Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001


POESÍA

 

LUIS AMAURY RODRÍGUEZ

 


HOMO SAPIENS

Un lunático no necesita el café matutino,
ni contar sus numerarios para abordar el ómnibus,
no piensa en el trabajo
o cuentas a punto de ofrecer la bancarrota.
Ellos son fantasmas,
ahogan con el vicio de la ciudad;
y beben por ella el trago de cada tarde
mientras habitan,
conversan,
anochecen como buenos hermeneutas
y desafinan los boleros olvidados
en el papel de las gavetas.
Afortunadamente no entienden de política
y hasta cierto punto les ha sido favorable.
¿Qué votos podrían recibir
cuando en la madrugada no existe otra compañía que su silencio?
Los lunáticos no luchan,
no viven apasionados por las guerras,
poseen una ingenua capacidad de amar;
pero tienen el defecto de ser inmensamente
fraternales.
Qué más,
ellos son la bestia y las espinas rogando paz.


 

BAJO LOS PARAGUAS

Bajo los paraguas,
el ángel acusador de mis ojos mira.
Bajo los paraguas
se esconde una ciudad,
y el perro que se protege del frío
está todavía echado frente a mi puerta;
un hombre llora por temor a las lloviznas
que dejaron en su patio una hojarasca amarillenta,
y los transeúntes accidentados descargan sobre sus hijos
la inevitable necesidad de mojarse.
Yo,
(para tratar de justificar mi soledad)
corriendo a guarecerme bajo las sombrillas,
olfateando la tela de los vestidos,
la humedad del óleo recién usado en las faldas de mi amante,
mi amante
que anda vagando y no tiene donde refugiarse,
mi amante teme
y no sabe cuánto le pueda durar esa aversión por la ciudad
que bajo los paraguas se ha sentido enorme,
ahondando la tormenta,
tras cada transeúnte que descarga sobre su hijo
huyendo de la lluvia.
Mi ciudad se siente enorme,
esperando que la entierren.


 

ONEGUIN

"Y qué hacer en ese espacio ocupado por el miedo;
si tu no estás para salvarme de la oscuridad" L.A.R.R.

De nada sirve la vida sin vigilia,
o una biblioteca digerida por polillas.
Buscar frente a la hoguera
consumación del hecho,
robarte echado sobre los muelles un poco de luz,
jugar al insomnio,
a matar de un pistoletazo la esperanza;
y no encontrar solución a tus posibles;
porque tu biblioteca es inmensa y
apenas tienes un momento para
con una mujer aterciopelada
que ha venido a entorpecer
tu espacio
y aunque no quieras,
sus ojos espían a través del herbazal.
Quieres encontrar la misma calle,
aquellos bailes de salón para llegar
al silencio polvoriento de los años

 

 

 

Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001
Luis Amaury Rodríguez
(Pinar del Río)
Miembro de la AHS. Poemas suyos han aparecido en las revistas Cauce, deLIRAS, etc..