Lanzamiento del CD
Caminante Soy de Blanca Aurora Valdés Abreu, hcscj
La noche del pasado jueves 6 de
febrero, fresca y estrellada, tal vez como las que pasaban orando Santa
Teresa y San Juan de la Cruz, dos de los padres espirituales de la Congregación
Carmelita del Sagrado Corazón de Jesús, la hermana Blanca
Aurora lanzó su disco compacto Caminante Soy, de
música religiosa, en un magnífico espectáculo conducido
por Zaimy Padrón, y en el que participaron además Maritza
Lezcano, quien hizo 164 voces en los coros del disco; el arreglista
William Zambrano, y Servando Blanco, quien hizo la mezcla y masterización,
en su estudio SBM Records de esta ciudad.
La velada contó con entrevistas y actuación de los participantes.
Servando Blanco interpretó dos temas, y Maritza Lezcano, junto
a su grupo Coral Universo, otros tres. Blanca Aurora, por
su parte interpretó 10 de las 14 canciones del CD, que dura 55
minutos, y en el que las letras y la música son de su inspiración.
En las entrevistas los participantes contaron sus experiencias en la
realización de este disco y un poco de los detalles y peripecias
en un estudio que, aunque de estreno, no contaba con todas sus posibilidades,
en el momento de comenzar las grabaciones. Blanca Aurora confesaba que
las canciones de este disco conforman un testimonio de su camino en
la fe, que comenzó cuando niña, y la ha llevado a su compromiso
en la Familia Religiosa Carmelita, donde se integran el servicio a los
pobres y la contemplación del Misterio Divino. De ahí,
y de su compromiso en el acompañamiento a jóvenes, han
salido las obras, que fueron acogidas por un público diverso
en edad y credo, y que las hizo suyas en aquella noche que marca un
lindo momento en la vida de la Iglesia y de la música en Pinar
del Río, donde por primera vez una religiosa graba un disco.
¡Gracias Blanca, por tu camino y tu música! /Sergio
Lázaro Cabarrouy.
CONGRESO
NACIONAL DE BIOÉTICA
|
El día 31 de enero pasado,
a las 8:30 PM, en los salones del Hotel Habana Libre Trip,
se inauguró el Primer Congreso Nacional de Bioética, auspiciado
por el Centro Juan Pablo II. En la Inauguración se
encontraban presentes S. E: R. Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo
de La Habana; S. E. Monseñor Javier Lozano Barragán, Prefecto
del Dicasterio para la Pastoral de Agentes Sanitarios de la Santa Sede,
quien dictó una conferencia magistral en la inauguración;
la Sra. Caridad Diego, Jefa del Dpto. de Asuntos Religiosos del Comité
Central del P. C. C.; así como numerosas personalidades cubanas
y extranjeras. Este Congreso contó con un total de 510 participantes,
entre delegados e invitados, de ellos 12 extranjeros, participó
la prensa extranjera acreditada en Cuba y representantes de órganos
nacionales. Se extendió a lo largo de los días 1 y 2 de
febrero, presentándose 75 ponencias, entre Temas Libres y Conferencias,
agrupadas algunas de ellas en varios Simposios, destacándose
el titulado La ética de los Mass media, la cultura y la
economía, el que contó con ponencias de alta calidad,
destacándose la del Lic. Octavio Rodríguez (Churrisco),
quien con su humorismo acostumbrado deleitó a todos. Sería
larga la relación de todos los temas y, por necesidad omitiría
alguno de interés, baste decir que se trataron todos los temas
de la Bioética, desde antes del nacimiento hasta la muerte y
aún más allá de la misma. La Delegación
de nuestra Diócesis contó con 21 miembros, sin tener en
cuenta los pinareños que residen o estudian en la capital y que
en numeroso grupo asistieron; Pinar del Río presentó cinco
ponencias, todas bien recibidas por los participantes. En resumen, fue
un Congreso para recordar y en cuyo marco se presentaron dos libros,
uno de ellos El Sentido Religioso, de Monseñor Luigi
Giussani. Todos nos quedamos con los anhelos de reunirnos en otro Congreso
en breve plazo.
