noveno mes de su pontificado, Benedicto XVI ha dado a luz su primera Encíclica dedicada a mostrar cómo el cristianismo no reprime el amor, sino que lo eleva.
Deus caritas est («Dios es amor») responde a una de las objeciones más comunes presentadas a la Iglesia. «Con sus preceptos y prohibiciones —se pregunta el Papa—, ¿no convierte acaso en amargo lo más hermoso de la vida?».
La Encíclica responde a la pregunta articulándose en dos partes: la primera reflexiona sobre el amor en sus diferentes manifestaciones y en su origen, Dios; la segunda, afronta la manera en que la Iglesia, como institución, debe vivir el mandamiento del amor.

La persona «objeto»
El Papa comienza aclarando una confusión generalizada, según la cual, la Iglesia condenaría el «eros» (el amor de atracción) para aceptar únicamente el «ágape» (amor de entrega desinteresada).
«Hoy se reprocha a veces al cristianismo del pasado haber sido adversario de la corporeidad y, de hecho, siempre se han dado tendencias de este tipo», reconoce en el número 5.
Ahora bien, esta confusión se da cuando se concibe «el “eros”, degradado a puro “sexo”». En ese caso, «se convierte en mercancía, en simple “objeto” que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía».
Según el Papa, esta concepción del amor implica «una degradación del cuerpo humano, que ya no está integrado en el conjunto de la libertad de nuestra existencia, ni es expresión viva de la totalidad de nuestro ser, sino que es relegado a lo puramente biológico».

Cuerpo y alma
«La fe cristiana —ilustra—, por el contrario, ha considerado siempre al hombre como uno en cuerpo y alma, en el cual espíritu y materia se compenetran recíprocamente, adquiriendo ambos, precisamente así, una nueva nobleza».
Ciertamente, insiste la encíclica, «el “eros” quiere remontarnos “en éxtasis” hacia lo divino, llevarnos más allá de nosotros mismos, pero precisamente por eso necesita seguir un camino de ascesis, renuncia, purificación y recuperación».
El desarrollo del amor «hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza», explica, conlleva el que «aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido: en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—, y en el sentido del “para siempre”».
De este modo, constata, «el “eros” orienta al hombre hacia el matrimonio, un vínculo marcado por su carácter único y definitivo; así, y sólo así, se realiza su destino íntimo».
El texto reconoce que «el amor es “éxtasis”, pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios».
Cristo, modelo del amor «más radical»
El ejemplo «más radical» de este amor, según el sucesor de Pedro, es Cristo en la cruz, cuando Dios «se pone contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo».
«Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad —recalca—. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar».

La sociedad tiene necesidad de amor
La segunda parte de la carta encíclica lleva por título «El ejercicio del amor por parte de la Iglesia como “comunidad de amor”».
El texto, reconoce que el amor «siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor».
«Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda —constata—. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo».
El Estado, advierte el Papa, «que quiere proveer a todo, que absorbe todo en sí mismo, se convierte en definitiva en una instancia burocrática que no puede asegurar lo más esencial que el hombre afligido —cualquier ser humano— necesita: una entrañable atención personal».
El sueño del marxismo, que «había presentado la revolución mundial y su preparación como la panacea para los problemas sociales: mediante la revolución y la consiguiente colectivización de los medios de producción» «se ha desvanecido».
«Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio».
La Iglesia es «una de estas fuerzas vivas», constata. Con su amor «no brinda a los hombres sólo ayuda material, sino también sosiego y cuidado del alma, un ayuda con frecuencia más necesaria que el sustento material».

El Papa Benedicto XVI
firmando su primera encíclica.

La actividad caritativa eclesial
En este contexto, el Papa ofrece en tres pinceladas el «el perfil específico de la actividad caritativa de la Iglesia».
En primer lugar, señala, la actividad caritativa cristiana, además de competencia profesional, exige la experiencia de un encuentro personal con Cristo, cuyo amor ha tocado el corazón del creyente, suscitando en él el amor por el prójimo.
 En segundo lugar, «la actividad caritativa cristiana ha de ser independiente de partidos e ideologías. No es un medio para transformar el mundo de manera ideológica y no está al servicio de estrategias mundanas».
El programa del cristiano —«el programa de Jesús»— «es un “corazón que ve” —indica—. Este corazón ve dónde se necesita amor y actúa en consecuencia. Obviamente, cuando la actividad caritativa es asumida por la Iglesia como iniciativa comunitaria, a la espontaneidad del individuo debe añadirse también la programación, la previsión, la colaboración con otras instituciones similares».
En tercer y último lugar, «la caridad no ha de ser un medio en función de lo que hoy se considera proselitismo. El amor es gratuito; no se practica para obtener otros objetivos». « El cristiano sabe cuándo es tiempo de hablar de Dios y cuándo es oportuno callar sobre Él, dejando que hable sólo el amor».
Como hacía también Juan Pablo II, Benedicto XVI pone en su conclusión los ejemplos de caridad dejados por los santos —en tres ocasiones cita a la beata Teresa de Calcuta— y concluye con un diálogo con la Virgen María,  quien «nos enseña qué es el amor y dónde tiene su origen, su fuerza siempre nueva».

