Revista Vitral No. 63 * año XI * septiembre-octubre de 2004


NUESTRA HISTORIA

 

¿CÓMO SE GARANTIZABA LA ELECTRICIDAD EN PINAR DEL RÍO DESDE EL AÑO 1893?

WILFREDO DENIE VALDÉS

Planta de vapor construida en 1893 a la orilla del río Guamá, (ya desaparecida)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jamás habíamos conocido en la parte occidental del país un caso semejante al ocurrido con el tránsito del ciclón Charley, el pasado 13 de agosto y los daños causados durante su trayectoria, principalmente en las provincias de La Habana y Ciudad Habana. La furia de los vientos destruyó todo lo encontrado a su paso. Además de los cuantiosos daños causados, paralizó totalmente el sistema energético al arremeter con todas sus fuerzas contra la termoeléctrica de Mariel, lo que dio lugar a sacar del servicio eléctrico a las tres provincias occidentales con las consiguientes afectaciones a la economía. Charley dejó un saldo de más de 7000 viviendas, destruidas o afectadas y la sensible pérdida de cuatro vidas y varios heridos.
La furia del huracán en su tránsito por estos territorios dejó un saldo económico de mil millones en pérdidas. No será fácil recuperarse, aunque el gesto de amor y solidaridad, una vez pasado el fenómeno atmosférico, puso en función todas sus fuerzas para resarcir los destrozos causados. La provincia pinareña, que no sufrió con intensidad los embates de este huracán, se vio afectada durante once largos días en el fluido eléctrico y el agua; pero como siempre, sus trabajadores eléctricos, junto a los de otras provincias, acudieron para aliviar los numerosos daños causados.
El huracán Charley quedará escrito en la historia de Cuba como una de las catástrofes más violentas que recordarán las nuevas y futuras generaciones. Nuestro país, siempre amenazado en la época ciclónica por estos fenómenos que tanto daño ocasionan, debe estar preparado con todas las medidas necesarias.
Dicho esto queremos hacer un recorrido retrospectivo, sobre todo de la electrificación y el agua, que pudiera paliar en algo las grandes dificultades que nos tocó vivir durante esos once interminables días, sin dejar de reconocer las grandes iniciativas que se pusieron en práctica por nuestro pueblo.
Veamos:
El 2 de junio de 1861 quedó inaugurado el alumbrado de gas (gasómetro) al final de la calle Galeano, a la orilla del arroyo del mismo nombre. Ya se había terminado el soterramiento de las tuberías que conducirían el gas por las principales calles pinareñas, lográndose por muchos años dotar a la población de un servicio considerado, en aquella época, de bueno.
Este sistema de alumbrado se realizaba de tramo en tramo por los llamados “faroleros” quienes utilizaban una vara metálica provista de luzbrillante y mecha que al abrir la llave para darle paso al líquido inflamable, encendían los quemadores de los faroles, los cuales contaban con una pantalla para protegerlos de la lluvia.
Fue el 25 de julio de 1892 cuando se daba cuenta al Ayuntamiento, con una carta de un empleado de la Compañía Hispanoamericana de Gas dirigida a un pariente suyo vecino de esta ciudad, que existía en aquella oficina un proyecto de alumbrado de gas particular y planta de luz eléctrica y deseaban saber qué número de establecimientos y casas particulares pudieran consumir el fluido eléctrico y si el Ayuntamiento aceptaría o no la concesión. El Consistorio informó a dicho señor que existían unas 150 luces en el alumbrado público, sin contar las que pudieran necesitar en sus edificios; que había en la población sobre 120 establecimientos que representaban más de 400 luces, además de las casas particulares.

Vista de la planta eléctrica Hernández y Hermanos.


