El teatro es una tradición
para los pinareños, por constituír una manifestación
importante para el desarrollo cultural. Es lamentable que esta ciudad
tenga que prescindir de instalaciones que han permanecido cerradas durante
años, retrasando el desarrollo del pueblo. Especialmente quiero
tratar sobre el Teatro "Milanés".
La génesis de esta edificación la encontramos en el plano
levantado el ocho de abril de 1844, por el topógrafo Mariano
Carlé Casadeval, quien señala que el primitivo teatro
estaba construido de yaguas y techo de guano, situado en aquel entonces
al fondo del café y fonda "El Capricho", de Ramón
Ventás, en la calle Real o Mayor (hoy Martí), pero con
entrada por el Camino de Mantua, Río Feo o Camino a San Juan
que con él formaba la esquina. Desaparecido el improvisado teatro,
el establecimiento comercial pasó por compraventa a Ricardo Fernández,
de ahí el nombre de Hotel "Ricardo".
Fachada
del Teatro Milanés (1948)
En 1840, Tranquilino Sandalio de Noda, políglota y científico
vueltabajero, en trabajos publicados en el Diario de La Habana, dedicado
a las diversiones de los residentes en la porción más
occidental de Cuba, narra que éstos improvisaban un teatro en
24 horas, construido de paredes de yagua y techo de guano, pero con
todos los elementos de un verdadero teatro: bastidores, tramoyas, entretechos,
boca, foro, concha del apuntador, etc. Agregaba que una vez terminada
la temporada lo desmontaban y no se notaba que allí había
existido una edificación en la cual se habían representado
obras de Moreto, Calderón de la Barca, Lope de Vega y otros autores
teatrales . El público que asistía disfrutaba de las representaciones
y salía altamente complacido.
Aunque construido de manera provisional se mantuvo aproximadamente ocho
años, desde el año 1832. Es de destacar que el topógrafo
Casadeval refleja también en el susodicho plano que ya en este
período, (1844), se encontraba en fase de construcción,
en sustitución del anterior, en la esquina de la calle Real (actualmente
Martí) y Colón un nuevo teatro de tablas y techo de tejas.
Al inaugurarse este teatro en el año 1845 se le nombró
"Lope de Vega", en honor del gran teatrista español
y creador de "Fuente Ovejuna".
En su construcción participó directamente la empresa de
"Viñas Gener", coadyuvando el Teniente Gobernador,
Coronel Dinisio Mondéjar.
Sobre el tetro "Lope de Vega", Sndalio de Noda diría
posteriormente en sus crónicas sobre Vueltabajo: " que además
de las representaciones que en su escenario hacían las distintas
compañías que visitaban Pinar del Río y otras de
la localidad, integradas por aficionados, sus salones servían
de albergue para las tropas españolas de guarnición en
esta ciudad, y para bailes, banquetes y otras actividades".
Cuando se celebraban los tradicionales bailes en el teatro "Lope
de Vega", la orquesta se situaba a la entrada del salón
y los niños que acompañaban a sus padres se divertían
también con sus juegos habituales, al ser envíados al
escenario separados de las parejas de bailadores. Además existía
un pintoresco "Bastonero", que se dedicaba a acomodar y a
guardar el orden , usando un vistoso traje y bastón

Mario del Pino Sandrino, regente
del Milanés y Cónsul en Nueva York
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Dionisio
Félix del Pino Díaz, propietario del Milanés
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José Valcárcel
Gutiérrez, administrador del Milanés

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Foto superior: Interior del
teatro Milanés en recuperación.
Foto a la izquierda: Juana
Josefa Díaz Farrap, esposa de Mario del Pino, junto a sus
hijos Félix, Rafael y Armando.
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En 1847, el Teniente Gobernador Dionisio de Mondéjar le introdujo
algunas modificaciones a tono con el auge que iba adquiriendo nuestra
población. El teatro medía en aquel entonces 32 varas
de largo por 20 de ancho, sencillo escenario de mediano tamaño,
34 palcos, 150 lunetas y un número indeterminado de localidades
(balcón y tertulia). Por su escenario ya habían desfilado
distintas compañías teatrales. En 1861 se estrenaba "De
Ninguna Manera", interpretada por aficionados pinareños.
