Revista Vitral No. 62 * año XI * julio-agosto de 2004


NUESTRA HISTORIA

 

LOS PINAREÑOS PIDEN UNA PATRONA PARA EL TABACO

RAFAEL A. BERNAL CASTELLANOS

 

 

 

Las peculiaridades agrícolas de Pinar del Río, en especial la significación que para su economía representa el tabaco, favorecieron que buena parte de las iniciativas que surgieran en el territorio estuvieran vinculadas con dicha producción llegando a involucrar los asuntos más disímiles.
Un curioso ejemplo de lo anterior lo encontramos en la publicación a mediados del siglo XX, en la ciudad capital provincial, de una modesta revista que bajo el nombre de Gaceta tabacalera se autodefinía como “vocero oficioso de la clase tabacalera” mientras daba cobijo en sus páginas a temas relacionados no solo con este cultivo sino de interés más amplio para la sociedad pinareña.

Cubierta de la revista Gaceta tabacalera en
la que se pide una Patrona para el tabaco.


El primer número apareció el 15 de mayo de 1954 y mantuvo una frecuencia mensual durante ese año y el siguiente para convertirse en bimestral en 1956, cuando dejó de aparecer después del número de marzo–abril; su diseño era bastante sencillo, se apoyaba en un montaje hecho sobre un tapiz del pintor pinareño Crespo Manzano que mostraba un despliegue de hojas y flores de tabaco en cuyo cuarto inferior izquierdo se insertaba una foto temática que era comentada en la primera página en una columna titulada «Motivo de la portada»; la contraportada y los reversos estaban destinados a propaganda de comercios locales.
La sede de la publicación se ubicaba para los efectos postales en Martí Nº. 135, donde estaban las oficinas locales de la Asociación Nacional de Cosecheros de Tabaco, aunque en realidad se escribía y organizaba en calle G, Nº 1, reparto Oriente, donde vivía su director, Humberto Fernández Pulido.
Nacido en Arroyos de Mantua el 26 de diciembre de 1917, Fernández Pulido fue un periodista de formación autodidacta que desde muy joven se vinculó al papel, la tinta y las noticias al publicar en Mantua, durante los años 30, dos periódicos –Tierra adentro y El cruzado– ambos en formato tabloide. En la década del ’40 se trasladó a La Habana donde se desempeñó como periodista del Palacio Presidencial hasta el golpe de estado de Batista en 1952, cuando, por diferencias políticas, regresó a Pinar del Río donde –como hemos apreciado– siguió vinculado al periodismo hasta su fallecimiento el 4 de septiembre de 1956.
Gaceta tabacalera no debe ser vista, en su concepción general, como una publicación novedosa; tanto su formato como su estilo responden al modelo más tradicional de las publicaciones periódicas de la época; buena parte de sus páginas estaban cubiertas con lo que ha dado en llamarse «crónica social» aunque debe señalarse en su beneficio que en estos comentarios fue bastante democrática, pues celebraba por igual a un rico cosechero como a la soñadora hija de un modestísimo veguero. Otra cantidad significativa de su páginas se referían a cuestiones propias del cultivo y comercio del tabaco, con especial atención a la defensa de los intereses de los productores de la hoja ante medidas o precios injustos o poco favorecedores. Los demás artículos publicados contenían temas de interés cultural entre los que incluía una página para la poesía donde el director daba a conocer creaciones propias.
El verdadero mérito de esta revista radica en dos aspectos; el primero, la singular defensa de los intereses tabacaleros en la provincia y, por extensión, de todo el campesinado pinareño, debe recordarse en este sentido que en enero de 1956, dentro de un artículo del director acerca del pensamiento económico martiano, coloca en un recuadro una proclama de los estudiantes pinareños invitando a “obreros, campesinos y profesionales” a desagraviar al Maestro en la fecha de su nacimiento, entre los firmantes de la proclama estaban Pedro Zaydén y Rafael Ferro.
El segundo mérito –y no menos valioso– fue la promoción de los valores autóctonos de la región, muchas veces antes de que la justicia del tiempo viniera a señalar su valía. Como ejemplo de esto último vale mencionar los elogiosos comentarios a las exposiciones que organizaba la Escuela de Artes Plásticas de Pinar del Río, en especial el “Primer Salón de Humorismo”, celebrado en diciembre de 1955, promovido por Carlos Alcocer y el Grupo «Punta» ambos de especial significación dentro de nuestra tradición plástica. También vale la pena recordar los artículos “Cartel turístico”, escrito por Humberto Fernández Pulido en julio de 1954, para llamar la atención sobre las desatendidas potencialidades turísticas de la provincia o la ponencia de Manuel Darias Cruz que en agosto del año siguiente promovía la creación del Parque Geológico Internacional Guaniguanico donde, además de las innegables proyecciones científicas de la zona, promovía un turismo ecológico en toda ella.