El 12 de diciembre del propio año se dio cuenta con un oficio del Gobernador de esta provincia que comunicaba al Ayuntamiento que el Exmo. Gobernador General, accediendo a instancias del Diputado a Cortes, Don Tiburcio Pérez Castañeda, se había servido concederle autorización para instalar y explotar el alumbrado eléctrico en esta ciudad, con sujeción a las disposiciones que regulan la materia.
Es de consignar que al inaugurarse el servicio eléctrico en la ciudad pinareña, el sábado primero de julio de 1893, fue adjudicado a la empresa “La Industrial”, integrada por Enrique Prieto Candás y Ricardo Fernández González.
El día siete de agosto del referido año, en sesión del Ayuntamiento se hizo constar “...Las ventajas que esta clase de industria reporta a la población y economía, y el celo y desinterés de dicha empresa al dotar a esta ciudad del alumbrado público a la altura de las grandes capitales de Europa”, y se acuerda que es justo y equitativo que por la exención de los tributos por 10 años, la empresa suministre gratis el alumbrado a la Casa Consistorial y a la cárcel.
Este primer intento para dotar a Pinar del Río del alumbrado público se logró con una planta de vapor, situada en las márgenes del río Guamá, cerca del lugar donde actualmente están ubicados los talleres y la planta diesel Eliseo Caamaño. Sus oficinas estaban situadas en la calle Marañones, actualmente Gerardo Medina, donde estuvo ubicada posteriormente la tienda de tejidos “La Casa Rodolfo”.
En 1897 la empresa “La Industrial” pasó por compraventa a Tiburcio Pérez Castañeda y otros. Esta empresa se dedicaba, además del alumbrado público y particular, “a agua, bebidas gaseosas, hielo, adoquines y entarugar calles y pisos”. El sistema estaba condicionado al flujo de chispas que, en forma de arco, se originaba al saltar la corriente eléctrica entre dos carbones muy próximos, produciendo la luz que alumbraba desde el anochecer hasta el amanecer, excepto las noches de plenilunio y la anterior y posterior a éste.
En 1902 la empresa eléctrica “La Industrial” es adquirida por Mario Corujedo y Julián Escarpenter. Ocho años después se construyó una hidroeléctrica en el conocido Salto de Pilotos, con dos unidades de 100 KW que suministraba el fluido al poblado de Pilotos. La planta que prestaba servicios desde 1893 a la orilla del río Guamá fue sustituida por una de petróleo con motores suecos marca Diesel Polar. Es a partir de esa fecha cuando comienza a brindar el servicio eléctrico con focos de luz incandescentes.
En 1915 la Hidroeléctrica de Occidente, de Luis E. Cuervo e Isidro Rovira y Santos comienza a explotar la hidroeléctrica en San Vicente que comenzó a suministrar energía a los pueblos de Viñales, San Cayetano, La Palma y Puerto Esperanza con un capital de $20,000 dólares.
En marzo de 1921 empieza a suministrar corriente eléctrica y hielo la firma Minas de Matahambre, S.A., bajo la dirección de Claudio González de Mendoza. Posteriormente la Compañía Minera de Matahambre, dirigida por norteamericanos, construye la planta eléctrica de Santa Lucía que brindaba servicio a ambos poblados.
No es hasta el 16 de septiembre de 1924 que Julio y Joaquín Hernández Mendoza, procedentes de Santa Clara, compran la hidroeléctrica “La Pinareña”, a partir de entonces con la firma Hernández y Hermanos. Todavía este servicio se brindaba de seis de la tarde a seis de la mañana. Fue a partir de 1928 que se extendió a las 24 horas del día. En 1929 la propia firma construyó la actual planta con turbo generador en el reparto Oriente, con capacidad para 1500KW:
En 1946 se aumentó la capacidad de generación por turbina a 3000 KW, y a principios de 1955 se elevó a 5100. En 1956 creció a 6 900, mediante la instalación de una nueva caldera en el reparto Oriente.
La planta eléctrica Hernández y Hermanos brindaba servicio eléctrico a los municipios de Mantua, Guane, San Juan, San Luis, Pinar del Río y Consolación del Sur.
El resto del fluido hacia la parte más oriental de la provincia era suministrado por la Compañía Cubana de Electricidad.
La planta Hernández y Hermanos dejó de generar electricidad entre los años 1985-1987, quedando desactivada por el gobierno en funciones a mediados de la década de 1990. Se alegaba que el costo para su mantenimiento era muy alto, como consecuencia de los precios del petróleo. ¿Valía la pena mantener esta instalación eléctrica como reserva ante una situación como la que se presentó con el fenómeno atmosférico ocurrido por el huracán Charley que tantos daños nos causó? Se han hecho muchos comentarios en la población sobre la planta eléctrica del reparto Oriente y otras plantas existentes en este territorio.
A mi manera de ver, estas instalaciones eléctricas databan de hace muchos años, incluyendo la instalada en La Coloma y Las Canas en septiembre de 1951 por Armando Aguilar Bencomo y por el ingeniero José Daniel Tabares Díaz. Pero hay que buscar alternativas para que no vuelva a ocurrir lo del pasado mes de agosto.

Sistema del suministro eléctrico en la provincia de Pinar del Río (1958)

Planta eléctrica Hernández y Hermanos.

-Mantua
-Guane
-San Juan y Martínez
-San Luis
-Pinar del Río
-Consolación del Sur

Compañía Cubana de Electricidad

Suministraba a la parte más oriental de la provincia

Planta eléctrica de Santa Lucía

-Santa Lucía
-Minas de Matahambre

Hidroeléctrica y planta Diesel de San Vicente

-Viñales
-San Cayetano
-Puerto Esperanza
-La Palma

Planta eléctrica de La Coloma

-La Coloma
-Las Canas

Debemos tener presente que en las fechas indicadas la población era mucho menor, pero se supone que las nuevas técnicas que se emplean en la generación de electricidad, hubieran permitido la correspondencia necesaria al crecimiento de la población.

Precios: Se instalaban las llamadas “chicharras” para las clases más humildes por el precio de $1.00 mensual.
El precio del kilowatt nunca ascendió a 6 centavos, no importaba lo consumido.

 

 

Revista Vitral No. 63 * año XI * septiembre-octubre de 2004
Wilfredo Denie Valdés
(San Luis. Pinar del Río)
Licenciado en Historia. Fue historiador de la ciudad de Pinar del Río durante muchos años.