Revista Vitral No. 62 * año XI * julio-agosto de 2004


DANZA

 

PINAR DEL RÍO:
UN POTENCIAL ARTÍSTICO EN LA DANZA Y EN EL BALLET

ROLANDO DÍAZ RODRÍGUEZ

 

 

 

Los días 15 y 16 de junio de 2004 tuvo lugar en el teatro Pedro Saydén, de la ciudad de Pinar del Río, el Festival Provincial de Ballet y Danza con los alumnos de la Escuela Vocacional de Arte de nuestra provincia. Este festival, dicho sea de paso, se celebra cada año y sirve como una evaluación general al trabajo desplegado por profesores y estudiantes.
Qué gozoso, qué gratificante ver a estos niños, adolescentes y jóvenes entregados a un arte tan milenario como el hombre mismo. Por amor a la danza ellos se han iniciado en un difícil camino, duro, escabroso en muchas ocasiones, pero a la vez reconfortante y valioso.
Qué lección tan maravillosa nos han sabido brindar esos niños, adolescentes y jóvenes en esos dos días que duró el festival. Ellos, en comunicación con sus profesores, nos han mostrado el potencial artístico que en la esfera de danza y ballet, contamos en nuestra provincia.
Particularmente he podido admirar en algunos de ellos una esperanza, quizás un día puedan llegar a convertirse en bailarines profesionales de calidad. Naturalmente, es difícil ahora ofrecer una valoración categórica, todavía les queda mucho camino que recorrer, pero si persisten, si se esfuerzan, si se entregan como debe ser, en alma y vida a la danza, quizás en un futuro alguno de ellos pudiera convertirse en toda una figura.
Al ver a esos estudiantes de danza y ballet invadir durante esos dos días el escenario del teatro, sentimos orgullo al comprobar que poseemos una fértil cantera para el desarrollo del arte danzario, pero a la vez nos dio tristeza saber que no se cuenta con apoyo ni interés para esto. Qué lástima que sea ignorado tanto material humano valioso. Porque esos estudiantes no podrían decir un día, cuando después de tanto sacrificio sean graduados: yo bailaré en mi provincia, yo formaré parte del Ballet de Pinar del Río.
Es doblemente triste que ellos, que han nacido, crecido e iniciado en el mundo de la danza aquí, por razones absurdas, por desinterés, por poca atención, se vean obligados a dejar su terruño natal y emprender una vida artística y profesional en otras provincias, únicamente porque aquí no cuentan con una organización que les proporcione un desarrollo como profesionales del ballet o la danza. Es doloroso para todos aquellos que de una u otra forma sentimos amor hacia el ballet, a la danza en general, enfrentarnos con esta dura realidad. Esta situación pudiera cambiar radicalmente si las autoridades de la cultura en nuestra provincia tomaran conciencia de ello y crearan las condiciones necesarias para que aquí tuviéramos un grupo o compañía que aunara a todos estos jóvenes que han elegido para sus vidas el arte de la danza y el ballet.
En este Festival hubo momentos sobresalientes, como ese exquisito tango bailado por alumnos de quinto año de la especialidad de danza. También la hermosa coreografía interpretada por el grupo de varones de tercero, cuarto y quinto año de la especialidad de Ballet. Individualmente fue sobresaliente la actuación ofrecida por dos estudiantes de ballet, Rocío Castillo y Antonio Ernesto González Miranda.
Rocío nos brindó un cisne digno, trabajado con lucidez y hermoso porte de los brazos. Por su parte, Antonio Ernesto, nos deleitó con la variación masculina de Don Quijote. Fue correcto, tuvo buen porte y se perfila en él una futura bella línea.
Es de destacar la labor del profesor Etienne Antuche, que se lució en un magnífico trabajo coreográfico.
Este Festival Provincial de Ballet y Danza, a mi particular entender, cumplió lo que es de suponer sea su principal objetivo: mostrar el desarrollo alcanzado por los alumnos de Ballet y Danza de la escuela provincial y el trabajo meritorio de sus profesores, algunos de ellos con varios años de experiencia en la labor docente, como la profesora Idalmis Rodríguez Miló, que imparte clases en primero y segundo año de ballet.
Felicidades a todos, profesores y alumnos, que trabajaron muy fuerte e hicieron posible que este hermoso festival se realizara. A todos muchos y nuevos éxitos como estudiantes y profesores, que no decaiga ese espíritu. Sigan adelante, esforzándose mucho por ese amor al ballet, por esa pasión por la danza. Siempre habrá quienes se lo agradezcan, a pesar del silencio, a pesar de las dificultades, a pesar del escaso apoyo recibido, siempre existen personas que los saben admirar y sobretodo agradecer por lo que hacen.
