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septiembre-octubre. año VII. No. 39. 2000

 

JUBILEO

  

 

CARTA de dos RECLUSOS

 

A NUESTROS HERMANOS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA CON MOTIVO DEL AÑO JUBILAR

 
por los Hnos. Saúl y Dominguito (reclusos)

     

 

Queridos hermanos y hermanas:

Ustedes que siguen el camino de la paz, de la verdad y el camino de nuestro Señor Jesucristo. Bienaventurados sean.

Sabemos que hoy están ustedes reunidos en misa, para rogar y orar por nosotros los que estamos ausentes por estar en cautiverio, pero tenemos la fe fijada en ustedes que tienen mucho más Fe que nosotros, y estamos seguros de ser salvo por medio de su Fe, pedimos de todo corazón en el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo y de nuestro Dios, rueguen por nosotros, porque nosotros hemos borrado nuestros pecados y los seguiremos borrando, vamos en busca de la luz, no queremos ya vivir en tinieblas, anhelamos reconciliarnos con toda la humanidad y contribuir, ayudar a aquellos que todavía no se han arrepentido y que la sociedad perdone el mal que le hayamos cometido.

Queremos también decirle y que todos los aquí presentes, en esta misa de jubileo para el mundo penitenciario, que nosotros los que hemos conocido y sufrido el dolor en carne propia, sabemos valorar con toda intensidad lo que es el perdón, pues el dolor hace que se conozca el amor.

Hermanos, en particular queremos pedir que nuestra carta sea leída en la misa del 9 de Julio que todos conozcan de la presencia y participación de nosotros en este Jubileo, porque nosotros también oramos por quienes estén en peores condiciones que nosotros, pues quien aún no ha conocido al Señor, está peor que nosotros, la libertad no es solo andar a campo libre sin cadenas. Tener libre el corazón de pecados es tener libertad, aunque tengamos el cuerpo atado con cadenas.

Tengan todos la bendición de Dios, que nuestra Patrona la Santísima Caridad del Cobre nos ilumine en el camino.