Felicidades para el Centro Juan Pablo II y para el Comité
Organizador del Congreso. /Antonio. M. Padovani
Bajo el lema Humanizar la ciencia
es hacerla digna del hombre y, para reflexionar sobre las cuestiones
bioéticas que afectan a nuestra sociedad, se reunieron los pasados
31de Enero, 1y 2 de Febrero, alrededor de 500 personas de diferentes
lugares de nuestra nación y también de otras latitudes.
El motivo: celebrar la VI Jornada Arquidiocesana del Centro Juan Pablo
II y el I Congreso Nacional de Bioética. La sede: el hotel Habana
Libre.
Las temáticas tratadas fueron muy amplias: bioética de
la manipulación genética y de la vida naciente; la ética
de los mass-media, la cultura y la economía, los problemas éticos
vinculados al manejo de pacientes psiquiátricos y alcohólicos,
la drogodependencia, los niños discapacitados, los fundamentos
antropológicos, filosóficos y teológicos de la
bioética, la comunicación, el diálogo social, las
relaciones interpersonales, los programas de formación en materia
de bioética en estudiantes y especialistas de ciencias médicas,
los problemas al final de la vida, la ética en el pensamiento
de José Martí, entre otras.
Los trabajos presentados tenían una buena calidad, lo que se
evidenciaba en el dominio del tema, el grado de actualización
científica y la calidad de las presentaciones.
En el ambiente se respiraba una preocupación por los nuevos retos
que se le presentan a la práctica médica en la defensa
y promoción de la vida, además de la certeza de que estos
problemas trascienden el marco de la medicina e involucran a toda la
sociedad, pues insistir en la necesidad de una educación para
la vida es no sólo responsabilidad del personal médico
y paramédico sino de educadores, padres de familia, comunicadores,
legisladores, etc.
El haber creado un espacio de diálogo, es en mi opinión
el principal aporte de este Congreso. Además se convirtió
en un lugar de encuentro entre diferentes posturas éticas, filosóficas
y formas de asumir el compromiso concreto en la defensa de la vida.
Cuando analizo las investigaciones y prácticas médicas
que se llevan a cabo pareciera como si las investigación estuviera
de un lado y el análisis ético del otro. El avance científico
técnico en el campo de las ciencias médicas en los últimos
tiempos ha sido notable, necesario y reconocido por la sociedad, pero
me pregunto si muchas veces, el análisis ético, los interrogantes
de si constituye un bien para el ser del hombre o no, de si es un signo
de vida o de muerte; surgieran en el debate después de demostrar
que tal práctica es posible, cuando el proceso debiera ser inverso,
pues se sentarían las bases antropológicas de toda investigación.
La mayoría de los trabajos presentados hicieron un profundo análisis
de sus proyectos y tesis, pero en mi opinión se quedan sólo
a este nivel, que es el primer nivel del análisis bioético,
nos faltaría pasar al nivel de la fundamentación antropológica
que le da su esencia, para luego pasar al nivel de la concreción
y proposición a nivel social.
No nos contentemos solamente con la existencia de estos espacios puntuales,
valiosos y muy necesarios. Estos deben ser el impulso para multiplicar
a nivel de nuestros centros asistenciales, los eventos y jornadas bioéticas,
reuniones de grupos de trabajadores de la salud, encuentros entre amigos,
etc., la reflexión sobre cuestiones bioéticas, para que
así el humanizar la ciencia para hacerla digna del hombre se
convierta en una realidad./Dra. María del C. Gort Henriquez.
VI FESTIVAL
DE MÚSICA CRISTIANA "PERLITA MORÉ" EN
VARADERO
|
VI Festival de Música Cristiana
Perlita Moré en Varadero
En la noche del pasado sábado
14 de diciembre de 2002 se celebró, como es ya una tradición,
en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en Varadero, la
sexta edición del festival de música religiosa cristiana
«Perlita Moré»; que tiene como objetivo principal
estimular y promover la creación en este arte, entre los jóvenes
de la diócesis matancera. Fue todo un espectáculo donde
hubo derroche de oración y música que hacían sentir
a Dios presente en cada momento.
