marzo-abril. año VI. No. 36. 2000


NUESTRA

HISTORIA 

  

 

LA PLAZOLETA

DE LA CÁRCEL

 

por Wilfredo Denies.

 

      

     

En el plano de la población de Pinar del Río, levantado por el agrimensor y topógrafo español Mariano Carles Casadeval, observamos que entre las pocas calles que aparecen trazadas se encuentra la llamada "de la cárcel", nombrada así porque en ella estaba situada el primer centro penitenciario, construido en el año 1826. Esto fue motivo para que nuestros pobladores lo comenzaran a llamar la Plazoleta de la Cárcel. Por otra parte, alrededor de dicha plaza se levantaban varias edificaciones que en su mayoría se mantienen a pesar del tiempo transcurrido.

El área que correspondía a la llamada plaza partía desde la calle de la Iglesia, conocida así por estar aledaña a la iglesia parroquial, construida en 1764 por el presbítero Tomás de la Luz. Esta calle también era conocida como "plaza o cuartel", lugar donde se levantaba la Plaza de Armas hasta el cruce con el Camino Real del Guayabo que posteriormente tomaría el nombre de Galeano.

Para tener una idea de las edificaciones que conforman la Plaza de la Cárcel, a partir de la tercera década del siglo pasado hasta los albores del presente, es necesario realizar un recorrido imaginario, a fin de que se preserve esta maravillosa arquitectura de estilo colonial.

Comenzando por la acera sur y frente a la Plaza de Armas, estaba situado el cuartel de ingenieros del ejército español, posteriormente Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, ya desaparecido, seguido de la casa de Buenaventura Mijares López, contando ésta con una panadería al fondo y un conuco de tabaco; continúa por orden la vivienda de Leonor Fuguet; la cárcel provincial, construida en 1859 y que sustituyó al primitivo centro penal que estaba en la acera Norte; le sigue la vivienda de Félix Cano y la de Manuel de la Puente (año 1830); en la esquina con la calle Galeano existía una casa de embarrado y guano, propiedad de Ángel Grimal Plá, lugar donde se ubicaría posteriormente la farmacia El Ángel de Pedro Márquez.

En la otra esquina, después de pasar la calle Galeano, se encontraba el edificio de dos plantas conocido como El Alto de Cabeza y posteriormente la escuela de carácter privado de Lolita Santiago (Ambos desaparecidos) y que estaban dentro del perímetro de la plazoleta.

Iniciando nuevamente el recorrido, pero esta vez por la acera norte, en dirección este, nos encontramos en la esquina frente a la Plaza de Armas y del cuartel de ingenieros de gobierno Pedro Angelis (Año 1820). Después aparecía la clínica médica del doctor Francisco Guash, seguida ésta de la vivienda de Carlos Sánchez.

En el espacio que ocupaba la antigua cárcel y el hospital "San Dionisio" estaba instalada una bodega de Remigio Rodríguez Fuello y las oficinas del telégrafo. Posteriormente, en los terrenos que ocupaba la alcaldía mayor, se levantaron dos casas de Pedro Fuguet Mascaró, le seguía la "Villa Cándida" de José González Curbelo. En esa Villa se alojó la alta oficialidad del ejército norteamericano en la segunda intervención a nuestro país (1906-1909). Después, la academia de Oscar Fernández, lugar donde se construyó posteriormente la actual casa de dos plantas conocida por Mariví, de Segundo Valle. En nuestro andar por la plazoleta de la cárcel aparece a continuación la vivienda de Blanca Valle, conocida por La Fausto, y por último se divisa la residencia del doctor León Cuervo Rubio.

Alrededor de la Plazoleta de la Cárcel, caracterizada por su gran espacio, se reunían nuestros primitivos pobladores para celebrar ferias, romerías y todo tipo de fiestas populares, convirtiéndose en un importante sitio de concentración del vecindario de la época.

Volvemos a insistir de que todo el contexto histórico, arquitectónico y ambiental de la Plazoleta de la Cárcel debe ser cuidadosamente preservado como patrimonio de las nuevas y futuras generaciones.