Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001


BIOÉTICA

 

A DEBATE

DR. ANTONIO PADOVANI CANTÓN

PROPUESTA #5

Al Cuerpo de Guardia llega un paciente de 48 años de edad, masculino, con antecedentes de relativa buena salud anterior, que refiere que desde hace aproximadamente un mes viene quejándose de presentar dolor en "la boca del estómago" y de acidez y que desde hace aproximadamente una semana nota que defeca de color negro, "como chapapote o betún". El médico lo examina y le encuentra mucosas pálidas, tensión arterial normal, pulso normal; le índica análisis de hemoglobina, llegando esta en cifras de 68 g/1. Se le realiza gastroscopía, informando que se aprecia úlcera de duodeno, con características de haber sangrado recientemente, aunque en estos momentos se ha detenido el sangramiento. El médico se lo informa al paciente y a sus familiares y les plantea la necesidad de ingresarlo y ponerle una transfusión de sangre. El paciente está de acuerdo en ingresar, pero dice que sus convicciones no le permiten ponerse sangre y por lo tanto no lo hará. El médico trata de convencerlo pero es inútil. Conversa con sus familiares y éstos le plantean que es decisión personal del enfermo, que nadie lo obliga a ello y que por tanto ellos no pueden intervenir. El médico accede y lo ingresa sin transfundir.

El siguiente día, al entregar la guardia este caso suscita una discusión viva:

- Pues hiciste mal, si soy yo se pone la sangre o se va para su casa bajo su responsabilidad, yo no me hago cargo de un paciente así porque el que está en riesgo de tener problema si se muere soy yo -dice el Dr. B.
- Yo creo que hizo bien -dice el Dr. C- Al paciente no se le puede forzar a hacer las cosas que no quiera, si se quiere transfundir bien, pero si no quiere no se le puede obligar. Lo que sí creo es que debiste exigirle que te firmara un papel responsabilizándose con lo que pudiera suceder, porque si no, eres tú el culpable.
- Yo lo hubiera ingresado sin acompañante, le inyecto diazepán para dormirlo y le pongo la transfusión - dijo el Dr. D. - y cuando se despierte ya pasó todo.

Pasaron varios días y el paciente evoluciona bien, con algunos episodios de deposiciones obscuras, pero cinco días después tiene vómitos de sangre, el pulso se acelera, la presión arterial comienza a bajar (60/40), se le hace análisis de hemoglobina con resultados de 38 g/1. Está de guardia el mismo médico que lo ingresó, quien le dice al enfermo que necesita ser operado de urgencia; el mismo le responde:

- Ya usted me conoce, haga lo que quiera menos ponerme sangre, porque eso yo no lo acepto.

El médico no contesta, lo lleva al salón de operaciones y, antes de operarlo, le pone sangre, envolviendo las bolsas en papel. El paciente pregunta que por qué están envueltos esos sueros, y se le responde que porque tienen un medicamento que se inactiva con la luz.
El paciente acepta esta respuesta y le dice al médico:

- Confío en usted, doctor A.

Durante la operación se le transfunde más sangre. Al operarlo se encuentra que presenta una úlcera sangrante. Sale bien del salón y su evolución posterior es satisfactoria. Unos días después, durante la visita médica, el paciente manifiesta sentirse bien y que está muy agradecido de la atención recibida y de cómo se respetaron sus convicciones. Uno de los médicos presentes, el Dr. E, le dice:

- Pues, si no fuera porque te pasaron como 10 litros de sangre no haces el cuento, así que ya te puedes poner toda la que te haga falta, porque ya sabes que no te hace daño.

El paciente se entristece y le responde:
- Yo no sabía que me la habían puesto, el daño es en mi conciencia, por eso usted no le ve -y volviéndose al Dr. A, le dice - Dr. yo confiaba en usted y me ha traicionado.