Quince obras finalistas concursaron, con magníficos arreglos
orquestales realizados por músicos profesionales, que realzaron
notoriamente la calidad de este evento, obras compuestas por nuestra
gente de toda la diócesis, la que está presente animando
las misas de cada domingo, gente sencilla y con muchas ganas de dar.
La interpretan en su mayoría jóvenes, también menos
jóvenes, niños y adolescentes, todos unidos en un ambiente
de verdadera fraternidad cristiana.
Compositores e intérpretes (aficionados en su mayoría),
decididos a entregar lo mejor de ellos mismos a través de la
canción, luego de ensayos y una seria preparación durante
varias semanas, estaban ya listos, nerviosos, pero sobre todo, los unía
una misma fe y el deseo mayor de servir al Señor de la mejor
manera que lo saben hacer: cantándole.
La escenografía llamó la admiración de todos los
que iban llegando: elegante, sobria, de exquisito buen gusto y economizando
recursos. Fue concebida y ejecutada por tres jóvenes artistas
plásticos del patio que tradicionalmente lo vienen haciendo y
supieron transformar el hermoso templo, en una verdadera sala de conciertos,
iluminando con una intermitencia armónica, los contornos de guitarras
de diversos tamaños y posiciones que sobresalían en todo
el fondo oscuro del escenario, encuadradas en una gigantesca y brillante
verja colonial, con sus medio-puntos que nos recordaba a todos la casa
en Cárdenas de Perlita Moré.
Entre el público asistente se encontraba nuestro Cardenal Jaime
Ortega, fiel seguidor de estos evento. Se estima que una multitud superior
a 800 personas estaba presente y con gran entusiasmo participaba sin
perder cada detalle de este apreciado evento musical. Es de destacar
que desde horas tempranas en la tarde, llegaban los transportes desde
los más remotos lugares de la diócesis.
En uno de los laterales del templo, estaba expuesta una interesante
muestra de arte de Mariam Quintana Hernández y Vicente Enríquez
Landín, dos artistas jóvenes cristianos de Cárdenas
y Perico, respectivamente.
Con una sonorización agradable y de alta calidad y un discreto
pero efectivo diseño de luces, comenzaba el festival que, desbordado
de buena música para alabar al Señor, tuvo como apertura
al proyecto musical «Agua Viva» de Matanzas, quienes nos
regalaron su «Son de Alabanzas» canción premiada
en el pasado festival y que sirvió para presentar una bien montada
rueda de casino, bailada por jóvenes de la comunidad de Varadero.
Desde este primer tema musical, fueron contagiados todos los participantes,
en un ambiente de verdadera alegría y gozo cristianos, aplaudiendo
y apoyando a sus intérpretes, de manera que, el público
formaba parte del propio espectáculo, era el pueblo matancero
de Dios que vibraba a todo dar.
Así comenzó la gala, y escuchándose el ya tradicional
tema del Festival, una hermosa orquestación del salmo 41 «Como
por las fuentes de agua», aparecieron los presentadores, quienes
con la habitual gracia de ediciones anteriores y dominio de la animación,
mantuvieron la atención del auditorio durante las casi tres horas
que duró este festival. No faltó la reflexión,
también el buen humor, muy creativos en el guión fueron
hilvanando cada obra, dando paso a la siguiente. Y en una primera parte
del concurso, disfrutamos de un momento lleno de fantasía, donde
los animadores se convirtieron de repente en niños, apareciendo
en escena dos muchachitos muy simpáticos que, se encargaron de
presentar el bloque de las canciones infantiles concursantes y nos hicieron
soñar..