Según el periódico pinareño "Eco de Vueltabajo",
fue en 1877 cuando comienza a tomar auge el teatro. El 11 de enero de
ese mismo año se presentó la compañía de
Ricardo Valero con las obras "Batalla de Damas", de Agustín
Eugenio Seribe y "No Mates al Alcalde", de Zamora y Caballeros.
El día 14 del propio mes se estrenó "Locura de Amor",
de Manuel Tamayo Baus. También debuta la compañía
de Enrique Satién con la actuación de la actriz pinareña
Úrsula Arteaga.
La programación del "Lope de Vega" se enriquecía
con nuevas puestas en escena. En ese período se presentó
la comedia de Pedro Marquina "El Poeta de Guardilla" y "Pascual
Bailón", presentado por la compañía de Benito
Chas Lamotte y otras de fama nacional y extranjera . En 1878 su escenario
se viste de gala con la compañía de Fuga y Goenaga.
A partir de la penúltima década del siglo XIX el referido
teatro no recibe espectáculos de teatro fuera del patio, sólo
se circunscribe a presentar algunas que otras representaciones, bailes
y otras actividades, así como la de alojar a las tropas españolas
acantonadas en Pinar del Río.
En el año 1880, éste fue adjudicado por compraventa a
Dionisio Félix del Pino Díaz, el cual lo reedificó
casi totalmente con la construcción de sus paredes de mampostería.
No obstante las mejoras introducidas, el teatro quedó estancado
hasta principios del siglo.
Sus salones fueron utilizados por el ejército español
para alojar a las familias campesinas reconcentradas por el inhumano
bando de Valeriano Weyler.
Es importante destacar que el teatro desde su aparición en 1832,
se alumbraba con carburo que producía el combustible. El fluido
venía a través de tuberías, instaladas en el exterior
e interior del vetusto coliseo y sus respectivas mechas se extendían
a distancia, y eran encendidas por un farolero, produciendo una llama
con buena iluminación para la época. Al inaugurarse la
planta de gas en 1861, esta fue sustituída por este tipo de combustible,
mejorando considerablemente su iluminación.
La planta matriz de gas se encontraba en la calle Galiano, en las inmediaciones
del arroyo del mismo nombre, distribuía el preciado líquido
por tuberías soterradas a través de las calles de la ciudad.
Este sistema de alumbrado se mantuvo hasta el año 1893, fecha
en que fue inaugurada la primera planta eléctrica.
Al nacer el teatro en Pinar del Río, las comunicaciones con la
capital del país eran extremadamente difíciles y no era
posible mantener una programación teatral sistemática.
Otra de las causas que impedían el desarrollo del teatro fueron
las guerras desatadas por los cubanos contra el colonialismo español
en 1868 y 1895. Pese a las dificultades apuntadas pasaron por el escenario
de nuestra querida institución decenas de compañías.
Continuando este breve recorrido sobre el teatro en nuestro terruño,
el 28 de Noviembre de 1898, las tropas españolas abandonaron
la ciudad al mando del Coronel Juan M. Pinillo de la Rosa. Las tropas
mambisas realizan su entrada victoriosa bajo la jefatura del general
Juan Lorente de la Rosa y con el motivo de festejar el triunfo , en
dicho teatro, se celebraron grandes fiestas; entre ellas un banquete
de gala que el pueblo pinareño le ofreció a los generales
Lorente y Varona. Ese propio día el Licenciado Félix del
Pino Díaz, le sustituye el nombre al teatro "Lope de Vega"
por el de "José Jacinto Milanés", poeta matancero,
hacia el cual Del Pino sentía una gran admiración.
Hasta el año 1907, el viejo coliseo de Martí y Colón
no sufrió más mejoras que la fabricación de su
azotea. En 1909, nos visitó una de las figuras más sobresalientes
de la ópera, Esperanza Iris, popular vedette argentina , conocida
por "La Reina de la Opereta y Emperatriz de la Gracia".
Con la aparición del cine silente en el año 1913 disminuye
el interés por parte de los empresarios en traer compañías
teatrales, por los grandes dividendos que recibían con la proyección
de películas, lo cual era un gran acontecimiento. No obstante
a este nuevo invento, en 1917 se presentó en el "Milanés"
la compañía del popular "negrito" Arquímides
Pous y en 1920 el "Bataclán de México", entre
otras compañías.
