Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001


ECONOMÍA

 

REALIDADES Y TENDENCIAS DE LA ECONOMÍA LATINOAMERICANA

JOSÉ RAMÓN PÉREZ EXPÓSITO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La economía, como la democracia, los derechos humanos o la ecología, se ha convertido en un elemento constitutivo de la cultura contemporánea. La economía ha existido siempre, me atrevo a decir que desde los orígenes de las relaciones sociales, pero nunca con la trascendencia actual y nunca, ciertamente, como uno de los ingredientes esenciales y característicos de la cultura mundial. Además, a mi juicio, teniendo en cuenta la complejidad creciente de las interrelaciones sociales y de la tecnología, un ingrediente que no va a disminuir en importancia.
La economía es un producto lógico de las relaciones sociales, un invento humano, genuina muestra de la misión que el hombre ha recibido de su Creador de "llenar y someter la tierra"(cfr. Gen 7, 28). La economía como tal es un valor, esto es, algo positivo; sin embargo, como toda cosa creada por el ser humano, su aplicación resulta ambivalente. Por tanto, la existencia de la economía como fenómeno social, al igual que la existencia de un ordenamiento jurídico o de las instituciones de gobierno, no resiste el cuestionamiento pues son soluciones racionales, las mejores posibles, a necesidades insoslayables de convivencia. Otra cosa son las luces y sombras que inevitablemente acompañan la aplicación de estas soluciones.
Una característica de la economía como fenómeno cultural es su omnipresencia así como lo exigente de sus principios operacionales, universalmente aceptados.
Hechas estas aclaraciones conversaremos acerca de algunas tendencias actuales sociales, políticas y económicas, ya que la situación económica de cualquier país no se comprende a cabalidad si no se la sitúa dentro de un marco mundial, y en el caso particular de Cuba, dentro del contexto y las tendencias de nuestro continente americano (norte, centro y sur, Caribe incluido).
Hay diversas grandes tendencias en la evolución de la humanidad que se aprecian para el futuro mediato, y que aunque de índole más bien cultural guardan mucha relación y ayudan a comprender mejor los procesos socio-económicos a los que pretendemos asomarnos. Entre ellos, a modo de marco, he escogido las siguientes:
-La comunicación electrónica y la globalización con su secuela de homogenismo cultural
-Como consecuencia, el uso del inglés como idioma universal (fenómeno comparable con el uso del latín en su momento); una cultura de símbolos, en la que la homogenización ya mencionada tiene como marco de referencia la concepción norteamericana del mundo y en particular la lógica de la ganancia y la competencia.
-Crisis y cuestionamiento de instituciones tradicionales: familia, escuela, partidos políticos; individualismo apático que no asume los problemas de los demás.

 

Ya en lo específicamente económico, como es sabido, desde finales de la década de los ochenta la economía internacional está marcada y determinada por el neoliberalismo como modelo indiscutible, y por ende, por la confianza en las bondades del libre juego de la oferta y la demanda, regulador automático del mercado y promotor de riqueza y bienestar. Tanto que, una vez más, para amplios e influyentes sectores de la política y la economía esta versión actualizada del liberalismo capitalista en boga durante el siblo XIX constituye como una "fe" o una "ideología" que debe resolver los problemas.
Consecuentemente, el plano económico actual presente y perspectivo, a nivel mundial, se caracteriza por los siguientes conceptos:
-Preeminencia y eficacia de la empresa privada como factor de desarrollo, atribuyéndole un rol incluso en el ámbito de los servicios públicos.
-Importancia determinante del financiamiento internacional como elemento de desarrollo
-Tecnologización, comunicación, descentralización, eficiencia, como elementos claves en la competencia empresarial; liberalización del mercado de trabajo.
-Fuertes presiones para el libre comercio particularmente en el comercio exterior. Estas presiones se concentran sobre todo en la reducción o eliminación de aranceles y de los subsidios a los productos nacionales y en facilidades a la inversión extranjera.
-Concertación de bloques comerciales mediante convenios entre empresas y consorcios y tratados entre países y regiones; fusiones de consorcios.
-Restricción de la acción estatal, exigiéndole al Estado eficacia y transparencia, especialmente en el manejo de los impuestos y en particular, la privatización no solo de empresas estatales sino también de servicios.
-Aplicación del concepto de "desarrollo sostenible"...