«Al encuentro del Pesebre» fue un bello momento del espectáculo,
donde se disfrutó de conocidos villancicos interpretados por
el coro «Alegría Navideña» integrado por adolescentes
y Jóvenes de la parroquia de Pueblo Nuevo de Matanzas, bajo la
dirección musical de Margarita Baluja, quien con originalidad
llevó a estos jovencitos a un escenario exigente. Le siguió
un dúo de violín y piano integrado por Sheila Rosa García
y Judith Sánchez que interpretaron «Noche de Paz»,
el cierre de esta parte, estuvo a cargo del Trío Impacto, dirigido
por Rubén Rodríguez, quienes siempre tienen gran acogida.
En el intermedio, durante la deliberación del jurado, el público
escuchó las mejores canciones del pasado festival, donde revivimos
momentos de verdadera emoción.
El jurado estuvo integrado por Conchitica Moré (musicóloga),
el P. Francisco Campos (Vicario General Diócesis de Matanzas),
Rubén Rodríguez (músico), la Hna. Mary Garriga
r.s.s.c, el P. Roberto Carboni o.f.m.c., Ing. Jorge Gómez (responsable
de Medios de comunicación social) y Luis Llaguno (director del
grupo musical Nuestra América) quien fungió como presidente.
Tras una larga deliberación, el jurado otorgó los siguientes
premios:
Mejor canción infantil «El pececito, la conchita y el caracol»
compuesta por Lolita de La Torre de Varadero e interpretada por la talentosa
niñita cardenense de seis años Alina María García.
El premio a la mejor canción litúrgica, fue otorgado al
compositor e intérprete René Castiñeiras de Varadero
con su canción «Que te alaben los pueblos».
Se entregaron tres premios de interpretación: El primero fue
compartido entre Mirtica Mazón de Matanzas, quien magistralmente
interpretó «Todo es por ti y para ti» de Sheila Rosa
García y Jeannete Miglán, también de Matanzas,
que hizo gala de su dulce voz interpretando «En Belén nació
el amor» de Disnarda Elena Gutiérrez. El segundo premio
de fue para el dúo integrado por Thais Rodríguez y Susy
Paso, dos jovencitas de Cárdenas que defendían la obra
titulada «Cerca de tí está la vida» compuesta
por María Elena Pérez. Hubo otras interpretaciones dignas
de mencionar como la del dúo de Disnarda Elena Gutiérrez
y su esposo Héctor Hernández de Matanzas, la del joven
Yoandy Armando Borges de la parroquia de Colón, Magda Guash de
la comunidad del central España Republicana del municipio de
Perico, Riquel Díaz de Pedro Betancourt, el cuarteto de adolescentes
de Varadero «Nuevas Espigas», entre muchos otros que, aunque
no fueron premiados, demostraron la calidad creciente de este festival.
En composición el primer premio lo obtuvo Sheila Rosa García,
joven matancera, con la canción «Todo es por tí
para tí» Se otorgó el segundo premio a María
Elena Pérez, de Cárdenas, con la obra «Cerca de
tí está la vida». El tercer premio fue para Moisés
Castillo con un sabroso son navideño titulado «Tiempo de
Alegría» que fue interpretado por el proyecto «Agua
Viva» de Matanzas.
Las menciones las merecieron: Bernardo Valido de Matanzas por su canción
«Si el grano de trigo no muere», interpretada por el cuarteto
«Nuevas Espigas» de Varadero, Yoandy Armando Borges de Colón
autor e intérprete de «Es Enmanuel» y Carlos Javier
Hernández de Varadero autor e intérprete de «Sólo
tú Señor.»
Como todos los años, las canciones finalistas quedarán
grabadas en un disco compacto que, sin dudas es el mejor premio que
pueden recibir autores e intérpretes de cualquier festival.
Finalizó la noche con un coro gigante, todo el pueblo puesto
de pie entusiasmado y feliz, unía sus voces a la de todos los
artistas que colmaban el escenario, para cantar de Perlita Moré
el conocido villancico «Cuba canta un son».
Siempre nos vamos con la impresión de que el último festival
supera nuestras expectativas y es porque hay un equipo de personas que
pone todo su amor y empeño desde que se lanza la convocatoria;
por eso un especial agradecimiento hay que dar a la Comisión
de Medios de Comunicación Social de la Diócesis que produce
y organiza este festival y a la comunidad católica de Varadero,
comunidad anfitriona, por su acogida y esmerada atención, haciendo
posible esta hermosa fiesta de todos los cristianos de nuestra diócesis.
