Revista Vitral No. 67 * año XII * mayo-junio de 2005


DE FELÍZ MEMORIA

 

QUE VENGA TU ESPÍRITU,
QUE RENUEVE LA FAZ DE LA TIERRA,
DE ESTA TIERRA

ESCRITO EXCLUSIVO PARA LA REVISTA VITRAL DE LECH WALESA

LECH WALESA

 

 

 


L
a vida y la muerte del Santo Padre Juan Pablo II es una gran catequesis para el mundo. En particular los últimos días de su peregrinación terrestre han sido como escribir una encíclica sobre el valor del sufrimiento en la vida humana, mostrar la dignidad del hombre y el misterio de la Fe. La dolencia del Santo Padre es un mensaje del amor y sacrificio por los prójimos.
No es fácil conformarnos con esa pérdida. Juan Pablo II nos ha dejado huérfanos pero ha profundizado la creencia en que El se ha marchado a la casa de Nuestro Padre y que se ha ido en paz y en la plena alegría de la Fe. Hemos heredado de Él los cimientos sobre los que debemos construir nuestras vidas. El Santo Padre nos ha enseñado cómo levantar la construcción sobre fundamentos sólidos, como una roca, no como la arena. Juan Pablo II y su enseñanza siempre han sido para nosotros como una roca y un peñón a la vez. He aquí por qué éramos capaces de efectuar las hazañas. Hoy este trabajo tiene que perdurar.

Afiche de Juan Pablo II y Lech Walesa
en la Ciudad de Gdañsk.

Sin Juan Pablo II hubiéramos vivido en una realidad diferente. Nosotros, los polacos, hubiéramos habitado en una Polonia diferente, también lo hubiéran sido Europa y el mundo entero. Sin sus palabras y sin su apoyo no hubiéramos encontrado la fuerza y la esperanza suficientes para una lucha pacífica por la libertad y la dignidad humanas.
Durante los años del socialismo en Polonia, yo logré reunir unas personas para luchar, sin embargo las siguientes sublevaciones fracasaron, se ahogaron en sangre. Y entonces aconteció algo increíble. Un polaco fue elegido Papa. Con eso renació nuestro orgullo nacional abatido en aquel momento por las autoridades. En los encuentros con el Papa durante su primera visita a Polonia vimos millones de personas ansiosas por la Libertad. Lo vio también todo el Mundo.
Las palabras: “Qué venga Tu Espíritu y renueve la faz de la Tierra, de esta Tierra” sabíamos trasformarlas en vida y hacerlas realidad. Llegó el tiempo en que empezó a despertarse la conciencia y se reanimaba la voluntad de actuar.Tanto como en aquel entonces las palabras del Santo Padre iniciaron la reacción en cadena, cuando en el año 1980 en Gdañsk (Danzig) tuvo lugar las protestas de “Solidarnoœæ”. Ahora la palabra del Pontífice debe ser una inspiración para el futuro. Esa palabra habita dentro de cada uno y gracias a ella Juan Pablo II siempre estará presente entre nosotros.
¡Ojalá supiéramos seguir este camino a la hora de enfrentar nuevos desafíos que están por delante y siguiéramos la vía señalada por Él!
¡Qué esté acompañada por los valores comprobados como: la solidaridad mutua, el amor y el diálogo que en su vida seguía y testificaba Juan Pablo II!

Gdañsk, 18 de abril 2005


   

 

Revista Vitral No. 67 * año XII * mayo-junio de 2005
Lech Walesa
(Popowo, 1943)
Premio Nobel de la Paz, 1983. Ex- lider del Sindicato «Solidaridad» en los primeros años de la década de los 80. Ex-presidente de la República de Polonia (1990- 1995).