El 16 de agosto de 1922 se restaura nuevamente el teatro "Milanés"
por el ingeniero Carlos de la Rionda y se reinaugura con la compañía
de opereta de Ortiz de Sárate, además de otras compañías,
entre las que recordamos la del actor mexicano "Chaflán"
y el barítono Jorge Negrete, Garrido y Piñero, etc.
Al fallecer Félix del Pino Díaz, el 18 de Diciembre de
1931, el teatro "Milanés" pasa a ser regenteado por
su hijo Mario del Pino Sandrino, pero por su condición de Cónsul
de Cuba en Francia, Italia y New York, el teatro era administrado por
José Valcárcel Gutiérrez.En una de sus visitas
a su ciudad, Mario trajo consigo una postal de "Las Ninfas Desnudas",
la que entregó al pintor pinareño Ramón Mijares
para que la ampliara en óleo en el techo del teatro, y fue admirada
su belleza por el público que asistía a sus salones. Por
las costumbres de la época algunas damas asiduas al teatro dejaron
de concurrir por la erótica pintura, motivo por el cual Mario
orientó a Mijares para que cubriera con un velo transparente
a las Ninfas para satisfacer las quejas de las damas. La bella pintura
desaparecería al restaurarse el vetusto teatro en la década
de los años 1960.
Al inaugurarse el cine- teatro "Aida"(hoy "Praga",
el 9 de abril de l939, de Juan Pérez Valdés, por las magníficas
condiciones que ofrecía para este tipo de espectáculo
pasaron afamadas compañías y solistas, tales como la argentina
Libertad Lamarque, que acompañada por su esposo Alfredo Malerva,
el pianista Ernesto Lecuona, Bola de Nieve, Candita Quintana, la Embajada
Artística de la RHC (Cadena Azúl) de Amado Trinidad Velásquez,
la compañía de Juanito Borrás, Enrique Arredondo,
José Sanabria y otros. Este teatro sustituyó al vetusto
"Milanés" que sólo se dedicó a la presentación
de películas.
El 24 de diciembre de 1947 surge el cine-teatro "Riesgo",
considerado uno de los más espaciosos del país, ya que
contaba con 2400 lunetas entre balcón y tertulia con todos los
adelantos técnicos. Por sus salones desfilaron la "Opera
de Pekín", conocida mundialmente, y tantas otras admiradas
por la afición pinareña.
A partir de los inicios de 1961, estos teatros pasaron a ser administrados
por el Gobierno. El "Milanés"Deja de brindar sus funciones
de cine en 1967, para una nueva reparación, y abre sus puertas
el tres de octubre de 1975, dedicado exclusivamente para teatro. El
teatro vuelve a cerrar sus puertas a principio de los 90 y hasta la
fecha se mantiene cerrado, por lo que esperamos su pronta reinauguración.
Pinar del Río se ha quedado sin esta importante instalación
teatral, a pesar de que contamos con dos teatros que ofrecen las mejores
condiciones para recibir cualquier tipo de espectáculos, tales
como ballet, zarzuelas, orquestas sinfónicas, como los mejores
teatros de Cuba. Es lamentable que el público pinareño
se prive de estas manifestaciones culturales si cuenta con dos magníficos
teatros que están subutilizados.
Los pinareños nos sentimos muy preocupados al ver que en las
programaciones nacionales de disímiles espectáculos no
se menciona a nuestra ciudad, que también tiene el legítimo
derecho a desarrollarse culturalmente. Siempre La Habana, ¿Por
qué?
Recordamos que por el escenario del teatro "Lope de Vega"
primero, y el "José Jacinto Milanés" después,
han pasado centenares de compañías teatrales de famosos
dramaturgos nacionales y extranjeros a pesar del atraso secular que
se vivía, principalmente en la colonia, reconociendo además
las presentaciones de obras de la ciudad pinareña y municipios
aledaños.
Entre los siglos XIX y XX el coliseo de Martí y Colón
se ha convertido en uno de los principales exponentes de éste
género cultural, rivalizando con otros teatros del interior del
país, tales como "El Principal" de Camagüey (1850),
el "Esteban", que después cambiaría su nombre
por el de "Sauto", en Matanzas (1899), "La Caridad"
de Santa Clara (1885) y el "Terry" de Cienfuegos.
Por lo antes expuesto, a nuestro Teatro "Milanés" le
asisten sobradas condiciones, para orgullo de los pinareños,
que se le declare Monumento Nacional por reunir los parámetros
de valor histórico, arquitectónico y ambiental.