El Festival es más corazón que recursos materiales de
los que siempre se ha estado escaso, pero hay nombres que lo hacen digno
como espectáculo, por eso aquí van más que los
merecidos créditos, el agradecimiento de todos los que disfrutamos
de una noche especial.
Jorge Gómez
Ingeniero matancero
Presidente de la Comisión Diocesana
de los Medios de Comunicación Social.
CENTENARIO
DE LA DIÓCESIS DE CIENFUEGOS
|
« La mejor ofrenda que podemos
presentarle al Señor de la Historia en esta celebración
jubilar es hacer un recuerdo sintético y agradecido de cuanto
ha sido bendición de Dios a lo largo de estos cien años»
(Homilía de Mons. Emilio Aranguren Echeverría, Obispo
de Cienfuegos.)
«Hoy, 20 de febrero del año 2003, celebramos cien años
de que el Papa León XIII consideró oportuno que en la
isla de Cuba, además de las Iglesias de Santiago de Cuba y de
La Habana, se marcaran en el espacio de la geografía otras dos
nuevas Iglesias: la de Pinar del Río y la de Cienfuegos, asignándole
a esta última el territorio de la entonces Provincia de Santa
Clara que, posteriormente, fue llamada: Las Villas.» Así
comenzó su homilía Mons. Emilio Aranguren Echeverría,
Obispo de Cienfuegos, en la Misa por el Centenario de la Diócesis,
celebrada en la Santa Iglesia Catedral «La Purísima Concepción».
La celebración fue todo un recorrido por la historia eclesiástica
de la región. En su homilía, el Obispo hizo mención
de las diferentes congregaciones religiosas, sacerdotes e instituciones
que han dejado su huella en los diferentes capítulos de la vida
de Cienfuegos. «La mejor ofrenda que podemos presentarle al Señor
de la Historia en esta celebración jubilar es hacer un recuerdo
sintético y agradecido de cuanto ha sido bendición de
Dios a lo largo de estos cien años», expresó Mons.
Emilio.
Las etapas de la historia de la Diócesis fueron presentadas por
el P. Oscar Herrera, jesuita cienfueguero, en el ofertorio. Estas etapas,
encabezadas por la memoria de los obispos cienfuegueros, fueron retratadas
por laicos y representantes de las congregaciones religiosas que se
hicieron presentes en el territorio durante estas décadas. Estas
etapas se denominaron: «Los inicios» (1904-1916); «Los
primeros pasos» (1917-1925); «La madurez» (1935-1958);
«Década de prueba», (1961-1970); «Proyección
pastoral» (1971-1995); y «Abiertos a la misión»
(1995-2003). Estos representantes se acercaron al presbiterio donde
fueron acogidos por Mons. Emilio. Posteriormente, se acercaron también
laicos de toda la Diócesis portando en sus manos la historia
de sus respectivas comunidades en fotografías y símbolos.
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S.E. Monseñor
Emilio Aranguren,
Obispo de Cienfuegos, durante la homilía
en la celebración del Centenario de la Diocesis.
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En la celebración estuvo presente el Arzobispo de Camagüey,
Mons. Juan García, así como el clero diocesano y sacerdotes
y religiosas nacidos en el territorio o que trabajaron en él
durante algún tiempo. Mons. Juan García expresó
su regocijo por participar en el jubileo de la Diócesis y ante
las perspectivas de trabajo y misión para el futuro, dijo que
los cienfuegueros «no deben temer nada» pues desde sus inicios,
la Diócesis está bajo el patronato de María, la
Inmaculada Concepción y «una madre siempre cuida de sus
hijos y éstos no tienen nada que temer». Al finalizar,
utilizando el lema tan conocido de Mons. Emilio, dijo: «¡Animo!
y adelante». Luego, los fieles que asistieron a la celebración
se congregaron en el exterior de la Catedral, frente al atrio, y desde
éste, Mons. Emilio dirigió la bendición final.