 

Las economías nacionales en desarrollo que tratan de desviarse de estos principios son "estigmatizadas".
Creo que no es difícil darse cuenta que estas tendencias y presiones favorecen sobre todo a los países desarrollados.
El impacto de toda esta realidad en el mundo del trabajo amerita párrafo aparte, por su incidencia en el hombre concreto, en las familias, en la situación social.
El crecimiento económico, que según estos nuevos rumbos pone su énfasis en la tecnología y la eficiencia, ya no necesita generar empleos.
La reconversión de tecnologías en sectores estratégicos de la economía nacional, paso necesario para hacer frente a la competencia, implica la recalificación, pero al mismo tiempo, la selección y racionalización de la fuerza laboral. Si la economía, como es habitual en estos casos, sobre todo en países en desarrollo, no tiene la suficiente pujanza como para reabsorber el trabajo excedente, se produce desempleo.
Por otro lado, la liberalización del mercado laboral como condición para las inversiones y el cuestionamiento de la acción estatal conduce a la reducción de la legislación social y a la desprotección laboral
No es de extrañar que, como sucede en América Latina, una consecuencia concreta de las políticas neoliberales sea el incremento del subempleo y de la economía informal como forma de subsistencia de la mayoría, así como la elevación de los niveles de pobreza.
Sin embargo, el impacto del neoliberalismo continúa siendo tan actual que se habla de una "democracia de mercado" como modelo socio-políitico-económico viable con fuertes defensores entre sectores empresariales y políticos.
Otro factor que gravita seriamente en el desarrollo global, particularmente en el de África y Latinoamérica, es la deuda externa. Si bien esta tuvo su origen en errores cometidos en la política económica de nuestros países con anterioridad a los años noventa, se mantiene gravitando onerosa e injustamente sobre la economía de los países más pobres debido a la dureza persistente por parte de las financieras internacionales en cuanto a los criterios de condonación de la deuda y de concesión de nuevos préstamos.
Una puntualización para concluir con esta sintética proyección de realidades y tendencias económicas. Por descontado que hay otros planos de la existencia humana, individual y social, igualmente importantes: el político, el cultural, el ecológico... Pero el económico es de particular trascendencia pues es la "herramienta del Poder", que se ejerce sobre todo a través del dominio financiero de las transnacionales, los consorcios bancarios... y de las mafias, realidad esta última que golpea con fuerza creciente. Quede claro que todo este poder, que de un modo u otro también controla la mayoría de los grandes medios de comunicación, continúa imponiendo
políticas y eliminando opositores y persiste en implantar modelos de comportamiento.

 

Concentrándonos ya en Latinoamérica, aunque todo lo dicho hasta aquí tiene incidencia decisiva en la vida de nuestras sociedades, hay otras realidades y tendencias fuertemente relacionadas con el campo de la economía que es importante resaltar.
Un fenómeno a mencionar, muy relacionado con la situación descrita, es el incremento de la corrupción administrativa a todos los niveles. En algunos países de nuestra región este fenómeno se ha convertido en una auténtica amenaza para el desarrollo.
Como contrapartida, se aprecia una exigencia creciente por parte de la opinión pública en lo relativo a transparencia y rendición de cuentas. Son notables los casos recientes, fuera de Cuba, de altos funcionarios de gobierno procesados judicialmente por corrupción, cuestión esta impensada hace pocos años.
Pero quizás, y no obstante situaciones de retroceso cuya raíz con frecuencia está en la pobreza, el desencanto y la ignorancia, las tres tendencias sociopolíticas más llamativas sean:

-la creciente importancia que se concede a los derechos de la persona, a los de la mujer en particular, a los derechos de las minorías
-la consolidación del régimen democrático y su evolución, lenta pero perceptible, de una democracia representativa a una participativa, y
-el incremento paulatino del protagonismo de la sociedad civil, como fenómeno paralelo directamente relacionado con los anteriores.

 

Conviene recordar que se ha dado en llamar "sociedad civil" a la comunidad organizada en términos de poder para la satisfacción de necesidades compartidas y comunes en el ámbito local1, que se manifiesta a través de la acción de grupos ciudadanos, minorías, agrupaciones profesionales, instituciones privadas, entre ellas las ONG, Iglesias, etc., como medios efectivos de concienticiación y presión.
En cierto sentido se puede decir que, desaparecidas las contradicciones entre socialismo real y capitalismo, y como reacción a las secuelas ya evidentes del neoliberalismo, que pretende erigirse como síntesis del pensar y el sentir capaz de superar las crisis actuales, se constata el surgimiento de una como tendencia ideológica que plantea las soluciones sociales en términos de humanidad y de la democracia como escenario de humanización, en contraposición a la democracia de mercado a que hemos aludido1.
Por ello los procesos económicos y políticos latinoamericanos, analizados en su conjunto parecen incluir también1:

-El apego creciente a los métodos democráticos y participativos.
-El esfuerzo por la verdad y la transparencia y su consiguiente lucha contra la corrupción.
-La integración regional como etapa en el camino de la globalización.
-La descentralización y municipalización como escenarios de participación y desarrollo de la sociedad civil.

