Revista Vitral No. 44 * año VIII * julio-agosto 2001


NUESTRA HISTORIA

 

EL TRANSPORTE PÚBLICO EN PINAR DEL RÍO

WILFREDO DENIE VALDÉS

Haga CLICK AQUÍ para ver en un documento pdf los distintos RECORRIDOS, la SALIDA y el DUEÑO DE LA RUTA de los transportes públicos de Pinar del Río desde el año 1865 hasta 1951.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PRECIO DEL TRANSPORTE DE PASAJEROS
Ómnibus Urbanos $0.05
Pinar del Río-Habana ómnibus "Camberra"
(aire acondicionado)
$2.44
P. del Río-Habana ómnibus Aliados, Ruta 35 $1.70
P. del Río-Habana ómnibus Aliados,
Ruta 35 (corriente)
$1.20
P. del Río-Guane, con escala en Sumidero,
San Carlos, Punta de la Sierra con parada en Guane
$0.70
P. del Río-San Juan $0.20
P. del Río-San Luis-Tirado $0.25
P. del Río-La Coloma $ 0.20
P. del Río-La Palma, con parada en Viñales $0.90
P. del Río-Minas de Matahambre-Santa Lucía $0.40
P. del Río-Puerto Esperanza $0.90
P. del Río-Guanito-Isabel María $0.20
P. del Río-Pilotos $0.20
P. del Río-Puerta de Golpe $0.20
P. del Río-Consolación-Herradura-San Diego $0.40
P. del Río-Cerro de Cabra $0.15

 

Omnibus "La Justa Legal"
MUESTRA DE UN BOLETÍN
Pinar-Tirita $0.05
Kilómetro 10 $0.10
Cangre $0.10
Kilómetro 12 $0.15
Guanito $0.20
Isabel María $0.25
Cabeza $0.30
Sumidero $0.40
Caliente $0.45
Luis Lazo $0.50
Las Vírgenes $0.55
La Güira $0.60
Los Acostas $0.60
Punta la Sierra $0.65
Guane $0.70

 

 

 

Es evidente, sin el transporte de pasajeros y de mercancías no puede concebirse el comercio para el ulterior desarrollo del país, sea este terrestre, marítimo o aéreo por ser una característica esencial, hasta tal punto de que la historia del comercio se confunde en cierto modo con el desarrollo de las comunicaciones. En la actualidad ha adquirido tanta importancia que muchos lo consideran como una industria especial en armonía con el movimiento de las mercancías y el personal que en todas las instancias es creadora de riquezas. Los medios de que se ha valido el hombre, desde tiempos remotos fueron muy rudimentarios, desde los animales para monturas hasta el descubrimiento de la rueda que dio lugar a la aparición de la primera locomotora movida a través de raíles de hierro que trataremos en un próximo artículo.
En los tiempos modernos en que el mundo se desarrolla, el país que no cuente con los suficientes medios de transporte está condenado al fracaso de su economía para caer en una incontrolable involución difícil de pronosticar sus consecuencias.
Tomando como punto de partida este análisis sobre la importancia del transporte para el traslado de mercancías y del movimiento del personal que intervienen directamente en la producción de los bienes materiales de nuestro territorio, hasta los niveles nacionales, queremos dedicar este espacio, a comentar el comportamiento del transporte de pasajeros desde los tiempos lejanos hasta las postrimerías del año 1958.
Siguiendo el orden cronológico a partir de 1554 que es cuando comienza a poblarse por gente castellana el territorio de Vuelta Abajo, aunque con extrema dificultad. Las comunicaciones se realizaban por intransitables caminos polvorientos en tiempos de seca y fangosos en tiempos de lluvias que no eran más que infernales vericuetos. Solamente circulaban carretas tiradas por bueyes y posteriormente por volantas y coches conducidos por buenos caballos alazanes.
El viaje entre La Habana y algunas partes distantes de Vuelta Abajo duraba por lo general en tiempos de seca, más de 20 horas.