Mucha suerte, para todos los alumnos que se han decidido por la danza, por el ballet. Es un duro trayecto el que deberán enfrentar, no será nada fácil, pero con disciplina, con amor, con voluntad, pueden llegar a alcanzar un día lo que sueñan lograr.
Es difícil el camino que han elegido, porque supone un gran sacrificio, muchas privaciones y hasta, en ocasiones, tener que renunciar a lo que se desea. Al final la recompensa será grande. Los que lleguen sabrán que ha valido la pena todo lo que han hecho. Esa es la dura vida de un artista, saber entregarse por entero a su trabajo, a su profesión. Gracias por este festival, el año próximo, si Dios quiere, nos volveremos a encontrar.
Del 28 de octubre al 6 de noviembre de este año, y presidido por la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, se celebrará el 19º Festival Internacional de Ballet de La Habana.
Este evento por su magnitud, y lo que representa para el arte del ballet, convertirá a Cuba en el centro mundial de la danza.
El Ballet Nacional de Cuba, con su primera figura y el cuerpo de baile, actuará junto a estrellas internacionales de la danza y prestigiosas compañías del mundo. Serán representadas las obras del repertorio clásico internacional, así como obras de importantes coreógrafos creadas especialmente para este evento.El festival, que se celebra cada dos años, tendrá como sede principal al Gran Teatro de La Habana, como subsedes de la capital los teatros Nacional de Cuba y Mella. Como subsedes de provincias se han oficializado del teatro Sauto, de Matanzas, el teatro La Caridad, de Santa Clara, el teatro Terry de Cienfuegos y el teatro Principal, de Camagüey. Vuelve a ser lamentable que Pinar del Río, una vez más, sea excluida de un evento de tanta importancia para la cultura nacional. Si vemos que nuestra provincia, como lo dejó claro la reciente celebración del Festival Provincial de Ballet y Danza, cuenta con niños, adolescentes y jóvenes iniciados en este arte, es realmente doloroso que se nos prive de ser partícipes directos de un suceso tan importante de ballet.
¿Qué está sucediendo? ¿Dónde han quedado los años en que nuestra provincia acogía a figuras nacionales e internacionales del ballet y servía como digna subsede de este evento? No queda otra cosa que pensar que a diferencia del cuento de Perrault, la Cenicienta, que llegó a convertirse en princesa, aquí sea diferente y la Cenicienta, que fue princesa, terminó volviendo a ser la misma Cenicienta reducida únicamente a un oscuro rincón de la cocina,
No sé ciertamente qué es lo que sucede. Sería conveniente que esta incógnita fuese revelada por alguien de la Dirección de Cultura en la provincia. Que se explique al público seguidor del arte de la danza, a esos niños, adolescentes y jóvenes estudiantes de ballet y danza, los motivos que puedan existir para que seamos discriminados y apartados de toda esta fiesta del baile.
Es triste que esas muchachas y muchachos dedicados en nuestra escuela a la danza y al ballet, no puedan ir a un teatro local y presenciar un espectáculo de ballet. Cómo se puede estimular el gusto por un arte si no se le confronta, si no existe la posibilidad de acudir a un teatro y ver una función de ballet o danza. Se debe meditar mucho sobre ese aspecto y hacer algo, rápido, urgente, por cambiarlo.
Estamos contentos porque una vez más Cuba celebre un Festival de Ballet. Pero hay muchas razones que se debieran analizar para que ese importante evento pueda llegar a todos los rincones de las demás provincias. ¿A caso los pinareños no formamos parte de esta Isla nuestra? ¿Por qué se nos excluye? ¿Por qué somos sometidos a una especie de apparstheit respecto a la danza? ¿No somos acaso merecedores, como los demás, de disfrutar de un evento así? Los pinareños somos cubanos y cuando nuestros bailarines triunfan en los escenarios internacionales, en este rinconcito perdido del planeta, también nos alegramos y nos sentimos orgullosos de que así sea, porque somos cubanos. No olvidemos esa frase del Apóstol: “Con todos y para el bien de todos”.

 

 

Revista Vitral No. 62 * año XI * julio-agosto de 2004
Rolando Díaz Rodríguez
Graduado de nivel medio en idioma alemán. Diseñador, decorador, historiador del ballet y balletómano.