“En la Historia queda quien pasó
haciendo el bien”

Presentación del libro Nuestra Señora de Consolación,
la alborada de la Iglesia en Vueltabajo,
del Padre Joaquín Gaiga.

 

Así dijo Mons. José Siro en sus palabras en la presentación del libro Nuestra Señora de Consolación, la alborada de la Iglesia en Vueltabajo, del P. Joaquín Gaiga, misionero italiano, párroco de San Luis.
La Presentación tuvo lugar en la iglesia de Consolación del Sur, en la noche del pasado lunes 13 de febrero, a la que asistió el Sr. Obispo Diocesano, y más de 60 consolareños, fue animada por el P. Vicente Cabrera, Párroco del lugar, y estuvieron presentes además el P. Juan Alberto Avilés, Párroco de La Caridad y de San Francisco de Asís en P. del Río, así como Dagoberto Valdés, director de Ediciones Vitral, y quien escribe esta crónica, editor del libro.
Luego de las presentaciones, el P. Gaiga hizo un breve recuento de las temáticas abordadas en el libro. Habló sobre la manera en que realizó la recopilación y ordenamiento de los datos, trabajó en la madrugada porque apenas había 8 horas de corriente, los apagones averiaron su máquina y perdió el texto escrito a la altura de la página 125 por lo que tuvo que recomenzar.
A la exposición siguieron preguntas del P. Vicente, y del Obispo a las que el historiador respondió con precisión, destacando los hechos que más le habían impresionado en la vida de esta comunidad, y realizó un balance breve de las luces y las sombras en la Evangelización en esa zona.
La velada estuvo animada por el coro parroquial, así como la cantante solista Gema Cancela Besú y el guitarrista Julio Guillermo Guerra Pozo quien interpretó, entre otras, Concierto de Aranjuez.
Luego, a las palabras del editor, siguieron las de Dagoberto Valdés, que agradeció al misionero veronés quien no solo nos ha hecho el servicio de escribir nuestra historia mientras la mayoría de nosotros duerme, sino que se empeña en servir en nuestra patria, mientras la mayoría de los cubanos quiere irse. La historia que nos presenta, dijo, nos invitan a preguntarnos si estamos haciendo hoy todo lo que podemos y debemos para edificar el Reino de Dios en nuestra realidad.
Luego el Obispo en su intervención destacó el mérito del P. Joaquín, quien atiende un gran número de comunidades en el campo con gran celo pastoral al tiempo que realiza sus investigaciones históricas. Finalmente, Mons. dio sus impresiones generales sobre el libro que se presentaba y observó cómo en la historia quedan quienes hicieron el bien, y ayudaron a construir.
En Consolación ocurrió una “alborada de la Iglesia”, porque en este pueblo la comunidad cristiana ha sido anunciadora del Evangelio de Jesucristo y protagonista de su propia Historia. Quiera Dios que al beber ahora de ésta obtengamos todos lecciones y aliento para el camino /Sergio Lázaro Cabarrouy

El cardenal de Baltimore
y el Coro de Niños de la Catedral
de Dresde en la fiesta de San Rosendo,
patrono de Pinar del Río

El pasado 1ro.de marzo, fiesta del San Rosendo, Patrono de la Ciudad y de la Diócesis de Pinar del Río, tuvo un significado y una alegría especial pues la solemne eucaristía fue presidida por el Eminentísimo señor Cardenal Henry William Keeler, arzobispo de Baltimore y Primado de la Iglesia de los Estados Unidos.
El purpurado expresó la solidaridad y el apoyo de la Iglesia de los Estados Unidos, así como su aprecio por la Iglesia y el pueblo de Cuba.
Al comenzar la Misa el Obispo de P. del Río dio la bienvenida formal al Cardenal que había tenido ya en el Obispado un encuentro con sacerdotes y con líderes laicos con los que compartió largamente sobre las obras pastorales y sociales de las respectivas iglesias.
Los fieles que colmaban la Iglesia Madre de Pinar del Río, pudieron disfrutar de un magnífico concierto de Música Religiosa ofrecido por el Coro de Niños Cantores de la Catedral de Dresde, en Alemania, dirigido por el Maestro de Capilla, el Profesor Matthias Liebich.
El P. José Bocktenk, Vicario General de la Diócesis, tradujo las palabras de agradecimiento del Profesor Liebich y presentó el último número con el que muy significativamente concluía el excelente concierto: un “Amén” que expresaba sin duda la certeza de la comunión eclesial y de la solidaridad humana que existe entre estas dos Iglesias. Una cerrada ovación acompañó a los niños cantores en su salida por la senda principal de la Catedral.
El Sr. Obispo de Pinar del Río dio las gracias a la generosidad y las gestiones del Padre Michael Bautz, misionero alemán que concluye su fructífero, abnegado e inolvidable trabajo en nuestras tierras con este broche de oro y a la Honorable Embajada de Alemania en Cuba por sus incansables gestiones para facilitar este intercambio cultural que nos enriquece a todos.

Cardenal Henry William Keeler,
dando la bendición.

 

 

Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006