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marzo-abril. año VII. No. 42. 2001

ÍNDICE

JUBILEO

  

 

BRINDAR A CADA ENFERMO

LO MEJOR DE SÍ

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CRÓNICA DEL JUBILEO DE LOS TRABAJADORES DE LA SALUD

por María del Carmen Gort

 

     

 

El pasado 3 de diciembre estuvo lejos de ser un Día de la Medicina Latinoamericana cualquiera, pues fue el día escogido por la Iglesia cubana para celebrar el Jubileo de los Trabajadores de la Salud.
De diferentes parroquias de la Diócesis llegaron médicos, enfermeras, estomatólogos, técnicos, otros profesionales vinculados a los servicios médicos, estudiantes de medicina y visitadores de enfermos, para juntos todos, dar inicio a nuestra jornada con la eucaristía en la Catedral, presidida por el P. Oscar Galcerán.
La Liturgia de la misa fue especialmente preparada según el acontecimiento del día. No faltaron los momentos para pedir perdón por las veces que los trabajadores de la salud no hemos brindado un auténtico servicio a la persona y a su dolor como lo exige nuestra profesión; pedimos también perdón por los errores cometidos en nombre de la medicina y con la ayuda de médicos durante este milenio que termina, en guerras, experimentos humanos, usos deshumanizantes de tecnologías, consecuencias sociales de problemas de salud, entre otros. Pero no todo ha sido sombras, porque durante los últimos años se han producido innumerables aportes en el campo de la medicina con el descubrimiento de etiologías de enfermedades, con la introducción de nuevas técnicas y medios diagnósticos, nuevos medicamentos, y hoy se abren una variedad de posibilidades para desarrollar vertiginosamente las ciencias médicas y ponerlas al servicio de la salud de todos. Motivos éstos para dar gracias.
Antes de terminar el P. Oscar pidió a todos los trabajadores de la salud presentes que se acercaran al presbiterio para darles una bendición especial y exhortarnos a ser consecuentes con la vocación y misión que hemos asumido y que exige este momento del desarrollo social.
Al terminar la eucaristía nos trasladamos a la casa de las Hijas de la Caridad donde habría de continuar nuestra celebración jubilar.
La conferencia "Principio de justicia y Bioética" dictada por el Dr. Antonio Padovani Cantón fue el segundo momento. Tema que suscitó el debate entre los participantes con preguntas, juicios, aportes, experiencias y el necesario análisis de situaciones concretas que se presentan durante el quehacer diario.
La tarde comenzó con un trabajo de equipos que nos animó a reflexionar sobre "como vivir el Evangelio en el campo de la salud" en el cual partimos de los problemas que más nos afectan en este ambiente, para luego pasar a las actitudes que debemos asumir y así proponer acciones concretas a nivel personal y social para ir transformando este ambiente.
En un segundo momento de la tarde tuvo lugar el Panel "Conciencia humana y desarrollo tecnológico. Desafíos éticos", aplicado a diferentes ramas de las ciencias médicas, "La Trasplantología", por el Dr. Rafael Capote; "Análisis al Final de la Vida", por el Dr. Jorge Rodríguez y "La Experimentación Humana y la Genética" por los estudiantes Anytery Travieso y Julio Lam.
En un compartir festivo, con la alegría de estar juntos durante esta jornada en el marco de este Año Santo Jubilar y con la certeza de que este momento de gracia que el Señor nos ofrece, constituyó una pausa en el camino para analizando el pasado, adentrarnos en el nuevo milenio brindando lo mejor de cada uno a las personas que sufren y están enfermas; así terminamos este Jubileo.