Para referirnos a este acontecimiento, es necesario hacer
un breve recuento para recordar a los primeros hombres que lucharon,
llenos de fervor patriótico, para forjar una Nación libre
e independiente, que en este año conmemoramos su Centenario,
henchidos de fe y esperanza por un futuro mejor, como lo soñara
nuestro Apóstol José Martí: "Con todos y para
el bien de todos".
A principio de la tercera década del siglo XIX comenzaron a vislumbrarse
en la Isla sentimientos de nacionalidad que sirvieron para poner de
manifiesto los progresos que en el orden de las ideas y aspiraciones
políticas había alcanzado el cubano. La precisión
de notables pensadores como Félix Varela - el que nos enseñó
primero a pensar -, de Gaspar Betancourt Cisneros, José Antonio
Saco y José de la Luz y Caballero, ya como maestros, ya como
discípulos aventajados comenzaron a regar la simiente regeneradora,
concurriendo al fin común de que había sed de justicia
y ansias de redención.
El pueblo cubano, tomando conciencia del cuadro de horror de la dominación
española en la Isla, ofreció de buena voluntad en aras
de su deber patriótico la vida de sus mejores hijos, comenzaron
los preparativos para conquistar al precio que fuera necesario la libertad
política y la justicia social, antes de resignarse a la ruina
y a la muerte del martirio. Cuba había despertado.
Con el fracaso de las reformas de 1867 se reafirmó el régimen
absolutista, produciéndose gran indignación en la Isla,
dando paso a la Revolución iniciada por Carlos Manuel de Céspedes
en La Demajagua, el 10 de Octubre de 1868.
Después del levantamiento del 10 de Octubre de 1868, se eligió
entre los patriotas mambises una Asamblea Constituyente para dotar a
la República en Armas de una Carta Magna. Esta fue la primera
Constitución proclamada en Cuba y que tuvo vigencia y efecto
legal en el territorio liberado y entre los insurrectos. Había
nacido el orden Constitucional en Cuba.
El 10 de Abril de 1869, se reúne la Convención Constituyente
en Camagüey, en el poblado de Guáimaro, en sesión
secreta con el fin de redactar y aprobar la Constitución de la
República Cubana en Armas. Esta Constitución constaba
de 29 artículos. Creaba una República Parlamentaria con
amplios poderes, incluso más que el Presidente. Se aceptó
la bandera de Narciso López y se acordó que la de Carlos
Manuel de Céspedes ondeara para siempre en el Parlamento cubano.
Creó la Cámara de Representantes que sesionó en
la manigua y eligió Presidente de la República de Cuba
a Carlos Manuel de Céspedes.
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El buque
norteamericano Maine entrando al puerto de La Habana.
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Después de cruentas luchas en la manigua en 1877
diversas causas quebrantaron mucho a la Revolución, hallándose
en decadencia. Céspedes, Agramonte, Mármol y Aguilera
y otros jefes militares habían caído en la contienda.
El Coronel Calixto García y el Presidente Tomás Estrada
Palma habían sido prisioneros; el General Gómez no tenía
mando militar, después que lo habían hecho renunciar al
mando de Las Villas y el Brigadier Antonio Maceo se encontraba gravemente
herido. Por otra parte, los cubanos en el extranjero estaban desalentados
y empobrecidos.
Toda esta situación dio motivo a que el 28 de Marzo de 1878 el
Gobierno aceptara el Pacto del Zanjón, poniendo fin a la Guerra
de los Diez Años. En realidad, la firma del Convenio era una
tregua que prepararía a los cubanos a una nueva etapa de lucha.
Miles de Cubanos y españoles habían caído en la
lucha. La riqueza de más de la mitad de la Isla había
sido destruida.
El pueblo cubano estaba consciente que el único camino para dar
solución a los graves problemas de la Cuba colonial era la lucha
armada por la independencia. No obstante, no haber podido alcanzar la
independencia al finalizar la Guerra grande, siempre estuvo presente
en la mente de los revolucionarios cubanos reiniciar la gesta libertadora.
