Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006


ECOS

 

XIII ENCUENTRO ANUAL
DE ANIMADORES

ESTELA DE ARMAS

 

 


Un fuerte abrazo, un apretón de manos o un sonado beso son los signos que demuestran la necesidad y el regocijo del reencuentro de los animadores y demás invitados que forman ya esta familia grande que es el Centro de Formación Cívica y Religiosa aquí en Pinar del Río. Así, entre saludos, preguntas, chistes y anécdotas de las respectivas localidades, trascurre con la tarde la inscripción, mientras se reparten las carpetas con todo el material para el estudio y trabajo en el evento y se organiza el alojamiento.
Fue nuevamente la Casa Diocesana Nuestra Señora de Loreto la sede del Encuentro Anual de Animadores correspondiente al XIII aniversario los días 27, 28 y 29 de enero.
Ya en la noche y reunidos en el salón, un silencio interrumpe el murmullo de los asistentes. Con las palabras de bienvenida de nuestro Obispo, Monseñor José Siro González Bacallao, se inicia oficialmente el encuentro, su cortesía nos presentó, además, el filme Las manos del Maestro, un corto con un profundo mensaje que valió para todo el fin de semana y que seguramente quedará en la memoria por siempre como una enseñanza significativa.
Seguidamente Dagoberto Valdés, director del Centro hizo una introducción de los objetivos propuestos para esta ocasión. A continuación tocó el turno a María Caridad Gálvez Chiú, Karina, como mejor se le conoce, animó una dinámica de intercambio de experiencias fundamentada en esta inquietud: ¿Qué dificultades has confrontado personalmente como animador de tu grupo, aula, servicio o parroquia? Esta tarea estaba orientada previamente, así fue más provechosa la exposición, que comenzó con los miembros de los servicios de la Consultoría Cívica (con sedes en Pinar del Río y Candelaria), seguidos del Grupo de Computación (con aulas en las localidades de Pinar del Río y Los Palacios), el Grupo de Educadores y el Grupo de Economistas. Después los animadores parroquiales, la Escuela de Música, el grupo Ágape y el equipo de Amigos de Hogar. Animadores del CFCR que brindan servicios de formación para la Hermandad de Ayuda al Preso y sus Familiares también tuvieron un espacio para exponer como mejorar esta función. Las publicaciones Meñique, El Pensador, Vitral y Vitral Multimedia hicieron parte de su ponencia en medio de un breve apagón. Ya con iluminación cerró la dinámica el Equipo Diocesano.
Mientras todos se retiraban a descansar después de una intensa noche, comenzaba su tarea el equipo de síntesis: tres noctámbulos animadores encargados de hacer un sumario de las dificultades e imprimirlo temprano la mañana siguiente.
Antes de que el sábado conociera el sol, 7:30 para ser más exactos, ya la capilla de la Casa Diocesana tenía sus asientos ocupados para la oración de la mañana que solícitamente había preparado la Hermana Magdalena c.s.c.j. para alimento de nuestro espíritu y preparación para la jornada por comenzar. A las 8:30 desayuno, y media hora después todos esperábamos sentados en el salón por un alma llena de paz, ternura y sabiduría, tan llena que alcanzaba para darnos a todos, y tan necesitados nosotros como para dejarnos contagiar. La paz de la Hermana Carmina Reselló, religiosa del Sagrado Corazón, penetró hondamente en los presentes como obra misma del Espíritu Santo a través de un ejercicio espiritual. Carmina continuó con una lluvia de frases cortas, bíblicas en su mayoría a la par que narraba breves pasajes de su historia personal, todas sin un orden aparente pero de cavar profundo. Cumplía la Hermana el propósito de la encomienda del tema ¿Cómo no fracturarnos como personas y servir como animadores de otros viviendo en medio de un desierto espiritual y una noche oscura en Cuba hoy? al finalizar con una frase que repitió muchas veces: ¿Crees en Jesucristo? ¡Que se te note!
Pasamos el mediodía, hora de almorzar, un café y tiempo libre que se aprovecha para conversar informalmente. Cuando la inspiración conducía a nuevos temas de conversación, el sonido agudo de la campana indicaba volver al salón… y nuevamente al trabajo.

La Hermana Carmina Roselló, religiosa del Sagrado Corazón,
penetró hondamente en los presentes como obra misma
del Espíritu Santo a través de un ejercicio espiritual.