Pero sin lugar a dudas, el elemento más curioso de esta revista fue solicitar, en el número de julio de 1954, que se proclamara a Nuestra Señora de las Nieves, Patrona del Tabaco.
Para comprender mejor esta idea es necesario recordar que Fernández Pulido había nacido en Mantua, pueblo que está bajo el patronato de esta Virgen y aunque no era un católico practicante si fue muy devoto de su Santa Patrona, como puede deducirse del hecho de haber colocado como segundo nombre a sus cuatro hijos el apelativo «de las Nieves».
Es significativo además que la propuesta se hiciera antes de la celebración de la Fiesta Patronal, en el número de julio, en cuya portada apareció una imagen de la Virgen de las Nieves lo que remitía a la primera página y la columna “Motivo de la portada” que se iniciaba con un emotivo comentario de las Fiestas Patronales del 5 de agosto donde, entre otras cosas, decía:
“...Infeliz se siente el mantuano ausente que en ese día no puede llegarse al terruño, estar con sus familiares o amigos, ir a su hermosa iglesia y, postrándose de hinojos ante el santísimo altar de Nuestra Señora de las Nieves, soberana de su fe, rogar por sus seres queridos e implorar valor para poder afrontar sus obligaciones cristianas.”
Evidentemente el amor por el sitio natal y las simpatías que los gratos recuerdos que en él se despiertan se unen a una profesión de fe que encuentra en la Virgen la materialización y el estímulo para el cotidiano hacer, ya sea entre los surcos de una vega o entre los renglones de una publicación que se identifica con esos hombres de campo, como se advierte en estos renglones que contienen la propuesta:
“...Al santificar y embellecer, pues, la portada de esta revista, órgano oficioso de la clase cosechera, con la imagen de la Santísima Virgen, bajo tan hermosa advocación, queremos significar, únicamente, que en nuestras conciencias cristianas ha hallado resonancia el santo empeño y que, como católicos, como cubanos, como pinareños y como cosecheros nos sentiríamos hondamente agradecidos si las altas autoridades eclesiásticas, los legatarios de la fe de Cristo, acceden a la súplica de millares de fieles cubanos y declaran a la bella, milagrosa y santísima Virgen de las Nieves, Patrona del Tabaco.”
La solicitud, emocionada y respetuosa, alude a millares de cubanos, sin embargo llama la atención que, a lo largo de más de un año después, solo aparezca en la revista una carta apoyando la petición aunque en la presentación de la misma el director de la publicación indique que ha recibido otras, tanto personalmente, como en mensajes a la Gaceta tabacalera o en un programa de radio que también atendía.
No pienso que no haya habido respaldo a esa idea, pero es curioso que se refiera a la Patrona de Mantua, cuando este territorio, aunque cultiva tabaco, no es este precisamente su principal producto agrícola y que cosecheros de zonas más productoras y tan católicos como los amigos mantuanos no hubieran solicitado tal condición para sus respectivos santos tutelares.
El interés crece cuando conocemos que en el número de agosto de 1955 –mes de la festividad mantuana– aparece en las páginas 10 y 11 de la revista un artículo del director que bajo el título “Nuestra Señora de las Nieves” reclama una respuesta a las autoridades eclesiásticas:
“... Tenemos la seguridad que el santo empeño tuvo resonancia en el corazón de todos los productores de tabaco que profesan la fe de Cristo, que fueron bautizados, son cristianos y, por lo tanto, veneran a todas las imágenes sagradas, pues de todas partes hemos recibido alabanzas y adhesiones. Ha decursado bastante tiempo, empero, y las autoridades eclesiásticas a quienes se elevó la petición, a quienes se hizo la súplica en las formas requeridas por sus propias órdenes sagradas, no han respondido aún. ¿Es que existe algún impedimento religioso...?. Gaceta tabacalera, cuyos sentimientos se descubren en la presente página, ruega a nuestras autoridades eclesiásticas que respondan con prontitud a esa pregunta suya y, si no existe impedimento religioso alguno, que se declare a la milagrosa, bellísima y sacrosanta Nuestra Señora de las Nieves, Patrona del Tabaco.”
No es preciso interpretar mucho las líneas anteriores para comprender que Humberto Fernández Pulido creía posible que la demora se debiera a dificultades derivadas de la procedencia de la propuesta entre las que incluía su condición de mantuano; sin embargo, la curiosidad crece cuando vemos como inmediatamente debajo de estas líneas hay un texto de Monseñor Evelio Díaz y Cía, en aquellos momentos Obispo de Pinar del Río, que bajo el título “Origen de la advocación mariana” exponía los elementos que respaldaban la existencia de esta advocación dentro del culto católico... sin hacer ninguna alusión a la solicitud que le hacía la revista a través de su director, aunque sí reconociendo la singular devoción de los campesinos mantuanos por ella.

