Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001


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LOS DIOSES DEL ALMA

(ENTREVISTA A JOSÉ DE JESÚS PACHECO CRUZ)

SERGIO LÁZARO CABARROUY

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José de Jesús Pacheco Cruz
(Pinar del Río 1965)
Graduado de nivel elemental y medio en la especialidad de Artes Plásticas.

Participa desde la década de los 80 en varias exposiciones colectivas y personales, dedicándose conjuntamente a impartir clases de Apreciación de las Artes Visuales. Actualmente dedica todo su tiempo a la creación artística en su casa taller.

Exposiciones personales
2000 'Expo ¨La Fiesta de los Dioses¨Galeria UNEAC.
1999 'Expo´Jinetes¨.Galeria UNEAC. Pinar del Rio.
1994 'Expo¨Soledades¨.Galeria Vinales.Pinar del Rio.
1993 'Expo¨Pasos¨.Galeria Vinales.Pinar del Rio

 

 

Cortes medievales traídas a nuestra realidad, ancestrales personajes que escapan al exilio, príncipes, bufones, iconos cristianos,... todo eso forma parte del universo de un pintor que vacía en el lienzo un mundo interior donde convive Dios junto a los otros dioses que la realidad inocula en el alma. He aquí lo que piensa de sí mismo y de su obra:


La fiesta de los dioses. 80x100 cm. Acrílico/Lienzo.


Desencuentro. 80x50 cm. Acrílico/Lienzo.


Imagen de familia. 80x50 cm. Acrílico/Lienzo.


Sueño de una mañana de verano.

 

Sergio Lázaro Cabarrouy: ¿Cuándo comenzó a pintar? ¿Qué estudios ha hecho? ¿Qué puede decirnos de su vida artística?
José de Jesús Pacheco: Comencé a exponer a principio de los años 80, junto a Arturo Regueiro, Ulises Bretaña, Forteza y muchos otros que, auspiciados por la Casa de la cultura "Pedro Junco", formábamos en aquel entonces el llamado movimiento de aficionados. Había terminado el nivel elemental en la Escuela Provincial de Arte. Fue años después que hice el nivel medio en la misma escuela.
En cuanto a mi vida artística te diré que aunque mi curriculum es bastante amplio, no ha sido tan extensa mi obra, sólo en los últimos años en que me he dedicado a pintar, he podido afrontar algunos proyectos que me han abierto determinados espacios; no cabe duda que es tu propio trabajo y esfuerzo quien te da mayores posibilidades.

SLC: Veo que no ha expuesto solamente en Cuba. ¿Qué perspectivas tiene en este sentido?
JJP: Como te he mencionado antes, este año he logrado abrirme algunos espacios fuera de Cuba, en Los Ángeles, California y recientemente en Panamá y hay otro posible proyecto de exposición personal en otro país latino.
Las dos primeras son galerías en las que estoy dando los primeros pasos. Hay que esperar a ver si la obra tiene buena acogida para que el trabajo se haga más constante y el último proyecto es algo que aún está por ver. Tenemos que analizar muchas cosas, si vas a exponer fuera de Cuba debes tener, en primer término, que mientras más importante sea el espacio en el que logres exponer, más provechoso será para tu obra desde el punto de vista profesional y para ti desde el punto de vista personal.

SLC: ¿A qué le pinta Pacheco?
JJP: Al alma de Pacheco. Primero trato a toda costa de ser honesto conmigo mismo, si me queda bien o mal, alegrías o penas, el tiempo siempre tendrá la última palabra.

SLC: ¿En su pintura observo un matiz religioso? ¿Quiere usted transmitir algún mensaje en específico en este sentido? ¿Tiene esto algo que ver con la realidad social que vivimos?
JJP: Muchas de mis obras más recientes están marcadas por esa corriente de la pintura que se ha llamado en Cuba Post-Medieval. Es cierto que he pintado algunas vírgenes apoyado en obras de Rafael, de Guilandiao entre otros y siempre he tratado que conserven la atmósfera y la mística con la cual fueron creadas. En estas obras, las vírgenes no solo son el elemento más importante dentro de la composición, también llevan el peso del discurso de nuestras lamentaciones, como por ejemplo, cuando escuchas a un vecino que tiene un puerquito que se le ha enfermado y de pronto te dice: ¡Ay, Virgencita, por lo más que tu quieras, que no se me muera! Y ahí está la historia del trabajo, son cosas que pasan y te dan risa y te dan pena, por eso las pinto. Hay infinidad de parodias a mi alrededor esperando ser pintadas.

SLC: En su obra predomina la figura de la mujer. ¿Por qué?
JJP: Hace algún tiempo comencé una serie de trabajos en los cuales como fondo aparecía el rostro de una mujer; esta tendencia al retrato se ha mantenido y aunque sean reales o imaginarios, me gusta trabajar sobre esta base femenina ¿por qué? Específicamente, ni yo mismo lo sé, lo cierto es que me he apoyado mucho en los rostros femeninos a la hora de componer, ya sea como eje o como complemento de la obra.

SLC: Imagine que un cubano cualquiera, de los que viven en su barrio, de los que ve en la calle, viene a ver una exposición suya... ¿Qué le gustaría que sintiera luego de ver su obra? ¿Tiene su obra algún destinatario específico?
JJP: Me gustaría primero que todo que les gustara... Creo que siempre habrá buenas y malas expresiones, quien entienda y no entienda nada, quien no entienda y entienda de más, pero bueno, todo esto forma parte de la naturaleza humana, circunstancial, también me gustaría que no la vieran sólo como un chiste, sino como una realidad tangible, que sean capaces de verse dentro de la historia y digan: ¡Yo hice esto! ó ¡Yo dije esto! ó ¡Yo soy así! Sería bueno que así sucediera.
Por otra parte, no creo que mi obra sea elitista ni mucho menos; tampoco tiene un fin predestinado, pinto porque forma parte de mi vida y le agradezco a Dios que me haya puesto un pincel en las manos.


 

 

Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001

Sergio Lázaro Cabarrouy Fernández-Fontecha
(San Diego de Los Baños, 1971)
Graduado de Ingeniería en Telecomunicaciones (ISPJAE, 1994). Animador del CFCR y Responsable del Grupo de Computación. Actualmente trabaja como técnico de diseño y reparación de equipos electrónicos en la Universidad de Pinar del Río.