Vapor "Antolín del Collado". Realizaba viajes por la costa norte desde La Habana hata Malas Aguas, con escala en Bahía Honda, Río Blanco y Punta de Cartas (1880).


Es importante se conozca que antes de formarse el primer núcleo poblacional, a orillas del Río Guamá en 1688, con el nombre de partido de "San Rosendo", ya se habían asentado pobladores, en su mayoría ganaderos, en los alrededores del reparto conocido por "10 de Octubre" en alturas de la Central.
Ya en 1675 se había situado allí una cochera propiedad de Francisco Peñarredonda y Santa Lucía por lo que a partir de esa fecha se le comenzó a llamar a ese lugar "Loma de los Coches". Aclaramos que por la forma aislada de convivencia de sus moradores, este asentamiento estaba muy lejos de ser considerado como una población organizada como la surgida posteriormente en las convergencias de las calles Marañones y Recreo.
Años después se comenzó a perfeccionar este vehículo. Había varios tipos de coches, entre los que podemos mencionar la "calesa" y la "duquesa" que eran los más lujosos importados de Francia. Estos coches contaban con cuatro caballos y su calesero vestido elegantemente con chaleco y bombín. También se puso de moda la "volanta" pero con ruedas más pronunciadas, especialmente para realizar viajes por caminos menos transitables, así como el "carromato", tirado por tres parejas de mulos, destinados a cargar mercancías de todo tipo.
Entre las cocheras más famosas podemos mencionar la de Tomás Junco, fundada en 1860 en la Alameda del Hospital; y la de Serafina García y José Expósito en la calle Mayor (Martí), donde se encuentra actualmente el Museo Polivalente.
En 1873 se pone en servicio la cochera de Nicolás Saíz en la Calzada de la Coloma entre Maceo y Máximo Gómez, la nombrada "La Fama", de Manuel Moreno en la calle Mayor; y en 1912 la de Diego Valdés en la Alameda. También se destacó la cochera de Nicolás Vega en el lugar donde estuvo ubicada la bodega "La Giralda" en V. Caviedes esquina a Recreo, la de Pascual Cruz en la calle Polvorín casi esquina a Adela Azcuy; la de Patricio Estrada; la del "Colorao"Fernández; la de Alejo Cedeño y la de los Portillas, entre otras.

Omnibus especiales "Camberra". Sentado al timón aparece Israel García Casañas (1950).
Automóviles Ford "La Justa Legal" de Pinar del Río a Guane, haciendo paradas en los distintos pueblos (1929)
Pinar del Río-Sumidero-Guane.