Nuestro José Martí dedicó todos sus esfuerzos a
la organización del movimiento independentista que estallaría
en 1895. La fecha indicada de ese mismo año sería el 24
de Febrero. Una vez en Cuba los tres grandes de la guerra: José
Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, se reunieron
el cinco de Mayo de 1895 en La Mejorana.
En la entrevista, aunque no hay documentos que puedan dar fe de lo tratado,
se considera que allí se discutieron dos cuestiones básicas:
la organización del gobierno independentista y la preparación
lo antes posible de la Invasión a Occidente y otros asuntos como
la proposición de Martí de crear un gobierno de carácter
democrático, aunque no se llegó a un acuerdo en cuanto
a la forma de gobierno a adoptar.
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Fuerzas españolas
dirigiéndose al muelle el día de la evacuación.
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Después de la muerte de Martí el 19 de Mayo
de 1895, siguió la lucha por la independencia. En correspondencia
con los ideales martianos expresados en sus discursos políticos
escritos y en la entrevista de La Mejorana, con el deseo de plasmar
en una Constitución el espíritu y la legalidad de la República
que soñó el Apóstol , se reúnen en una Convención
Constituyente el día 16 de Septiembre de 1895 en los históricos
campos de Jimaguayú.
Esta Constitución constaba de 24 artículos y establecía
la organización general del Estado conferida a un Consejo de
Gobierno formado por un Presidente, un Vice-Presidente y cuatro Secretarios
de Estado: para la Guerra, Exterior, Interior y Hacienda. Se crea y
organiza un Poder Judicial independiente.
El establecimiento de un poder civil propugnado por Martí al
principio, fue votada por 15 votos a favor y cinco en contra.
Ante la Revolución, extendida por la Invasión a toda la
Isla, España envió cientos, de miles de soldados y a sus
más famosos generales. En la encarnizada lucha, Martí
y Maceo, dos de los tres conductores de la Guerra, como otros muchos
viejos revolucionarios, murieron en el primero y segundo años
de la Guerra, pero ésta continuó dirigida siempre por
el Generalísimo Máximo Gómez.
El General Weyler, extremó sus medidas de guerra, dictó
el bando de reconcentración de los campesinos a las poblaciones,
muriendo de enfermedades y de hambre más de cien mil personas,
entre ellos ancianos, mujeres y niños. Fue u verdadero genocidio
que se difundió principalmente por toda la América. En
medio de esta terrible situación surge por mandato de la anterior
Constitución que establecía un plazo de dos años,
si la guerra no terminaba antes, para redactar una nueva Carta Fundamental.
Se firmó en La Yaya el 29 de Octubre de 1897. Fue la más
completa y la última del período colonial. Constaba de
48 artículos y 5 Títulos que eran: Territorio y Ciudadanía,
Derechos Individuales y políticos, Régimen y Gobierno
de la República, Asamblea de Representantes o Parlamento y Disposiciones
Generales.
Como podemos observar, las tres Constituciones adoptadas en la Isla
en medio de las sangrientas guerras contra el colonialismo español,
tuvieron el mismo corte de un Gobierno Civil, al decir de Martí:
"Los sables cortan".
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El árbol
de la Paz, en Santiago de Cuba, al pie del cual se firmó
el armisticio que puso término a la guerra hispano
norteamericana.
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La Guerra Hispanoamericana
Al estallar la Guerra de Independencia en 1895, tanto los cubanos como
los españoles ansiosos de saber qué actitud adoptarían
los Estados Unidos. El presidente de la vecina república Grover
Cleveland, se limitó a manifestar desde el principio que el gobierno
norteamericano permanecería apartado del conflicto. Sin embargo,
el pueblo y los periódicos, influidos por los emigrados cubanos,
comenzaron a manifestar vivas simpatías por los revolucionarios
a medida que la guerra se prolongaba. Por tal motivo y teniendo en cuenta
los daños que sufrían las propiedades y el comercio norteamericano
en la isla, en Abril de 1896, el presidente Cleveland ofreció
su mediación a España para terminar el conflicto, la cual
fue rechazada por el gobierno español.
