Revista Vitral No. 47 * año VIII * enero-febrero 2002


GALERÍA

 

LAS NOSTALGIAS DE BANASCO

TONY PIÑERA

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Julio César Banasco

(15 de agosto de 1967. Pinar del Río)
Miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Graduado de la Escuela Provincial de Arte, Pinar del Río (1982), de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Ciudad de La Habana, en 1986, y del Instituto Superior Pedagógico E. J. Varona en la Licenciatura de Educación Plástica, Ciudad de La Habana (1991). Labora como Conservador y Restaurador del Centro Provincial de Patrimonio Cultural y del Museo Polivalente de Pinar del Río.
Ha realizado numerosas exposiciones personales, entre las que destacamos:
"Tres cabezas no piensan más que una" Performance, y "Homenaje al Becado",ambas en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, en Ciudad de La Habana (1990); "Utopía del Interior" Museo Provincial de Historia en 1996; y también en ese año: "Utopía del Interior". Retrospectiva, en el I Taller Internacional de Museología y Sociedad, Museo Provincial de Junco de Matanzas; y de 1999: "Hiperestética del Insomnio", en la Dirección Municipal de Cultura de Pinar del Río, "Pabellón Cultural" en el Stand de Pinar del Río en EXPOCUBA, Ciudad de La Habana, y "El retardo de la esencia", en la UNEAC de Pinar del Río.
Obras de este creador se encuentran en colecciones privadas en Cuba, España, Argentina, Francia, Italia, Estados Unidos, Costa Rica e Inglaterra.
Ha participado en múltiples exposiciones colectivas en distintas convocatorias de los Salones Provinciales de Artes Plásticas, Pinar del Río, en los Salones Provinciales "14 de Diciembre", en los Salones de Arte Sacro (Casa de Las Hijas de La Caridad, Pinar del Río), en los Salones de Verano, etc. A continuación se destacan algunas de estas exposiciones, en los últimos años.
En 1996: fue curador y exponente del proyecto "Emancipación y Realidad", en el II Taller Internacional de Curaduría de los países andino, Cochabamba-Bolivia, auspiciado por la Org. de los Estados Iberoamericanos; participó en la Expo "Ventana Plástica", Dos Hermanas, Sevilla, España; fue mencionado al "Premio D' Arte" de la Asociación Hnos. Saíz en Pinar del Río.
En 1997: fue curador y exponente del proyecto "Excursión a Vuelta Arriba", Festival Internacional Romerías de Mayo, Holguín; participó en la VI Bienal Internacional de Pintura de La Habana: "Más allá de la Periferia", Pabellón Cuba; estuvo presente en la selección de "Joven Pintura Cubana de la Provincia P. del Río", en el Inst. de América Ctro Damián Bayón, Granada, España; y en "Pintores Pinareños, Diputación de Córdoba", Auspiciado por la O.N.G. Centro de Iniciativas para la Cooperación Batá y la UNEAC; así como en XVIII Certamen Nacional de Pintura de Ciudad Utrera. España. (Premio Selección).
Al siguiente año participa en el III Coloquio Internacional de Artes Plásticas, "Símbolos y otros Recuerdos", en el Centro Prov. Artes Visuales, Pinar del Río; en la III Muestra de Artes Plásticas al Aire Libre, Dos Hermana,. Auspiciada por el colectivo artístico Ventana Plástica, en España; y en las Expos de pintores pinareños en la Galería ARTETECA, y en la Galería Hator, ambas en España.
En el 2000 expone en la Galería Galiano, Ciudad de La Habana, junto a otros cinco plásticos pinareños; y en el 2001, en la Expo "100 años de Arte", en el Museo de Artes Plásticas de Pinar del Río (MAPRI)

 


Un buen dibujo debe ser como una cesta de rejilla trenzada de la que no se puede sacar una paja sin dejar un agujero.

Henri Matisse

El peso de mi sombra
Dibujo a carboncillo/cartulina. 121x80 cm


Por el laberinto de nuestras vidas uno recoge experiencias, despeja incógnitas, despierta sueños, deshace ilusiones y encuentra sorpresas. Por el camino, Julio César Banasco tocó la luz en la pintura-dibujo y sus anhelos cobraron formas. Modeló pensamientos, esculpió ideas, y pintó la vida. Ese saco de cargas pesadas acumuladas en el diario bregar.
En el comienzo fue la línea, esa que en el tiempo y de su mano recorre papeles y cartulinas trazando un mapa que nos conduce inevitablemente hacia estancias de la memoria... La línea que dibuja, ilustra y pinta, porque todo eso hace el creador, nos inunda la mirada de imágenes que magnetizan, hablan, y nos llevan de paseo por su realidad.
Al contacto con la obra de Banasco, uno de los más interesantes creadores que actualmente "visten" la plástica pinareña, enseguida uno percibe una concepción imaginativa, desarrollada con la espontánea asimilación de los nuevos medios. No es sólo el ojo moderno liberado del yugo de la centralidad, sino la capacidad de síntesis formal y, sobre todo, de síntesis narrativa, sabiendo aprovechar al máximo las sugerencias de lo visible cuando se presenta como una presencia encubridora. El mérito del artista su eventual comprensión de la especificidad del hecho plástico, enfatizando su dureza, su consición, en el sentido de la imagen pintada.
En sus dibujos, perfila una actitud y un credo estético: el de la racionalidad de los elementos y la síntesis en la representación. Banasco es un artista diestro y cuajado de sutilezas, que consigue orquestar la figuración en atmósferas variables, resueltas por la síntesis de lo visto en texturaciones de superficies no artísticas y tropismos ambientales. Por lo esmerado de la factura y la función de los detalles, el trazo se mueve en un área en la que comprime sensaciones, integra sensualidad y suma motivos procedentes de la cultura y los sucesos humanos corrientes (en gran escala los suyos).
Como un sobreviviente de fantasmales naufragios, Banasco nos entrega visiones de viajes interiores que luego traduce con una línea precisa, un trazo vigoroso y transparencias de sutiles tonalidades que se acomodan entre las formas. Portadas de un sólido rigor constructivo, sus creaciones, son reflejos de una vivencia onírica o de pensamientos, como si el artista, luego de mirar distraídamente hacia el linde neblinoso del espejo, obligara a su imagen a salirse de él, a desafiar impávidamente una hueste de aparecidos o interrogara soledades, y ya de retorno, con la imaginación transida de quiméricas anatomías y fragmentos de toda índole, el arte del autor comenzará a unir lo disperso y a dispersar lo unívoco en una transmutación en la que clama, se retuerce y vibra el ingenio del artista por ordenar la realidad.
Realidad personal o colectiva que se nutre de leyendas, mitologías, donde el rostro, la figura humana, la naturaleza y los signos-símbolos se cobijan en una amalgama compacta por donde se traslucen sentimientos que se metamorfosean con las imágenes. Sus trabajos reflejan, pues, el alma, repleta de preguntas, anhelos, tristezas y alegrías que se aglomeran en un espacio pequeño semejante a un embrión. Díjose embrión y apreció la fecundidad con todos los sinónimos posibles de esa acepción....

 


El reflejo del pintor
Dibujo a carboncillo/cartulina. 65x50 cm
 

La apariencia del nuevo ser
Dibujo a carboncillo/cartulina. 65x50 cm



Dador de huella
Dibujo a carboncillo/cartulina. 121x80.5 cm
 

Pesantes del reposo (autorretrato)
Dibujo a carboncillo/cartulina. 121x80.5 cm

 

Revista Vitral No. 47 * año VIII * enero-febrero 2002
(Tomado del Catálogo de la Exposición "El peso de mi sombra")