En ella, después de explicar su costumbre jubilar de bendecir
desde el atrio algunos edificos representativos de la historia y la
cultura de la ciudad (el Ayuntamiento o edificio de gobierno del Poder
Popular, el Teatro Terry y el Colegio San Lorenzo), expresó su
sentido de hacerlo desde la Catedral: «...la Iglesia Catedral
es el edificio que, en medio del pueblo, representa no sólo a
su comunidad local sino a toda la Iglesia Diocesana y, por tanto, como
el territorio de nuestra Diócesis está bañado en
el Sur por las aguas del Caribe, desde su atrio bendigo a las parroquias
que están situadas en el Oeste de la Diócesis (Aguada,
Yaguaramas, Abreus); a las del Norte (Rodas, Ariza, Palmira, Cartagena)
y, también a las del Este (Cruces, Camarones, Lajas, Cumanayagua
y hasta Trinidad)». /Tony Pino V.
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Procesión
de entrada en la celebración del Centenario.
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"DE
FIESTA CON LA IGLESIA JOVEN"
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elebrar la vida, es un hecho que el ser humano siempre ha realizado
con gran alegría, no sólo para el homenajeado, sino también
para todos los que han tenido la oportunidad de compartir sus momentos
buenos y malos. A medida que los años van pasando, y la persona
llega a la ancianidad, sus seres queridos se esfuerzan porque cada cumpleaños
sea inolvidable.
Este año los católicos pinareños estamos de fiesta,
¡y en grande!, porque alguien muy querido para nosotros ha arribado
a su primer centenario, alguien muy especial, que nos ha acogido durante
años bajo su seno y nos alimenta con el mejor de los manjares,
alguien que a pesar de sus cien años, cuenta una historia de
más de tres siglos, y aún sigue siendo de las más
jóvenes. La Diócesis de Pinar del Río está
de cumpleaños, y sus hijos se lo celebramos como a la Madre querida
que desde que nos trae a la vida está junto a nosotros en los
días de sol abundante, pero también de nubes grises y
fuertes tormentas, porque camina con nosotros siempre, aún cuando
el hijo no percibe la presencia de la madre. Son cien años que
marcan una senda, que iluminan el peregrinar de la Iglesia cubana, que
pronuncian la palabra de aliento en medio del dolor de un pueblo. Y
llenos de orgullo y de gratitud al Señor, por ser parte de esta
Iglesia pinareña, los jóvenes de todos los rincones de
la Diócesis nos encontramos para festejar este acontecimiento
único en nuestras vidas.
El 15 de febrero amaneció Pinar del Río con un numeroso
movimiento de jóvenes que se encontraban en sus vicarías
para comenzar el encuentro, reflexionando sobre el papel del Joven Cubano
en la Iglesia de Hoy, animando la mañana con cantos, trabajos
por equipos y el compartir del almuerzo que cada uno había traído,
porque el pan que se comparte sabe mejor. Sobre el mediodía,
hubo de nuevo movimiento, pues después del trabajo vicarial de
la mañana, era necesario encontrarnos como diócesis, por
eso Consolación abrió sus puertas para acogernos a todos
con sus mejores muestras de amabilidad. El grupo musical Peregrinos
del Amor haciendo honor a su nombre, nos esperaba en la entrada
del templo parroquial para hacernos sudar con su ritmo caliente, como
el fuego del Espíritu que aleteaba entre nosotros. La alegría
por ver a los amigos de siempre que hacía meses no veíamos,
la tensión por los preparativos de la Eucaristía, la experiencia
de entrar al templo que para muchos era la primera vez, el ambiente
en el pueblo, por aquella gente que llegaba en camiones pero muertos
de risa, con chistes y cantos, anunciándoles una alegría
que no brotaba de la botella de alcohol o del alarde machista de haber
ganado alguna pelea violenta contra otro ser humano. Así fue
nuestra llegada.
