Encuentro
Waida-Spielberg
El director polaco Andrzej Wajda viajó a comienzos de abril
a Los Angeles para entregar a Steven Spielberg la película
"Recuerdo" sobre el Holocausto. Los dos cineastas hablaron
también sobre un proyecto cinematográfico de Andrzej
Wajda. La idea de la película "Recuerdo" nació
en la Shoah Visual History Foundation, fundada por Steven Spielberg
a raíz del éxito de su film "La lista de Schindler".
Se empezó por registrar en más de treinta países
relatos de judíos que han sobrevivido el Holocausto. El mayor
número de entrevistas fue grabado en Estados Unidos, Rusia,
Israel y Polonia. Hoy, estos documentos están siendo elaborados
y ordenados por los colaboradores de la fundación. Pero Steven
Spielberg pensó que a base de estas entrevistas se podría
hacer unos documentales y presentarlos al mundo. Los primeros de
estos iban a ser realizados en Polonia Rusia, Hungría y la
República Checa. El cineasta norteamericano quería
que los firmasen grandes artistas. Así el autor del documental
húmgaro sobre el Holocausto es Istvan Szabo, y el del ruso,
Pavel Chukrai.
En cuando al documental polaco, Spielberg quería que lo hiciera
Andrzej Wajda, pero éste propuso en su lugar a Marcel Loizinski,
un destacado documentalista nomiando al Oscar por su film "89
mm de Europa". Los polacos que trabajaban para la Fundación
Shoah grabaron 142 entrevistas, de las cuales los autores de la
película aprovecharon cuatro. "Recuerdo" (producción
de Heritage Films) no es un simple documental educativo basado en
material de archivo. Es un dramático relato sobre la suerte
de los judíos en tiempos de desprecio.
(Tomado de "Polonia de hoy" No. 10, marzo-abril 2001).
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VATICANO, 31 Ago. 01 (ACI).- Tras
presenciar la proyección de casi tres horas de la nueva versión
polaca de la película "Quo Vadis", el Papa Juan Pablo
II aprovechó la trama profundamente cristiana de la película
para reflexionar sobre el destino del hombre contemporáneo.
La película del director polaco Jerzy Kawalerowicz fue exhibida
en el Aula Paulo VI completamente llena, que siguió en silencio
las escenas proyectadas sobre la gran pantalla instalada ante el conjunto
escultórico del Cristo resucitado.
Al finalizar la proyección, el Pontífice agradeció
efusivamente la oportunidad de participar en el estreno de la película
tanto al director Kawalerowicz como al productor, Miroslaw Slowinski,
y los felicitó por demostrar la actualidad de la inolvidable
novela de Henryk Sienkiewicz, que mereciera el Premio Nobel de literatura
de 1905.
Al recordar que la producción se realizó durante el Gran
Jubileo del 2000, el Papa dijo que "Cristo en cierto sentido ha
atravesado nuevamente las calles de Roma y del mundo entero. Y nosotros
le hemos repetido las palabras del Apóstol Pedro, relatadas por
San Ambrosio: 'Domine, quo vadis? Señor, ¿a dónde
vas?' Y Jesús nos ha respondido: 'Venio iterum crucifigi- Vengo
para ser nuevamente crucificado'".
El Pontífice señaló que en esta perspectiva, "asume
un profundo significado la intención del director de volver a
pensar esta pregunta dirigiéndola al hombre contemporáneo:
'Quo vadis, homo? ¿Adonde vas hombre?'. ¿Vas al encuentro
de Cristo, o sigues otros caminos, que te llevan lejos de él
y de ti mismo?".

El Santo Padre con el director de la película,
Jerzy Kawalerowicz
El Papa señaló que esta interrogante "nos toca aún
más, considerando que el lugar en el que nos encontramos en este
momento es precisamente en el que, hace ya dos mil años, sucedieron
algunos de los hechos narrados por la novela y la película Quo
vadis".
Hablando luego en polaco, el Pontífice reiteró su agradecimiento
a todos los involucrados en la producción de la película,
y señaló que una evaluación artística de
ésta "la harán dentro de poco los críticos.
Yo solamente quiero agradecer por el respeto con que el film ha sido
realizado - respeto no solo a la obra maestra de Sienkiewicz, sino sobre
todo por la tradición cristiana, de la cual éste nace".
"Es necesario regresar al drama que se verificó en sus almas",
dijo también el Pontífice, al referirse a los personajes
de la obra, ya que en éste "se enfrentan el temor humano
y el valor sobrehumano, el deseo de vivir y la voluntad de ser fiel
hasta la muerte, el sentido de la soledad frente al impasible odio y
al mismo tiempo la experiencia de la fuerza que brota de la cercana,
invisible presencia de Dios y de la fe común de la Iglesia naciente".
"Es necesario retornar a aquel drama para que nazca la pregunta:
¿Algo de aquel drama se verifica en mí? La película
Quo vadis hace posible regresar a esta tradición de pruebas emocionantes
y ayuda a encontrarse en ésta", concluyó el Papa.
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