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Julio César
Banasco
(15 de agosto de 1967. Pinar del
Río)
Miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Graduado de
la Escuela Provincial de Arte, Pinar del Río (1982), de la
Escuela Nacional de Artes Plásticas, Ciudad de La Habana,
en 1986, y del Instituto Superior Pedagógico E. J. Varona
en la Licenciatura de Educación Plástica, Ciudad de
La Habana (1991). Labora como Conservador y Restaurador del Centro
Provincial de Patrimonio Cultural y del Museo Polivalente de Pinar
del Río.
Ha realizado numerosas exposiciones personales, entre las que destacamos:
"Tres cabezas no piensan más que una" Performance,
y "Homenaje al Becado",ambas en el Instituto Superior
Pedagógico Enrique José Varona, en Ciudad de La Habana
(1990); "Utopía del Interior" Museo Provincial
de Historia en 1996; y también en ese año: "Utopía
del Interior". Retrospectiva, en el I Taller Internacional
de Museología y Sociedad, Museo Provincial de Junco de Matanzas;
y de 1999: "Hiperestética del Insomnio", en la
Dirección Municipal de Cultura de Pinar del Río, "Pabellón
Cultural" en el Stand de Pinar del Río en EXPOCUBA,
Ciudad de La Habana, y "El retardo de la esencia", en
la UNEAC de Pinar del Río.
Obras de este creador se encuentran en colecciones privadas en Cuba,
España, Argentina, Francia, Italia, Estados Unidos, Costa
Rica e Inglaterra.
Ha participado en múltiples exposiciones colectivas en distintas
convocatorias de los Salones Provinciales de Artes Plásticas,
Pinar del Río, en los Salones Provinciales "14 de Diciembre",
en los Salones de Arte Sacro (Casa de Las Hijas de La Caridad, Pinar
del Río), en los Salones de Verano, etc. A continuación
se destacan algunas de estas exposiciones, en los últimos
años.
En 1996: fue curador y exponente del proyecto "Emancipación
y Realidad", en el II Taller Internacional de Curaduría
de los países andino, Cochabamba-Bolivia, auspiciado por
la Org. de los Estados Iberoamericanos; participó en la Expo
"Ventana Plástica", Dos Hermanas, Sevilla, España;
fue mencionado al "Premio D' Arte" de la Asociación
Hnos. Saíz en Pinar del Río.
En 1997: fue curador y exponente del proyecto "Excursión
a Vuelta Arriba", Festival Internacional Romerías de
Mayo, Holguín; participó en la VI Bienal Internacional
de Pintura de La Habana: "Más allá de la Periferia",
Pabellón Cuba; estuvo presente en la selección de
"Joven Pintura Cubana de la Provincia P. del Río",
en el Inst. de América Ctro Damián Bayón, Granada,
España; y en "Pintores Pinareños, Diputación
de Córdoba", Auspiciado por la O.N.G. Centro de Iniciativas
para la Cooperación Batá y la UNEAC; así como
en XVIII Certamen Nacional de Pintura de Ciudad Utrera. España.
(Premio Selección).
Al siguiente año participa en el III Coloquio Internacional
de Artes Plásticas, "Símbolos y otros Recuerdos",
en el Centro Prov. Artes Visuales, Pinar del Río; en la III
Muestra de Artes Plásticas al Aire Libre, Dos Hermana,. Auspiciada
por el colectivo artístico Ventana Plástica, en España;
y en las Expos de pintores pinareños en la Galería
ARTETECA, y en la Galería Hator, ambas en España.
En el 2000 expone en la Galería Galiano, Ciudad de La Habana,
junto a otros cinco plásticos pinareños; y en el 2001,
en la Expo "100 años de Arte", en el Museo de Artes
Plásticas de Pinar del Río (MAPRI)
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Un buen dibujo debe ser como una cesta de rejilla
trenzada de la que no se puede sacar una paja sin dejar un agujero.
Henri Matisse
El peso
de mi sombra
Dibujo a carboncillo/cartulina.
121x80 cm
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Por el laberinto de nuestras vidas
uno recoge experiencias, despeja incógnitas, despierta sueños,
deshace ilusiones y encuentra sorpresas. Por el camino, Julio César
Banasco tocó la luz en la pintura-dibujo y sus anhelos cobraron
formas. Modeló pensamientos, esculpió ideas, y pintó
la vida. Ese saco de cargas pesadas acumuladas en el diario bregar.
En el comienzo fue la línea, esa que en el tiempo y de su mano
recorre papeles y cartulinas trazando un mapa que nos conduce inevitablemente
hacia estancias de la memoria... La línea que dibuja, ilustra y
pinta, porque todo eso hace el creador, nos inunda la mirada de imágenes
que magnetizan, hablan, y nos llevan de paseo por su realidad.
Al contacto con la obra de Banasco, uno de los más interesantes
creadores que actualmente "visten" la plástica pinareña,
enseguida uno percibe una concepción imaginativa, desarrollada
con la espontánea asimilación de los nuevos medios. No es
sólo el ojo moderno liberado del yugo de la centralidad, sino la
capacidad de síntesis formal y, sobre todo, de síntesis
narrativa, sabiendo aprovechar al máximo las sugerencias de lo
visible cuando se presenta como una presencia encubridora. El mérito
del artista su eventual comprensión de la especificidad del hecho
plástico, enfatizando su dureza, su consición, en el sentido
de la imagen pintada.
En sus dibujos, perfila una actitud y un credo estético: el de
la racionalidad de los elementos y la síntesis en la representación.
Banasco es un artista diestro y cuajado de sutilezas, que consigue orquestar
la figuración en atmósferas variables, resueltas por la
síntesis de lo visto en texturaciones de superficies no artísticas
y tropismos ambientales. Por lo esmerado de la factura y la función
de los detalles, el trazo se mueve en un área en la que comprime
sensaciones, integra sensualidad y suma motivos procedentes de la cultura
y los sucesos humanos corrientes (en gran escala los suyos).
Como un sobreviviente de fantasmales naufragios, Banasco nos entrega visiones
de viajes interiores que luego traduce con una línea precisa, un
trazo vigoroso y transparencias de sutiles tonalidades que se acomodan
entre las formas. Portadas de un sólido rigor constructivo, sus
creaciones, son reflejos de una vivencia onírica o de pensamientos,
como si el artista, luego de mirar distraídamente hacia el linde
neblinoso del espejo, obligara a su imagen a salirse de él, a desafiar
impávidamente una hueste de aparecidos o interrogara soledades,
y ya de retorno, con la imaginación transida de quiméricas
anatomías y fragmentos de toda índole, el arte del autor
comenzará a unir lo disperso y a dispersar lo unívoco en
una transmutación en la que clama, se retuerce y vibra el ingenio
del artista por ordenar la realidad.
Realidad personal o colectiva que se nutre de leyendas, mitologías,
donde el rostro, la figura humana, la naturaleza y los signos-símbolos
se cobijan en una amalgama compacta por donde se traslucen sentimientos
que se metamorfosean con las imágenes. Sus trabajos reflejan, pues,
el alma, repleta de preguntas, anhelos, tristezas y alegrías que
se aglomeran en un espacio pequeño semejante a un embrión.
Díjose embrión y apreció la fecundidad con todos
los sinónimos posibles de esa acepción....
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