 

CASO #5

PREGUNTAS #5

1.¿Què cree de la actitud del Dr. A al recibir al paciente en el cuerpo de guardia?
2.¿Què opina de las conductas probables que plantean los Drs. B, C y D?
3.¿Cree que actuó bien el Dr. A cuando transfundió al paciente para operarlo?
4.¿Cómo interpreta la actitud del Dr. E al decirle al paciente que había sido transfundido?
5.¿Cómo valora el reproche que le hace el paciente al Dr. A?
6.Si Ud. fuera el Dr. A ¿cómo se sentiría al verse catalogado como traidor por el paciente?

ENVÍANOS TU OPINIÓN, TUS RESPUESTAS AL CASO 5

 

 

respuesta CASO #4

Este caso ha despertado interés entre muchos de los lectores, pero pocas respuestas. Los que se han dirigido a nosotros han mostrado un críterio unánime, aunque con algunas dudas. Creo que ante todo es necesario dejar bien claro dos conceptos que, a mi juicio, son de gran importancia para poder llegar a una respuesta éticamente correcta en este caso:

1ero.Todo ser humano es único e irrepetible, aún los gemelos "identicos" muestran diferencias que niegan esta identidad absoluta y quedan al nivel de similitud externa.
2do.Todo óvulo fecundado (por cualquier método, incluyendo la clonación) Es un nuevo ser humano. Creo que si aceptamos estos dos principios las respuestas a las preguntas no son tan díficiles.

Los óvulos fecundados son, desde el mismo momento de la fecundación, seres humanos y por tanto tienen los derechos propios de todos los seres humanos, se incluye en el concepto de "óvulo fecundado" al óvulo clonado. Un óvulo fecundado tiene como primer derecho, de carácter inalienable, el derecho a la vida. Además, deben reconocérsele todos aquellos derechos que puedan aplicársele desde esta etapa del desarrollo.
Para vitalizar óvulos fecundados para experimento deben cumplirse los mismos requisitos que para utilizar seres humanos más desarrollados. El primero de ellos es que el óvulo dé su consentimiento a participar en el experimento después de habérsele informado en que consiste éste y que riesgos puede correr el óvulo. ¿Absurdo, dirá usted? Sí, es absurdo esperar que un óvulo fecundado comprenda en que consiste un experimento y más absurdo es solicitar que consienta libremente, pero mucho más absurdo y criminal es utilizar ese ser humano en un experimento peligroso y muchas veces mortal sin darle una oportunidad de escoger. Por tanto considero que los experimentos con embriones humanos deben ser absolutamente prohibidos por todo lo de inhumano que encierran. El óvulo fecundado debe ser protegido por leyes tan o más protectoras que los que tutelan los derechos de los niños, de los deficientes mentales y de los desvalidos. Por ello sería criminal tomarlos como donantes de tejidos para transplantes, a no ser que se tomaran los embriones muertos por causa no deliberada. Los óvulos no utilizados en la Fecundación in Vitro (FIV) se utilizan para muchas cosas y la mayoría de ellas no legales y esto debe ser materia de análisis ético y jurídico ya que si se va a tolerar la fertilización in vitro debe regularse jurídicamente el destino de los óvulos fecundados no utilizados y esta regulación debe hacerse considerando que estos óvulos son seres humanos vivos con todos los derechos. ¿Completo o no? ¿No sería más sencillo no manipular estos óvulos?, o sea, no realizar la FIV por lo cruel del destino dado a los seres humanos no implantados.
No creo moral ni lícito utilizar óvulos fecundados como donantes de órganos ya que cada óvulo fecundado es un nuevo ser y tiene derecho a la vida, no pudiendo nadie decidir por él su mutilación, ni aún en aras de salvar a su óvulo gemelo ya que esto significaría quitar una vida para dar otra.
En cuanto a la clonación, el clonado NO es una copia sino un nuevo ser. El argumento de mayor peso a favor de que se trata de una copia es que poseen identidad genética y este argumento es falso, NO EXISTE IDENTIDAD GENÉTICA ENTRE EL DONANTE ORIGINAL Y EL SER CLONADO, porque:

