En las memorias de la Real Sociedad
Patriótica de La Habana, publicadas en 1937, decía González
del Valle: el 2 de enero de 1835 despuntó la aurora de
la educación para esta parte, apreciada hasta entonces no más
que por la fama de sus vegas y por la cosecha de su tabaco. A una junta
inspectora que preside el señor teniente gobernador don Tomás
de Salazar le tocó el lauro de instalar dos escuelas con el sueldo
de 60 pesos, divisibles entre la preceptora de niñas y el preceptor
de varones; subsidio ganado por suscripción para dos años,
a impulsos de la beneficencia con que el señor Salazar, el primero
en dar ejemplo, lo pudo recaudar de aquel vecindario, que no se mostró
indiferente al reclamo. La noche del 22 de marzo del mismo año,
en las albricias todavía de las escuelas, un incendio hizo llamas
y cenizas el local donde se comunicaban las primeras letras de los hijos
de los suscriptores y a cuatro niños pobres. A los ocho días
las lecciones siguieron en otro paraje, y nació el proyecto de
hacer una casa para la educación en Pinar del Río después
de resarcir generosamente al preceptor de las pérdidas que tuvo
en el incendio.
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El edificio
de la Casa de Socorros, Hospital de Emergencias y Jefatura de
Policía Municipal al ser construído, lugar donde
también funcionó
la primera escuela pública en 1835.
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El señor Salazar, en oficio de 14 de enero de este año,
participa como hacía esfuerzos para otra suscripción,
por dos años, con que llevar a cabo lo de edificar una casa y
extender el beneficio de la enseñanza a muchos pobres que por
falta de medios quedaban en peligrosa ignorancia...
Un año después, o sea, en 1836 se levantó en el
mismo lugar una casa de embarrado y guano donde continuó funcionando
la escuela con una matrícula de 36 varones y 12 hembras. Esta
se encontraba situada en la calle Real (hoy Martí) casi esquina
a Marañones (Vélez Caviedes) donde actualmente se encuentra
ubicado el Sectorial Municipal de Comunales (antigua Casa de Socorros).
Esta escuela permaneció en dicho lugar hasta mediados del antepasado
siglo al declarar el Ayuntamiento que no contaba con fondos para pagar
a los maestros.
Posteriormente este local fue utilizado para almacén de tabaco
por el señor Tiburcio Pérez Castañeda. Era el atraso
secular de aquellos tiempos donde más que una ciudad era una
aldea con unos pocos cientos de habitantes.
En 1880 se instaló en la referida edificación una tienda
mixta conocida como El Bodegón, propiedad de Constantino
Menéndez.
En diciembre de 1894 el local de la calle Real o Mayor, marcado con
el número 69 (antiguo) fue asumido por la Congregación
del Bando del Sagrado Corazón de Jesús. Esta congregación
fue trasladada en mayo de 1901 para la calle Maceo al costado del Parque
de Independencia (hoy escuela pública Conrado Benítez).
Su traslado se realizó por un acuerdo del Ayuntamiento pinareño.
En 1902 comenzó a funcionar en aquella edificación una
escuela pública donde se impartían clases de inglés,
francés y música; esta última asignatura era impartida
por Luis Rubio y la dirección del centro docente estaba a cargo
de Manuel Montes Zapatero. Esta sirvió también hasta el
año 1904 para alojar el Juzgado Correccional del Norte hasta
1906 en que fue dedicado para Casa de Socorros y Jefatura Municipal
de Policía. En el mismo edificio, pero por la calle de
las Fuentes o de las Yagrumas ( hoy Antonio Rubio)
en el lugar donde funcionaba con anterioridad el Corral del Concejo,
fue ubicado el vivac municipal.
Reconstruido casi totalmente en 1918 fue destinado también para
Hospital de Emergencias, incluyendo una sala de operaciones, además
de las dependencias que venían funcionando en dicho local. En
1928 fue remozado nuevamente para instalar en el fondo, por la calle
Yagrumas, el cuerpo de Bomberos Voluntarios.
Todas estas instituciones permanecieron en el lugar de referencia hasta
1958, a excepción de la Jefatura de Policía que construyó
su propio edificio en las intersecciones de las calles Vélez
Caviedes y Recreo.
Por último queremos señalar, en relación con la
educación, que al cesar la dominación española
a finales de 1898, funcionaban solamente 10 pequeñas escuelas
de primeras letras en la ciudad pinareña y 19 en todo el término
municipal que contaba en aquel entonces una población de 38 mil
343 habitantes. Al cesar la intervención norteamericana el 20
de mayo de 1902 ya el municipio contaba con 138 escuelas públicas
sin contar con las escuelas privadas y religiosas.
La ciudad de Pinar del Río comenzaba una época de renacimiento
en el desarrollo de la educación y la cultura.