En Marzo de 1897 a Cleveland le sucedió en la presidencia William
Mac Kinley y la actitud de los Estados Unidos cambió muy pronto
al conocer las noticias que publicaba la prensa, acerca de la crueldad
con que el general Weyler dirigía la guerra, y de la mortandad
horrible de ancianos, mujeres y niños a causa del bando de reconcentración.
El Congreso norteamericano, arrastrado por la opinión popular,
se inclinaba cada vez más a adoptar medidas favorables a la intervención
de los Estados Unidos en la lucha para asegurar la independencia de
la Isla.
En Enero de 1898, por los disturbios que se originaron en La Habana
al asaltar los grupos armados los talleres de algunos periódicos
que combatían a Weyler con dureza, fueron causa de que el gobierno
de los Estados Unidos enviase a La Habana el barco de guerra "Maine".
Esto se consideró por parte de la opinión como una amenaza
que irritó a los españoles y alentó a los cubanos
partidarios de la independencia.
La exitación del pueblo norteamericano, que ya era muy grande,
aumentó enormemente al conocer el 15 de Febrero de 1898 la explosión
del crucero "Maine", donde casi todos sus tripulantes murieron
y otros quedaron heridos.
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El general
Wood recibiendo al Congreso cubano.
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La situación llegó a ser extrema, cuando el 11 de Abril
el presidente Mc Kinley se dirigió al Congreso, indicándole
la necesidad de imponer por la fuerza la pacificación de Cuba.
El 19 de Abril, se aprobó una resolución de las dos ramas
del Congreso en la cual declaraba: " que el pueblo de cuba es,
y de derecho debe ser libre e independiente", que España
debía renunciar inmediatamente a su soberanía en la Isla,
que el Presidente podía usar las fuerzas de los Estados Unidos
para llevar a efecto dicha resolución, y " que los Estados
Unidos no tenían intención ni deseo de ejercitar en Cuba
soberanía, jurisdicción o dominio para la pacificación
de la Isla", y afirmaba su determinación, cuando ésta
se hubiera conseguido, de "dejar el Gobierno y dominio de Cuba
a su propio pueblo". El presidente firmó esa resolución,
y al siguiente día se consideraban en guerra con España.
El 22 de Abril los barcos de guerra de los Estados Unidos aparecieron
frente a La Habana y quedó establecido el bloqueo de la Isla,
mientras el ejército norteamericano se preparaba para desembarcar
en Oriente y atacar a Santiago de Cuba.
El Gobierno norteamericano se puso en comunicación con el General
Calixto García, Jefe del Departamento de Oriente para que los
cubanos auxiliasen a los norteamericanos en sus operaciones contra los
españoles. El General Calixto García, cumpliendo instrucciones
del gobierno de la Revolución se puso al frente de 5,000 soldados
cubanos para ayudar a los norteamericanos que desembarcaron con 15,000
hombres el 21 de Junio, con el propósito de avanzar sobre Santiago.
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Don Tomás
Estrada Palma, primer presidente de la República.
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Después de rudos combates, Santiago de Cuba se rindió
el 16 de Julio y cinco días después el gobierno español
pidió paz. El 12 de Agosto se firmaron los preliminares de ésta
y al día siguiente se suspendieron las hostilidades. España
se vio obligada a cesar la lucha, a renunciar a su soberanía
en la Isla y a evacuarla totalmente para el 1º de Enero de 1899.
Este acuerdo comenzó a cumplirse inmediatamente , y las tropas
españolas fueron abandonando los pueblos, los cuales iban siendo
ocupados en su mayoría por las tropas cubanas en medio del regocijo
popular.
El 1º de Enero, a las 12 del día, según lo convenido,
el general español Adolfo Jiménez Castellano hizo entrega
del mando de la Isla al general norteamericano John Brooke. La dominación
de España había durado en Cuba trescientos ochenta y ocho
años.
