anterior

noviembre-diciembre. año VII. No. 40. 2000

ÍNDICE

NUESTRA

HISTORIA

  

 

150 AÑOS

de que fuera izada por primera vez

nuestra ENSEÑA NACIONAL

por Wilfredo Denies Valdés

 

     

 

No puede hacerse la historia de nuestra bandera sin hacer mención a los primeros hombres que soñaron con libertar a nuestra patria y sin narrar sus primeros esfuerzos, porque fueron ellos en sus luchas por la independencia, los que nos legaron esa enseña patria que hoy ondea como símbolo de libertad.

Según nos afirma Cirilo Villaverde en su relato sobre el origen de la bandera, él que fue testigo ocular del nacimiento de la misma. Dice Villaverde que vivía el poeta y dibujante cubano Miguel Teurbe Tolón en una casa de huéspedes de la ciudad de New York a donde concurrían todos los desterrados de entonces, entre los que se hallaban él y el General Narciso López Uriola, y que en los primeros días del mes de junio de 1849, sentados en torno de una mesa, López, después de mostrar a Tolón su proyecto de bandera concebido, creando la conspiración de la Mina de la Rosa Cubana, le describió su nuevo proyecto, el cual fue trazando el dibujante cubano, quedando así hecho el boceto de nuestra hermosa bandera. La primera fue confeccionada en tela por la señora Emilia Teurbe Tolón, prima y esposa del dibujante, la cual fue regalada a López.

Después de varios intentos malogrados, López pudo al fin preparar una expedición de más de seiscientos hombres que salieron de New Orleans en dos buques de velas, deteniéndose en la isla Contoy a pocas millas de la costa oriental de Yucatán donde se unieron a López, trasladándose al vapor Créole que los condujo a Cuba, desembarcando por Cárdenas al amanecer del 19 de mayo de 1850, día en que se enarboló por primera vez en Cuba nuestra bandera. Al no contar por la falta de apoyo para continuar la arriesgada empresa, López reembarcó este mismo día para los Estados Unidos, más que con el dolor del fracaso.

El 12 de agosto de 1851, Narciso López, a bordo del vapor "Pampero" con más de quinientos hombres desembarcó por Playitas del Morrillo, cerca de Bahía Honda, y después de sostener varios encuentros, fue capturado en los Pinos de Rangel el día 29 de agosto del citado año, al ser traicionado por José Antonio de los Santos Castañeda, compadre suyo a quien se había confiado. A las siete de la mañana del siguiente día, marchó López con paso firme camino al patíbulo. Antes pronunció un valiente discurso terminando con estas proféticas palabras: MI MUERTE NO CAMBIARÁ LOS DESTINOS DE CUBA.

El 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes en su ingenio La Demajagua, lanzando el grito de ¡Viva Cuba Libre! iniciaba el movimiento contra el colonialismo español. En el pueblo de Guáimaro el día 11 de abril de 1869 se reúne la Cámara de Representantes. Usó de la palabra Eduardo Machado para pedir que se acordase por la Cámara, la bandera que debía enarbolar la revolución en toda la Isla, e indicó por su parte para éste objeto, la bandera que levantó anteriormente narciso López Uriola en 1850. Honorato del Castillo planteó que se aceptase la propuesta por Machado honrada con la sangre de muchos valientes. Ignacio Agramonte expuso que la bandera de López era un testimonio glorioso de que los cubanos estaban hace largo tiempo combatiendo la tiranía. La Cámara acordó que se aceptase para toda la Isla la bandera del triángulo rojo. También se acordó que la bandera que alzó en Yara el valiente caudillo de Bayamo, Carlos Manuel de céspedes se fije en la sala de las sesiones de la Cámara y se considere como una parte del tesoro de la República.

La bandera tricolor con la estrella solitaria izada por primera vez en Cárdenas por Narciso López, el 19 de mayo de 1850, fue abrazada por Céspedes y posteriormente por Martí, hasta llegar el glorioso día del 20 de mayo de 1902, al flotar en el Castillo del Morro nuestra enseña nacional como primer día de existencia de la nación cubana. En aquellos momentos de júbilo nacional se diría: «SEA LA REPÚBLICA DE CUBA UN ANCHO CAMPO, DONDE ENCUENTREN PAZ, LIBERTAD Y TRABAJO, TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD».

 


siguiente