Monseñor Díaz y Cía, ofreció una explicación sobre esta advocación mariana.


¿Por qué Monseñor Evelio dio esta explicación y no una respuesta precisa? Es difícil saberlo, solo pueden hacerse conjeturas; su artículo es bastante detallado en referir cómo la Virgen se aparece en sueños simultáneamente a un matrimonio muy piadoso que quería honrarla y al Papa Liberio un cinco de agosto, en pleno verano romano, y cómo al llegar los tres, junto con otros religiosos que les acompañaron, a la cima del monte Esquilino encontraron en su cima una porción de terreno, suficiente para construir un templo, toda cubierta de nieve a pesar del fortísimo calor y los brillantes rayos del sol –tal como lo habían soñado– alrededor del cual se hicieron las marcas pertinentes para iniciar la construcción.
¿Fue esta detallada explicación una sutil sugerencia para que se valorara sin apasionamientos locales los elementos que podían justificar tal patronato y se tuvieran en cuenta los detalles del origen de esta advocación tan disímiles de un cultivo como el tabaco? ¿Quería esperar hasta que la insistencia hiciera evidente que no había objeción entre sus feligreses para que se hiciera esa proclamación? El delicado estado de salud de Fernández Pulido hizo que no pudiera seguir ocupándose de este asunto y su muerte, en septiembre del año siguiente, cerró las posibilidades para que ante su insistencia se aclararan las dudas.
Todo es posible, sin embargo lo realmente interesante de este suceso no es que aún el tabaco, y quienes a él se dedican, no estén bajo la protección de una Santa –o un Santo–, pues la fe de los campesinos pinareños es lo suficientemente firme para cumplir con ambos; lo que demuestra esta página de nuestra historia es que a través de los años el vínculo entre la Iglesia en Pinar del Río y los intereses de los pobladores de esta fértil región ha encontrado siempre espacios donde hacerse evidente. Aunque a algunos pueda parecerle que no se le prestó la debida atención a los vegueros.

Historia de la Parroquia “Nuestra Señora de las Nieves” de Mantua M. N.