Pero la cosa no terminó ahí, ahora sí
se puso buena, porque no podía faltarnos la compañía
de nuestro Pastor incansable que acudió a nosotros, para hacernos
presente en el sacrificio del Altar al Señor de la Historia,
a aquel por cuya gracia divina, podíamos estar viviendo una experiencia
tal.
En el inicio del Tercer Milenio, la tecnología no podía
estar ausente, por eso el rito de entrada de la Misa estuvo animado
por una presentación en Power Point, que nos mostraba un recorrido
sencillo pero con historia profunda en cada palabra, de la vida de la
Diócesis. Comenzaba así la Eucaristía, es decir,
la Acción de Gracias a dios que se hacía presente para
recordarnos que el amor a la Iglesia brota del sacrificio y el compromiso
que asume cada cristiano responsablemente en la construcción
del Reino.
Luego de escuchar el Evangelio, cada vicaría expresaba de diversas
formas, el fruto de la reflexión de la mañana. El Ofertorio
fue el momento para presentar al Señor, signos de nuestra Provincia-Diócesis,
tales como la orquídea y el azufre, así como las banderas
de la Acción Católica y una cruz, que representaban el
trabajo del laicado pinareño a lo largo de estos años.
Junto a ellos se acercaron al Altar, las fotos de los obispos que han
acompañado a la Iglesia pinareña en este siglo de vida,
y que nos siguen acompañando con sus oraciones desde el lugar
donde se encuentren, ya sea en otra diócesis o desde la Casa
del Padre.
La Eucaristía concluyó con la presentación del
disco Caminante Soy de la Hermana Blanca Aurora, quien nos
quiso hacer el regalo de sus canciones, porque somos los jóvenes
parte del sentido de su entrega a la Iglesia, y muchas veces necesitamos
recordar que en la cruz y el dolor nace la esperanza (Canción
Busco tu rostro).
En ese ambiente pasamos el día, con la alegría de lo vivido
y el deseo de volver a vernos el día 20 en la Catedral, pero
sobre todo enchidos por el amor a esta Iglesia nuestra, que por pura
gracia de Dios, camina con la frente en alto, porque su vida, aunque
con sombras, ha sido un esfuerzo constante por mantenerse fiel a Jesucristo,
su único Señor, entregada al servicio de la persona, orgullosa
de no doblar su rodilla ante ningún mortal, viviendo un caminar
hacia el Calvario, pero con la mirada fija en la Resurrección,
que todos sabemos que algún día sucederá. /Tania
Gómez Rodríguez.
COMUNICADO
DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE JUSTICIA Y PAZ
|
COMISIÓN EPISCOPAL JUSTICIA Y PAZ CUBA
Calle 26 No.314 e/ 3ª y 5ªAve. Miramar.
Playa. C.Habana 11300. Teléfonos: (53-7) 204-2001, 209-2395 Fax
204-2168
La Comisión Episcopal Justicia y Paz de la Iglesia Católica
en Cuba, ante las actuales circunstancias que vive nuestro país
y el mundo, desea compartir las siguientes reflexiones:
1- Denunciamos el uso de la guerra para, supuestamente, solucionar
los conflictos entre naciones y al interior de las mismas. Ratificamos
nuestra convicción de que el diálogo, la negociación
y el arbitraje de los Organismos Internacionales, son los caminos y
los escenarios donde la justicia, el respeto a los derechos humanos
y la convivencia pacífica deben ser preservados y promovidos.
El caso de la guerra en Iraq y en otros países del Oriente Medio
es un ejemplo de lo que sucede cuando, por un lado, se desconocen los
derechos de los ciudadanos y de los pueblos, se violan las resoluciones
de la Naciones Unidas y, por otro lado, lo que ocurre cuando algunos
países asumen unilateralmente lo que le corresponde a la comunidad
internacional.
2- Lamentamos profundamente, por otra parte, que en nuestra
Patria se estén usando métodos inapropiados para descalificar
y detener a personas por el hecho de que piensen y actúen de
manera diferente a la ideología oficial.