A) Las mitocondrias del nuevo ser provienen INTEGRAMENTE del óvulo utilizado para la clonación y NO del donante del núcleo y, como es bien sabido, las mitocondrias tienen alrededor de diez genes cada una.
B) Existe en genética un fenómeno llamado Liomización, por el cual el cromosoma X doble de las mujeres no puede expresarse de forma conjunta y entonces se inhibe uno de ellos, uno no es el mismo en cada estirpe celular sino que esto se decide al azar en cada grupo de células, siendo así que en unas células se expresa la información del cromosoma X del padre y en otras la de la madre. Esto se decide, repito al AZAR. ¿Cómo garantizar que esta decisión sea igual en el donante uno que en el clonado? Pero la pregunta más interesante no es esa, sino que como el núcleo utilizado para la clonación ya tiene inhibido un cromosoma X, el producto clonado resultante ¿tendrá inhibido el mismo cromosoma X en todas sus células? O ¿el cromosoma inhibido se desinhibiría y entonces comenzaría una nueva serie de inhibiciones que, al producirse al azar, no sería nunca igual a las inhibiciones de las células del donante? Esto sería con los animales hembra clonados o con las mujeres clonadas, no así con los masculinos. Este punto es complejo y solo con conocimientos de genética puede comprenderse bien, pero estos conocimientos son elementales (los necesarios para entender la argumentación) y un interesado pueda adivinarlos con facilidad.
C) Las condiciones de desarrollo de la célula clonada pueden incluir (y de hecho incluyen) al hacerlo en presencia de factores lesivos al material genético (agentes físicos como radiaciones ionizantes, agentes químicos como medicamentos, etc.) y esto modificaría el material apuntado haciéndolo ligeramente diferentes al original.

A los argumentos que niegan la absoluta identidad genética y que ya expusimos, se unen los factores ambientales que modifican el desarrollo del óvulo clonado (embrión-niño), y que hacen una sea diferente al donante. En algunos aspectos donde genes y medio ambiente interactúan.
Como conclusión podemos afirmar que el ser clonado no es absolutamente idéntico al donante y por tanto no puede discutirse su identidad propia como nuevo ser. Es de hecho y debe ser de derecho, un nuevo ser, no una copia.
Esto hace fácil defender la posición de que no es moral ni legal fabricar (clonar) hombres para utilizar sus órganos para clonación ya que sería igual que tomar personas ya desarrolladas y quitarles sus órganos a la fuerza con fines de "donación", nada voluntaria por cierto, sino forzosa. La clonación con fines de obtener órganos es un crimen que solo concibo en la mente de los que justifican el genocidio y la superioridad de unos hombres sobre otros. Sería considerar que los clonados son una nueva "raza inferior" cuyo destino es servir a los propósitos de los "seres superiores" que los encargaron. Es fascismo sin tapujos.
El hombre es un ser vivo inapreciable, irrepetible en su integridad y por tanto este ser tan magnífico que llamamos hombre no puede ser "cosificado", reducido a un simple objeto o a un proveedor de piezas de repuesto.
La clonación de órganos, no de individuos íntegros, sería una posibilidad terapéutica éticamente aceptable ya que no presupondría crear un ser vivo para matarlo, sino crear un órgano vivo para prolongar la vida de un ser íntegro al hombre.
La defensa de la unicidad, integridad e irrepetibilidad de cada uno de los seres vivos, desde su formación primigenia unicelular es la defensa de los derechos del individuo y es la defensa de los derechos de Dios, ya que defendemos su obra más perfecta (aún cuando a veces parezca que no lo somos)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Revista Vitral No. 45 * año VIII * sept.-octubre 2001

Dr. Antonio Manuel Padovani Cantón
Médico. Especialista en Medicina Interna. Abogado. Trabaja en el Hospital "Abel Santamaría" de esta ciudad.
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