Revista Vitral No. 60 * año X * marzo-abril de 2004


ECLESIALES

 

POR AMOR SE SIGUE AMANDO
PALABRAS DE MONSEÑOR SIRO EN LA PRESENTACIÓN DE SU LIBRO

 

 

 

 

 

 

 

 

La cara no es mucho, en este caso reflejo del alma, no es la cara de lo que siento, de lo que voy a decir.
Queridos amigos: “Pedro, cuando seas viejo otros te llevarán donde no quieras”. Algo parecido me está sucediendo estos días, pero con los años he aprendiendo que tiene más valor obedecer, que mandar. No creo que sea santidad sino conveniencia y por tanto no hay mucho mérito en ello. Vale aquí aquello de “a quien no quiere caldo se le dan tres tazas”, o como me decía hoy por la tarde Feliscindo: “que más da una raya pintada en el tigre”. Lo importante y lindo de todo esto queridos hermanos, es que por amor se sigue amando y que lo más necesario al hombre y a la humanidad es el amor, el amor a la vida, cantaba la señora Lezcano. Al amor a la vida, que es Jesús, cantaba Miguel Ángel. La Iglesia, experta en humanidad, aprendió de su Divino Maestro, que los hombres necesitan de ese amor, en el cual ella es maestra porque es madre también y ustedes en esta noche están expresando a su hijo, una vez más, lo que es el amor cristiano, que si como dice San Pablo, es comprensivo, es paciente, es servicial y no tiene envidia, también por ser amor es atrevido; es un amor atrevido hacer venir a mi querido hermano y amigo Monseñor Meurice desde tan lejos, para hacer la presentación de un libro todo amor, pero inmerecedor de tal presentación. Es un atrevido amor hacer venir a estos hermanos y hermanas para estar, para entregar, recogidas, las pobres enseñanzas de un Obispo, que no tienen otro mérito que salir del corazón de su Obispo que les ama y amándoles quiere amar a la Iglesia y a la Patria, que es parte entrañable de su corazón. Lo perdono todo porque es el amor el que les hace cometer estas travesuras, y lindas travesuras como las de esta noche. Gracias, querido hermano Meurice, gracias Dago, y todos los que inventaron e hicieron realidad esta linda travesura, los que hicieron verdad y realidad esta linda obra, libro y encuentro de hoy, que nos unen más en Cristo y su Iglesia. Gracias a estos queridos artistas. Tú no te puedes imaginar Padre Catasús cuántas veces soñé que tú un día nos cantaras aquí, y nos cantaras esto, me atrevería, aunque fuera esta hora, si la almacenas en tu prodigiosa memoria, claro, que no está combinado, aquella décima de Don Pedro a la Virgen de la Caridad para que la escucharan. Gracias a Servando, a Félix, a la Sra. Maritza, a Miguel Ángel, a todos; a Alex, mi antiguo monaguillo, a quien Dios de chiquito le dio una voz chillona y ahora una voz hermosa.
Gracias a todos, Dios les pague. Esto lo recordaré otros cincuenta años.

El Obispo Siro, dedica el libro a los participantes. Foto: Rayko J. Díaz.


 

Revista Vitral No. 60 * año X * marzo-abril de 2004