3- Reconocemos que la sociedad y el Estado deben trabajar, mancomunada
y perseverantemente, por erradicar los fenómenos de corrupción,
el uso de drogas y otras desviaciones sociales. En este necesario trabajo,
debemos buscar y solucionar las verdaderas causas y no sólo los
efectos de estos fenómenos. Esto debe hacerse respetando siempre
los derechos y la integridad que son inherentes a todas las personas,
incluso a las que delinquen.
4- Consideramos, además, que no han de confundirse los
métodos utilizados con las personas que delinquen y el modo de
tratar con quienes disienten políticamente. En este último
caso ha de ponerse en práctica el debate público de ideas
y el diálogo nacional.
5- Reconocemos, así mismo, que debe ser salvaguardada
la soberanía de cada país y que las demás naciones
deben respetar los procesos internos de cada pueblo sin injerencias
extrañas.
Elevamos nuestra confiada oración al Señor Jesucristo,
Príncipe de la Paz, para que podamos edificar, entre todos, la
deseada paz interior en el corazón de cada persona y la paz en
nuestras familias, en nuestra sociedad y en el mundo entero.
Comisión Episcopal Justicia y Paz de Cuba
Camagüey, 23 de marzo de 2003.
DECLARACIÓN
DEL CONSEJO DIOCESANO DE LAICOS
DE PINAR DEL RÍO
|
El Consejo Diocesano de Laicos de la Diócesis de Pinar del Río,
reflexionando sobre la situación actual en Cuba, percibe una
realidad cualitativamente nueva en la vida de nuestro pueblo y manifiesta
su preocupación por el rumbo futuro que pueda tomar el acontecer
nacional.
Se evidencia descontento y confusión crecientes en nuestro pueblo,
debido a las condiciones críticas para la subsistencia, agudizadas
por el freno a nuevos proyectos viables, al trabajo por cuenta propia
y a otras formas de independencia económica éticamente
aceptables, lo que deja a muchas personas sin recursos para vivir dignamente.
También vivimos un recrudecimiento de la intolerancia y la persecución
manifestado en detenciones y juicios sumarísimos a opositores
o disidentes, para los que se pide severas sanciones, que nunca deberían
ser aplicadas a persona alguna por el hecho de pensar y actuar pacíficamente
de modo diverso.
Por otro lado, se puede percibir una madurez gradual de la oposición
política que ha sido puesta a prueba en esta coyuntura, y al
mismo tiempo una apertura de nuevos espacios de solidaridad y participación
del resto de la sociedad civil.
Por esto creemos que son tiempos de:
- Mantenernos fieles a nuestra Fe, viviendo su dimensión profética
y solidaria desde nuestro compromiso personal y comunitario, especialmente
con los que sufren.
- Manifestar total transparencia, cordura y serenidad, en lo que se
dice y se hace.
- Buscar siempre el diálogo como vía de solución
a los conflictos y desterrar la violencia como actitud y como modo de
vida. La cerrazón, el endurecimiento, y el ataque a las personas,
desde cualquiera de las partes, nunca son métodos válidos
para salir de las crisis.
- Promover la comprensión y la solidaridad entre personas y
grupos más allá de las diferencias, acompañando
a todo aquel que sufre la injusticia (Cfr. Homilía del Papa en
la Plaza José Martí de La Habana, p5b).
De la buena voluntad y el espíritu de concertación de
todos, depende en gran medida la superación pacífica de
la crisis que vivimos, con el menor costo humano posible. Pongamos todo
nuestro empeño para que así sea.
Elevemos nuestra oración confiada a la Virgen de la Caridad,
madre de todos los cubanos, para que haga de la nación cubana
un hogar de hermanos y hermanas.
Consejo Diocesano de Laicos
Pinar del Río, 6 de abril de 2003
5to domingo de Cuaresma
IV Salón de Arte Sacro. Dedica a la Virgende
la Caridad.
Entrega de obras. Hasta el 20 de abril de 2003 en el
Obispado de Pinar del Río.
Inauguración 13 de Mayo de 2003.