Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006


ECOS

 

ENSEÑAR A AMAR,
ADEMÁS DE ENSEÑAR A PENSAR

SERGIO LÁZARO CABARROUY FERNÁNDEZ-FONTECHA

 

 


Enseñar a amar, además de enseñar a pensar fue una de las propuestas de S. E. Luiggi Bonazzi, a los animadores del Centro de Formación Cívica y Religiosa en su visita del pasado 2 de enero a esta institución de nuestra Diócesis. En el encuentro, que transcurrió durante la mañana, el Sr. Nuncio, acompañado por Mons. José Siro González, Obispo Diocesano y Rector del Centro, visitó primeramente la oficina del Centro, y compartió luego en la Casa Diocesana Nuestra Señora de Loreto, con medio centenar de animadores y colaboradores del Centro, quienes contaron sus experiencias, después de una breve presentación general de los servicios, grupos y publicaciones del Centro.
Motivaciones, frutos del servicio, anécdotas, y momentos importantes, más que números o métodos de trabajo, fueron los contenidos de las intervenciones de los participantes, en un intercambio en el que prevaleció la experiencia personal de servicio a la Iglesia y a la sociedad desde la fe cristiana o la inspiración altruista, ya que varios de los colaboradores o animadores del Centro no son católicos. El representante del Santo Padre por su parte escuchó, preguntó, y compartió con el resto de los participantes en un ambiente de transparencia, al tiempo que opinaba y enseñaba.
Terminado el intercambio se celebró la eucaristía, en la que concelebraron el Nuncio, el Obispo Diocesano y el Padre Juan Carlos Carballo, Párroco de la Catedral y asesor del Centro. En la homilía, el Nuncio recordó el sentido cristiano del amor que debe animar a cualquier persona o grupo que pretenda seguir las enseñanzas y el estilo de Jesucristo. En ese sentido dijo que además de enseñar a pensar, el Centro debía enseñar a las personas a amar, ampliando así la perspectiva de la formación personal, y yendo más profundamente a la esencia del ser humano. También señaló que las múltiples dificultades que aparecen para cualquier obra cristiana, tanto las que provienen de la propia comunidad, como las que vienen del resto de la sociedad, constituyen pruebas, para cuya superación es necesario abrirse al diálogo, salir de uno mismo, y aprender a ceder, para ganar en la comunión entre las diferentes partes. Terminada la misa, el ilustre visitante almorzó con los participantes en una larga mesa colocada en uno de los corredores de la casa.

La celebración de la Santa Misa, fuente y centro de la vida cristiana,
presidida por el Sr. Nuncio Luiggi Bonazzi y concelebrada por
Mons. José Siro González, Obispo de Pinar del Río y por
el P. Juan Carlos Carballo, nuevo asesor del Centro.


Fue una linda jornada de compartir eclesial entre pastores, fieles y personas de buena voluntad. Fue un regalo de Dios para esta pequeña porción de la Iglesia en Pinar del Río que quiere promover a la persona y ayudar a reconstruir la sociedad civil, aplicando la Doctrina Social de la Iglesia. Personalmente, sentí durante el encuentro muy cercano al Santo Padre a través de su Nuncio en Cuba, y muchas veces resonaron en mis oídos aquellas palabras dichas por el Papa en la plaza José Martí de La Habana, en aquella mañana también invernal, pero llena de calor humano: “Está en juego el hombre, la persona concreta. Aunque los tiempos y las circunstancias cambien, siempre hay quienes necesitan de la voz de la Iglesia para que sean reconocidas sus angustias, sus dolores y sus miserias. Los que se encuentren en estas circunstancias pueden estar seguros de que no quedarán defraudados, pues la Iglesia está con ellos y el Papa abraza con el corazón y con su palabra de aliento a todo aquel que sufre la injusticia”.

 

 

Revista Vitral No. 71 * año XII * enero-febrero de 2006
Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha
(San Diego de los Baños, 1971)
Doctor en Ciencias Técnicas. Graduado de Ingeniería en Telecomunicaciones (ISPJAE, 1994). Animador del CFCR y Responsable del Grupo de Computación. Actualmente trabaja como técnico de diseño y reparación de equipos electrónicos en la Universidad de Pinar del Río.