El General Brooke se ocupó inmediatamente en organizar el gobierno
militar y civil de la Isla. Se nombraron gobernadores civiles para las
provincias y en el mes de Abril se creó el Tribunal Supremo.
El país había salido de la guerra totalmente arrasado.
En los campos no había una sola casa en pie. La miseria era general
y el estado sanitario verdaderamente horrible.
Los campesinos se dedicaron a levantar sus hogares destruidos y a cultivar
la tierra. Comenzaron a distribuirse medicinas y alimentos en todo el
país.
A pesar de lo enconado de la guerra, la paz y la concordia entre cubanos
comenzó a establecerse rápidamente, contribuyendo mucho
a ello el General Máximo Gómez con una proclama, y los
principales jefes de la Revolución con su ejemplo.
A los pocos meses, la paz y la seguridad se habían establecido
con firmeza en las ciudades y los campos. El pueblo cubano se aplicaba
con toda su energía a reconstruír el país, sin
odios ni rencores y sólo ansiaba el momento de ver la Patria
enteramente libre.
El General Brooke fue sustituido en el gobierno de Cuba por el General
Leonardo Wood, quien tomó posesión el 20 de Diciembre
de 1899. En medio de los grandes adelantos que realizaba el país,
los cubanos estaban ansiosos, en espera del momento en que se estableciese
la República y la Isla quedase independiente. El 25 de Julio
de 1900, se firmó un decreto convocando a elecciones para elegir
delegados a una Convención Constituyente, encargada de redactar
una Constitución para la República. Las celebraciones
se efectuaron y la Convención se abrió el 5 de Noviembre
de 1900, designándose Presidente de la misma al Doctor Domingo
Méndez Capote. El 21 de Febrero de 1901 quedó redactada
la Constitución, firmándose los dos ejemplares de la misma.
La Convención inició el estudio de las relaciones que
debían existir entre Cuba y los Estados Unidos, recibiéndose
entonces una indicación del gobierno norteamericano, sobre cuáles
debían ser - a su juicio - las relaciones citadas. La Convención
discutió y vaciló antes de aceptar las condiciones del
gobierno de Norteamérica, que, en opinión de algunos de
los delegados restringían la soberanía del pueblo cubano
en contra de lo acordado en la resolución conjunta del congreso
de los Estados Unidos el 19 de Abril de 1898.
Se enviaron comisiones a Washington y cuando los convencionales se convencieron
de que la aceptación de las condiciones indicadas eran indispensables
para el establecimiento, la aceptaron por mayoría de 16 votos
contra 11, el 12 de Junio de 1901, agregándose a la Constitución
en forma de apéndice, dichas indicaciones.
Después de aprobada la Constitución y aceptado el apéndice,
se redactó también una ley electoral. Con arreglo a la
misma, se efectuaron nuevas elecciones municipales y el 31 de Diciembre
de 1901, las de Representantes, Senadores, Gobernadores Provinciales,
y Presidente y Vicepresidente de la república. La candidatura
del General Tomás estrada Palma fue apoyada por el General Máximo
Gómez, llevando de Vicepresidente a Luis Estévez Romero.
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El castillo
del Morro el día en que fue izada por primera vez la bandera
cubana en la República.
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El regocijo popular era extraordinario. El día 16 se obsequió
con un banquete de despedida al Ejército norteamericano en el
Teatro Nacional.
Muy poco faltaba ya para que los cubanos viesen realizadas sus aspiraciones
para que Cuba fuera una República soberana e independiente, para
que ondeara triunfante en el Morro la bandera de la estrella solitaria,
pues ya se había fijado el 20 de Mayo para el cambio de poderes.
Llegado este día, que señala el triunfo definitivo de
los cubanos, la alegría era desbordante. Fue el momento más
emocionante de nuestra historia.
Las fuerzas americanas y cubanas se situaron desde temprano frente al
Palacio de la Plaza de Armas, con sus respectivas bandas de música.