Nuestra Señora de las Nieves fue ascendida a Parroquia en el año 1756, por el Obispo Morell de Santa Cruz, se encontraba situada en el barrio Lázaro, allí fue reconstruida por D. Ildefonso Cabello, con posterioridad fue trasladada al Hato de Malcasado por el presbítero Santiago Godoy en dos caballerías de tierra que el señor Domingo Parra dejó en testamento para la iglesia.
Se trasladó para el lugar donde actualmente se encuentra aproximadamente en el mes de julio de 1856. Edificada de madera fue destruida por incendios en dos ocasiones, 1721 y 1827; en el año 1912 se comenzó la construcción de mampostería, quedando de madera solamente el campanario, en 1946 el gobierno Isla costeó la construcción de las torres, por considerar que la campana que recibió con sus repiques al General Maceo al finalizar la Invasión es considerada Patrimonio Nacional.
El altar mayor estuvo colocado en la Iglesia Santo Domingo en La Habana, los Padres Franciscanos lo regalaron al Obispo y este a la parroquia, el traslado a Mantua fue por barco a iniciativa del señor Augusto Fors.
La luz eléctrica se inauguró el 4 de agosto de 1948, el piso de mosaico fue obsequio del Capitán Díaz Girado, inaugurado el 5 de agosto de 1952.
Siendo sacerdote de esta Parroquia el presbítero Antonio Pellón López, se construyó un anexo a la sacristía, con la cooperación de los vecinos del pueblo, que consta de dos salones, destinados a las necesidades del templo, archivo, dormitorios, reuniones etc., estos fueron prestados a Educación Municipal en 1961, para que funcionara una Secundaria Básica; fueron devueltos en el año 1997 y se encuentran actualmente en reparación al servicio de la Iglesia.
Esta parroquia ha tenido como curas párrocos a 44 sacerdotes: el pbro. Tomás Martínez fue Párroco 47 años y 17 días, actualmente se encuentra como Presbítero Miguel Bautz desde el mes de enero de 2004.
En el año 1985 se reconstruyó el templo por el Maestro de obras Fernando Rodríguez, estas obras fueron costeadas por donaciones de mantuanos y devotos de la Santísima Virgen de las Nieves.
Existen en la Parroquia, la Asociación de Hijas de María de la Medalla Milagrosa, desde el año 1929 hasta la fecha, que se ha dedicado a la atención de la Catequesis de niños, un Equipo de PAS que visita enfermos, un Equipo de Cáritas que atiende en el municipio a los necesitados, promueve trabajos manuales de tejido y costura, atendió durante el paso de los últimos dos ciclones todos los barrios, fundamentalmente llevando la ayuda en carros tirados por caballos, conocidos por arañas; también cuenta esta Parroquia con una comunidad de Religiosas de Jesús María, que trabaja en todas las actividades donde sea necesaria su cooperación, destacándose la labor que rindieron junto a Cáritas en la atención a los necesitados por los ciclones.
El día 5 de agosto se celebra la Fiesta Patronal, en esta fecha se ha recibido la visita de Nuncios, obispos de otras diócesis, sacerdotes, coros de otras parroquias como María Auxiliadora y San Rafael de La Habana y de San Luis en Pinar del Río.
La Parroquia atiende las capillas de Dimas y Arroyos, además existen 9 comunidades de base atendidas por laicos comprometidos: Macurijes, La Ceja, Granma, La Oliva, Antúnez, Montezuelo, La Granja, La Tijera y El Tejar.

Nota: Datos tomados del Archivo de la Parroquia.

Virgen de las Nieves,
propuesta como Patrona del tabaco.

 

 


 

Revista Vitral No. 62 * año XI * julio-agosto de 2004
M. Sc. Rafael A. Bernal Castellanos
(Pinar del Río, 1955)
Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana y Profesor graduado en Español y Literatura
en el I.S.P. de Pinar del Río.