A las 2: 30 pm. tiempo difícil para escuchar y pensar, comienza la digestión a pesar sobre los párpados y estos sobre los ojos recreando un dulce sueño. Solo un maestro de la oratoria, inquieto y con un tema que enganche puede librarnos de los brazos de Morfeo. Afortunadamente apareció alguien que despertó la inquietud con un tema que fue envolviendo a todos en una discusión que ganaba cada vez más adeptos para uno y otro bando. La discusión a cada instante necesitaba mejor agudeza de las ideas y sagacidad para defenderlas, más difícil aun resultaba esperar el turno para expresarse. La sala se trasformaba en un parlamento, que tuvo su clímax en una votación. Se trataba de una dinámica que animaba Dagoberto Valdés cuya intención, además de desarrollar la capacidad de debate de los animadores, era hacer un taller con el tema ¿Qué significa concretamente en mi servicio como animador de un grupo, parroquia o servicio del Centro, ser y hacerlo de modo personalista?
Con las pilas cargadas siguió una discusión en equipos, los que debían dar continuidad a la dinámica anterior al responder cuatro preguntas relacionadas con las motivaciones de sus servicios, respeto y promoción de la persona como participante, qué hacer para desarrollar las potencialidades y carismas del participante y del animador y cómo lograr un servicio asertivo, propositivo y creativo. Seguidamente se realizó la plenaria donde cada equipo, en voz de su representante, exponía el resultado de su debate a la par de los comentarios que de manera espontánea se incorporaban.
Ya cansados y merecedores de un buen descanso nos dimos una ducha, cenamos y nos preparamos para la velada recreativa. Fue una noche de gozo con los metales de Ágape y la tremenda voz de su solista Félix Bernal. Con la sonada de cubanísimas canciones y valiosos temas internacionales la inspiración llamó a bailadores e improvisados intérpretes a formar dúos, cantar a coro y hasta pedir que le dieran una oportunidad como solista en el escenario. Se agotó la noche y la disciplina de la Casa nos llamó a dormir.
Al día siguiente, domingo y después del desayuno, la Dra. María del Carmen Gort inició la mañana con un debate sobre cómo relanzar la espiritualidad y los objetivos del Centro. Este polémico debate cumplía uno de los objetivos del evento y daba paso a un momento muy interesante que fue la breve exposición de proyectos del Centro Cívico que comenzó con la intervención del Lic. Rafael Capote, responsable del Grupo de Educadores. Capote presentó una obra ya terminada: Proyecto Educativo para Cuba. La Lic. María Caridad Gálvez responsable del Grupo de Economistas se refirió al Proyecto de pensamiento económico, que ya ha cumplido tres etapas de cinco programadas. Seguidamente el Dr. en Ciencias Técnicas Sergio Lázaro Cabarrouy, responsable del Grupo de Computación, puntualizó el Proyecto sobre la Información y Medios de Comunicación Social en el que se comenzará a trabajar próximamente. Y por último, las perspectivas para un Proyecto sobre marco legal, psicológico y familiar, las manifestó el Ing. Virgilio Toledo, responsable de la Consultoría Cívica.
Avanzada la mañana nos dimos a un receso y 20 minutos después regresamos para un trabajo en equipos. Esta vez había que dar continuación a la interrogante de la noche del viernes y pasar de las dificultades a responder ¿Qué sugieres personalmente para mejorar tu grupo, aula, servicio o parroquia y qué perspectivas te gustaría desarrollar en él? Hasta el mediodía deliberaron los equipos para comenzar un segmento muy esperado.
Presidió La Eucaristía nuestro Obispo que concelebró con el Padre Juan Carlos Carballo en la capilla de la misma Casa Diocesana para anunciarnos la Paz de Cristo y su acompañamiento en tan comprometida obra que ya tiene significativos logros. Contagiados regresamos a la plenaria, impresionó saber que fue precisamente un cúmulo de dificultades el generador de fértiles propuestas para mejorar el trabajo de cada animador, de cada grupo en su comunidad y del Centro en general. La plenaria y evaluación del encuentro conducidos por Karina y Toledo respectivamente se extendieron más allá de lo programado, las dos de la tarde y el olor a sazón reclamaban la próxima actividad.
Un fuerte abrazo, un apretón de manos o un sonado beso fue también la despedida, agregando un: no dejes de llamarme o un nos veremos pronto, mientras repletaban todos su maletín con una gruesa carpeta para estudiar y trabajar y se apresuraban a subir al transporte de regreso a casa.

 

 

Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006
Ángel Mesa Rodríguez,
(1966)
Ingeniero Mécanico. Miembro del Consejo de Redacción de la revista Vitral. Animador del CFCR.
Fotos:
Rayko.