Las piqueras más significativas estuvieron situadas en los hoteles Ricardo, Comercio, El Globo y en el ferrocarril del Oeste.
Las otras vías de comunicaciones eran muy limitadas como el ferrocarril, que partiendo de La Habana solamente llegaba hasta Guanajay (1849) y las líneas de vapores de cabotaje que servían a las comunicaciones desde el surgidero de Batabanó a los embarcaderos de la Costa Sur de Vuelta Abajo. Estos embarcaderos, en los cuales tocaban los vapores "Cristóbal Colón" y "General Concha" de la línea de la empresa de "Bustamante y Cajigal" eran los de Dayanigua, Colón, La Coloma, Punta de Cartas y Baylén.
En lo que se relaciona al transporte de cabotaje por la Costa Norte de la provincia, comienza a partir del año 1870 cuando una compañía francesa se hizo cargo de la construcción de un ferrocarril de vías estrechas que se desplazaba desde el pueblo de Viñales hasta el de Puerto Esperanza. Esto dio lugar a que el Señor Antolín del Collado bajo una Sociedad Comanditaria, con domicilio en el pueblo de La Palma se aprestaran a atender la navegación para el traslado de pasajeros y mercancías de estos intrincados lugares montañosos por la vía marítima, es decir, desde La Habana hasta Malas Aguas, con escala en Bahía Honda, Río Blanco y Surgidero de Punta de Cartas que la unía con San Cayetano.
Es importante destacar que a mediados del siglo XIX las comunicaciones terrestres tuvieron cierta mejoría al construirse el Camino del Centro que partía desde Pinar del Río hasta la Habana, casi paralelo con la actual Carretera Central inaugurada el 24 de febrero de 1931, además de las carreteras ya construidas a Viñales, Luis Lazo, San Juan y Martínez y La Coloma, incluyendo la construcción del Camino de Hierro que entró a Pinar del Río en el año 1894.
Con la notable mejoría que ofrecían las vías de comunicaciones para esa época, y con la aparición de vehículos automotores, así como el natural crecimiento de la población se hacía necesario mejorar los medios de comunicaciones.
Para que se tenga una idea del rápido crecimiento para el movimiento de pasajeros vea los cuadros.
En el año 1949 la Ruta 35 de la "Cooperativa de ómnibus Aliados" construyó una inmensa Nave en las calles Antonio Rubio (Yagruma), Volcán y Este Hospital, con capacidad de parqueo de no menos de 60 ómnibus interprovinciales y nacionales. Los ómnibus especiales salían del costado del hotel "Comercio" y las corrientes desde la Plaza del Mercado frente al restaurante "Vista Alegre". Actualmente la referida Nave está ocupada por un comedor escolar y la Empresa Poligráfica.
En el período a que nos estamos refiriendo, según podemos observar, el transporte de pasajeros estaba garantizado a todos los confines de la provincia, incluyendo los municipios de la Costa Norte que se unían con Guanajay para proseguir hacia la capital del país, así como la parte más occidental de nuestro territorio hasta Mantua, Isabel Rubio, Base San Julián, Cayuco, Las Martinas y Cortés. La construcción de la carretera Panamericana contribuyó extraordinariamente a la mejoría del transporte.
Otro aspecto que debemos tener presente es el horario sistemático de salida del transporte de los lugares indicados que no oscilaba más de media hora entre una y otra salida, ofreciendo máxima garantía de llegada de los pasajeros a los lugares indicados..

Los precios del transporte de pasajeros eran muy económicos, entre los que podemos mencionar, entre otros los que aparecen a la izquierda.

Asimismo queremos señalar, que de acuerdo con las medidas establecidas por las autoridades competentes, las bicicletas, por no constituir un vehículo de transporte, por el peligro que ocasionaba para las vidas humanas, se les prohibía circular por la vía pública, salvo algunas que pagaban su debida chapa con su correspondiente iluminación y buen estado de mecanismo. Los menores de 18 años solo podían circular por parques, paseos u otras zonas autorizadas por el orden público.
Otras de las medidas que se pusieron en práctica como forma profiláctica fue la de prohibir el acceso de carretas y carretones por dentro de la ciudad para velar por la salud de sus habitantes y la limpieza de la vía pública. Sus dueños estaban en la obligación de circunvalar la ciudad por sendas, caminos abiertos desde la carretera a Viñales, Luis Lazo, San Juan y la coloma o viceversa hasta llegar al lugar de su destino.
A manera de conclusión queremos dejar bien sentado que el transporte público de pasajeros, por lo que este representa como industria especial para el desarrollo económico del país, necesita con urgencia de una atención muy directa a corto o mediano plazo, para lograr un mejoramiento sustancial en el mundo moderno en que vivimos. Recordemos que ya no estamos en la época de las carretas y carretones, ni de los coches y volantas, ni de los atrazados vehículos automotores.


 

 

Revista Vitral No. 44 * año VIII * julio-agosto 2001
Wilfredo Denie Valdés
(San Luis. Pinar del Río) Licenciado en Historia. Fue historiador de la ciudad de Pinar del Río durante muchos años.