 

Para completar esta apretadísima visión, habría que agregar el rol social de la mujer, cada vez mayor, y el desarrollo de la conciencia ecológica, y como elementos negativos, el grave problema de la educación, cuya solución es determinante para afrontar estos retos, y la indefinición en cuanto al verdadero papel del Estado, dentro de su tendencia a ser más pequeño y eficiente.
Con relación a Cuba, la reanimación económica pasa inevitablemente por la liberalización y la descentralización internas y por la normalización de nuestras relaciones con el gobierno norteamericano. Sin posibilidades efectivas para desarrollar las iniciativas personales y sin el estímulo económico adecuado, sin que volvamos a sentir que vale la pena trabajar, no hay despegue. Sin los créditos de las grandes instituciones financieras internacionales - Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, consorcios bancarios privados, y otros-, que en general no se conceden sin el "placet" norteamericano, y sin el acceso normal a los mercados de nuestro continente, tampoco.
Habría que considerar, además, nuestra falta de competitividad y la obsolescencia tecnológica.
Existe un riesgo, cierto y grande, que puede marcar negativamente nuestro futuro durante décadas si Cuba no logra insertarse a tiempo en las grandes líneas económicas y políticas, en apariencia irreversibles, que marcan rumbos en el nuevo milenio: protagonismo del sector privado, competitividad, integración regional, comunicación, modernización del Estado, democracia, participación, descentralización, sociedad civil. Pienso que podemos hacerlo sin perder identidad.
El desarrollo y sus soluciones, por tanto, se sitúan en primer lugar y con urgencia, en el terreno de lo político. A partir de la reacción interna y de la inversión de capitales es posible intentar asumir lo demás.
En lo concerniente a los posibles caminos a emprender para el logro de un futuro mejor para nuestra Patria como personas conscientes y de buena voluntad, me circunscribo a esbozar algunos que creo están a nuestro alcance.
Para describirlos, nada mejor que las palabras de Su Santidad Juan Pablo II durante su discurso al mundo de la cultura en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, pronunciado el 27 de enero de 1998, al referirse a la figura y la obra del Padre Félix Varela. "piedra fundacional de la nacionalidad cubana". En aquella ocasión memorable, Su Santidad señaló:
"Maestro de generaciones de cubanos, (el padre Varela) enseñó que para asumir responsablemente la existencia, lo primero que se debe aprender es el difícil arte de pensar correctamente y con cabeza propia..."
"El padre Varela era consciente de que, en su tiempo, la independencia era un ideal todavía inalcanzable, por ello, se decidió a formar personas, hombre de conciencia, que no fueran soberbios con los débiles ni débiles con los poderosos".
Toda su vida "estuvo inspirada en una profunda espiritualidad cristiana... eso lo llevó a creen en la fuerza de lo pequeño, en la eficacia de las semillas de la verdad, en la conveniencia de que los cambios se dieran con la debida gradualidad hacia las grandes y auténticas reformas."
Con anterioridad, en Santa Clara, Su Santidad había dicho: "No esperen que todo les venga dado".
Para lograr, pues, el futuro mejor y la Patria "con todos y para todos", soñada y sufrida por Martí y anhelo de tantos buenos cubanos, busquemos y sembremos viviendo, ante todo, con coherencia, coraje, responsabilidad cívica, espíritu de diálogo y de solidaridad; con preocupación efectiva por nuestra formación integral; con confianza en la "fuerza de lo pequeño", probada a lo largo de la historia por tantos gigantes del espíritu. Hacer todo lo que nos dicte nuestra conciencia, todo lo que esté de nuestra mano en los ambientes en que el Señor nos ha situado. Lo demás vendrá por añadidura.
Muchas gracias.

NOTAS

1 Cita de los párrafos 64 y 70 del "Informe CELAM 2000".
2 Recomendamos la lectura de los siguientes documentos para los que deseen mayor iluminación en cuanto a los tópicos tratados:
-Para un análisis de la realidad latinoamericana y un fundamento ético conforme con la dignidad humana para las posibles soluciones: Exhortación Apostólica Postsinodal "Ecclessia in América", 22 de enero de 1999.
-Para posibles caminos de solución a nuestros retos sociales: los discursos de Su Santidad Juan Pablo II en Cuba, de enero de 1998.

 

 

Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001

José Ramón Pérez Expósito
(La Habana 1940)
Contador Público. Responsable Diocesano de los Laicos de La Habana. Contador de Cáritas Cuba.