Poco después de las once llegó a Palacio el Presidente
electo, acompañado de los Secretarios de su Gabinete . Siendo
cortesmente recibido por el General Wood y sus Secretarios de Despacho.
En sencillo acto se realizó la ceremonia del cambio de poderes.
Se reunieron el General Wood con su Estado Mayor y Secretarios, el Presidente
y el Vicepresidente con el Gabinete, el Cuerpo Consular, Senadores y
Representantes, el Tribunal Supremo y las más altas personalidades
de todos los sectores del país. Faltando cinco minutos para las
doce se dio comienzo a la ceremonia con la lectura de sendos discursos
por el General Wood y el Presidente Tomás Estrada Palma, en relación
con el trascendente acontecimiento en el que ambos desempeñaron
papel principal, concluyendo con el juramento del Presidente y Vicepresidente
y Secretarios ante el Presidente del Tribunal Supremo.
Estrada Palma, en su corta exposición dirigida a Wood, por la
cual se dio por enterado oficialmente que Isla de Pinos, como acababa
de manifestar el Gobernador, quedaba bajo la jurisdicción de
Cuba.
El cambio de bandera se efectuó en el momento en que se producía
en Palacio la ceremonia. Minutos después el Presidente de la
República requerido por el del Tribunal Supremo de Justicia,
prometió por su honor desempeñar fielmente su cargo, cumpliendo
y haciendo cumplir la Constitución y las leyes del país.
Estos actos, en los que no podía faltar una honda emoción,
estuvieron acompañados del entusiasmo delirante de las muchedumbres
que en los distintos lugares de la capital de la Isla participaban de
la alegría de un hecho glorioso. Las mujeres y los hombres que
participaron en el izamiento de la bandera tricolor con la estrella
solitaria aplaudieron y lloraron: sus vítores y lágrimas
resumían los anhelos y sacrificios de varios generaciones de
patriotas, que habían perecido en la demanda heroica y otros
eran actores y testigos del grande acontecimiento que a todos conmovía.
El hecho de que en los edificios públicos ondease la bandera
de mil batallas, mucho más que una trasmisión de poderes:
simbolizaba el advenimiento de Cuba a la soberanía internacional.
Cuba iniciaba su vida independiente, conquistada a costa de mucha sangre
y muchas lágrimas, llena de grandes, alentadoras y risueñas
esperanzas.
Al quedar constituida la República, el país se reponía
con rapidez de los quebrantos de la guerra, mayoreaba el orden y la
paz , y comenzaba a desarrollarse la agricultura, la industria y el
comercio. El Congreso estaba formado por Senadores y Representantes
bien reputados. La Nación había nacido con los tres poderes
del Estado: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial que funcionaban
con autonomía propia. Se respetaba la libertad de imprenta y
la libre expresión de pensamiento, única forma de exigir
a los gobernantes el cumplimiento pleno de la ley, implícito
en la Constitución de 1901.
El 20 de Mayo de 1902 constituye la fecha más significativa en
la historia de nuestro país, por ser escogido este día
para ser izada nuestra enseña nacional bajo el grito de ¡VIVA
CUBA LIBRE!
El 20 de Mayo fue declarado día de fiesta nacional por ley del
Congreso, sancionada por el Presidente de la República el 18
de Marzo de 1903. La Constitución de l940 establece en su artículo
67 a tenor de lo cual se dictó el Decreto Nº 3530 de 21
de Noviembre de 1940 por el cual se le reconoce a este día el
carácter de fiesta nacional. Esta gloriosa fecha estuvo vigente
hasta el año 1959.
Bibliografía:
1.-Guerra Sánchez, Ramiro. Historia de Cuba. Printed by S.A.
la Habana.1922.
2.-S. Santovenia, Emeterio. Un día como hoy. Editorial Trópico.
La Habana. 1946.
3.-Sánchez González, Aurelio y Lebredo Jorge, Gerardo.
Conmemoraciones Escolares. La Habana. 1947.