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noviembre-diciembre. año VII. No. 40. 2000

ÍNDICE

DEPORTES

  

PINAR DEL RÍO:

LÍDER INDISCUTIBLE

DE NUESTROS CLÁSICOS NACIONALES DE

B E I S B O L

por Geraldo A. Ruíz Hernández

 

     

 

Cuando solo restan días para que se inicie la cuadragésima Serie Nacional de Beisbol, ya los fanáticos y conocedores en la materia realizan sus pronósticos sobre el posible campeón de la pelota cubana.

Varios favoritos corren de boca en boca de la afición, que espera ansiosa conocer las nóminas definitivas de cada equipo.

Mientras tanto, le mostramos un trabajo que permitirá, a los que peinan canas refrescarle la memoria y a los más jóvenes, conocer detalles interesantes de la cronología de nuestras series nacionales. (Ver Tabla 1)

La provincia de Pinar del Río, debutó en la VII serie (1997-1998) con los equipos Vegueros y Pinar del Río, que en aquel entonces fueron los dos últimos lugares en la tabla de posiciones. Tuvo que esperar a la XVII serie para coronarse campeón, bajo la tutela de José Miguel Pineda, quien también los volvió a llevar a la cima en la XX serie.

Después obtuvieron cinco campeonatos más (series XXI, XXIV, XXVI, XXVII y XXXVI) con la dirección de Jorge Fuentes (quien reaparecerá de nuevo al frente del equipo Pinar del Río en esta serie) y fueron campeones en la XXXVII serie nacional en la cual Alfonso Urquiola se encargó de la Dirección del equipo.

Si a esta actuación le adicionamos los títulos obtenidos en las series selectivas V, VI, VIII, X, XIV y XVII, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que Pinar del Río ha sido el líder indiscutible de nuestros clásicos nacionales de béisbol.

SERIE

AÑOS

EQUIPO

DIRECTOR

       
I

1961-62

Occidentales
Fermín Guerra
II

1962-63

Industriales
Ramón Carneado
III
1963-64
Industriales
Ramón Carneado
IV
1964-65
Industriales
Ramón Carneado
V
1965-66
Industriales
Ramón Carneado
VI
1966-67
Orientales
Roberto Ledo
VII
1967-68
Habana
Juan Gómez
VIII
1968-69
Azucareros
Servio Borges
XI
1969-70
Henequeneros
Miguel A. Domínguez
X

1970-71

Azucareros
Pedro Pérez Delgado
XI
1971-72
Azucareros
Servio Borges
XII
1972-73
Industriales
Pedro Chávez
XIII
1973-74
Habana
Jorge Trigoura
XIV
1974-75
Agricultores
Orlando Leroux
XV
1975-76
Ganaderos
Carlos Gómez de Ávila
XVI
1976-77
Citricultores
Juan Bregio
XVII
1977-78
Vegueros
José M. Pineda
XVIII
1978-79
Sancti Spiritus
Cándido Andrade
XIX
1979-80
Santiago de Cuba
Manuel Miyar
XX
1980-81

Vegueros

José M. Pineda
XXI
1981-82
Vegueros
Jorge Fuentes
XXII
1982-83
Villa Clara
Eduardo Martín
XXIII
1983-84
Citricultores
Tomás Soto
XXIV
1984-85
Vegueros
Jorge Fuentes
XXV
1985-86
Industriales
Pedro Chávez
XXVI
1986-87
Vegueros
Jorge Fuentes
XXVII
1987-88
Vegueros
Jorge Fuentes
XXVIII
1988-89
Santiago de Cuba
Higinio Vélez
XXIX
1989-90
Henequeneros
Gerardo Junco
XXX
1990-91

Henequeneros

Gerardo Junco
XXXI
1991-92
Industriales
Jorge Trigoura
XXXII
1992-93
Villa Clara
Pedro Jova
XXXIII
1993-94
Villa Clara
Pedro Jova
XXXIV
1994-95
Villa Clara
Pedro Jova
XXXV
1995-96
Industriales
Pedro Medina
XXXVI
1996-97
Pinar del Río
Jorge Fuentes
XXXVII
1997-98
Pinar del Río
Alfonso Urquiola
XXXVIII
1998-99

Santiago de Cuba

Higinio Vélez
XXXIX
1999-2000
Santiago de Cuba
Higinio Vélez

 


 

UN FUTBOLISTA A LOS ALTARES

Manuel Garnica está incluido en un proceso de beatificación

de mártires de la Guerra Civil

 

Madrid, 4 septiembre (Zenit.org).- El delantero centro del Athletic Club de Madrid (actual Atlético), con el que consiguió el Campeonato de España en 1911, Manuel Garnica, podría convertirse en el primer futbolista elevado a los altares.

En caso de Garnica, fusilado en febrero de 1939, está incluido en el amplio proceso de beatificación de mártires de la Guerra Civil en Cataluña. El futbolista fue asesinado junto a otros 41 prisioneros, entre ellos el obispo de Teruel.

(Manolón), como era conocido en el mundillo futbolístico, nació en Madrid a finales del siglo XIX. Estudiante y deportista, entró en las filas del Athletic Club que ganó el Campeonato de España de 1911 al Español de Barcelona. Tras su retirada, pasó a desempeñar la abogacía en Teruel, donde le sorprendió la Guerra Civil. Allí fue detenido y trasladado a Barcelona, donde fue fusilado.

Según escribe el diario deportivo (AS), los familiares de Manuel Garnica le describen como un hombre de una fe inquebrantable en Dios, gran simpatía, amigo de diversiones y dotado de enormes facultades físicas.

 


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