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julio-agosto. año VI. No. 32. 1999 |
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CINE | |
CHARLOT UN VAGABUNDO QUE SE NIEGA A MORIR
por Dany Francisco
El 16 de abril de 1889, a las 8 de la noche, el gran teatro universal, tomando como escenario East Lane Walworth 258, Kennington Road, Londres, Inglaterra, levantó el telón para mostrar a una atractiva y delicada actriz de variedades en espera de la cigüeña con su preciosa y siempre esperada carga. Hacía su primera presentación Charles Spencer Chaplin para quien el destino había preservado un lugar sin precedentes, primero en el teatro y después en la cinematografía mundial. Cuando contaba cinco años de edad, Hannah, la madre, sufrió una quebradura de la voz y el público inclemente comenzó a abuchearla. En aquellos momentos tan difíciles para ella, el niño Charles corrió en su auxilio y al quedar solo en el escenario entonó las notas de una canción muy conocida entonces titulada "Jack Jones". Hacia la mitad de la canción, calló sobre el piso una lluvia de monedas y paró de cantar diciéndole al público que primero recogería las monedas y después seguiría cantando lo que produjo una carcajada general. El director de escena acudió en su ayuda, Chaplin lo siguió desconfiado pensando que trataría de quedarse con el dinero. El público comprendió su preocupación y rió aún más. ¿Pudiera considerarse este temprano episodio como la niñez del futuro vagabundo? Estamos seguros de que si, aquella fue la primera aparición de Chaplin en público y la última de Hannah, pues poco después sería conducida a un Hospital para someterse al tratamiento de una depresión nerviosa y Charles junto a Sidney, su hermano, tuvo que permanecer dos años en el asilo orfelinato Hanwell Residential School (al sur de Londres). Su infancia y adolescencia transcurrieron en la más precaria de las miserias y se vio obligado a realizar disímiles trabajos para poder subsistir. Vendedor de periódicos, impresor, fabricante de juguetes, soplador de vidrios, botones de un médico, etc., pero se las arreglaba para dedicarle tiempo a su máxima aspiración: ser actor. En 1899 Hannah Chaplin, restablecida ya totalmente, vive de nuevo con Sidney y Charles. El pequeño Carlitos continúa apareciendo en los Music-Hall. Posteriormente figura como comparsa en el hipódromo de Londres, en diversas pantomimas entre las que se destaca "El Gato con Botas". Su contrato duraría 18 meses. De 1900 a 1913 desempeña pequeños papeles en un gran número de pantomimas: "El Groom Billy" en una adaptación teatral de «Sherlock Holmes", "el lobito de Peter Pan", obra fantástica de William Gillette. El Rey Eduardo VII asistió a una de las presentaciones. En 1908 el gobernador Fred Karno contrata a Chaplin para figurar en una de sus compañías de las London Comedians o Mumming Birts. En 1910 se presenta durante varios meses en Pris con la Karno en el Olimpia Bergere La Cigale. En 1911 se traslada para los Estados Unidos, donde permanece por espacio de seis meses recorriendo varias ciudades como actor de pantomimas. En 1912 marcha nuevamente para Estados Unidos con el objetivo de establecerse allí definitivamente. Con el énfasis y la presunción de la juventud escribe más tarde: yo señalé a mis compañeros los rascacielos newyorquinos exclamando: América, guárdate, voy a conquistarte. En sus proyectos de gloria el muchacho incluía el cine. Chaplin manifestó muchas veces que si desde los 20 años deseaba hacer cine, esto se debía en gran medida al interés que despertó en él Max Linder, destacado cómico francés que popularizó en el mundo entero al hombre elegante, galante, irónico, dispuesto a encarar las más excéntricas aventuras cuando se trataba de conquistar el amor de una mujer. Linder lo conseguía generalmente, su comicidad matizada y discreta, no se fundaba en modo alguno, como las pantomimas de la Karno, en el perpetuo fracaso, en la búsqueda frenética y alocada de un éxito en el deporte, los negocios o la profesión. Él prefería los detalles basados en la observación aguda y finamente satírica. Los arabescos de su juego trazaban un encaje depositado como homenaje a los pies de las bellas mujeres que trataba de conquistar. Al joven Chaplin no le faltaba audacia y se lanzó en pos de sus propias conquistas. La industria cinematográfica, en ascenso vertiginoso, había logrado que en sólo cinco años se abrieran en los Estados Unidos 20 000 Nickel-Odeons (así llamaban entonces a los cinematógrafos). Renovaban varias veces a la semana las programaciones. Esas salas consumían un número increíble de películas de todos los géneros, pero especialmente solicitaban comedias. Quince días antes de que desembarcara Chaplin en América, la sociedad Keystone había editado su primera película: "Cohen en Coney Island". La Keystone era una nueva empresa de los rpductores Kessel y Bauman, los antiguos Boockmakers habían confiado su dirección al joven Mack Sennett. Miembro de la comparsa del más famoso realizador americano: D.W. Griffith, Mack Sennett era a la vez productor, director de escena y actor. Las comedias de la Keystone se pusieron de moda en América cuando tuvieron como primer actor a Ford Sterling. Yo fui quien descubrió a Charles Chaplin, decía Mack Sennett en 1952. Estaba de paso en Nueva York acompañado por la actriz de la Keystone Mabel Normand y frecuentábamos mucho los Music-Halls, Chaplin interpretaba entonces una pantomima Karno en un teatro de poca monta. Nos hizo reir tanto que en el intermedio fuimos a su camerino para ofrecerle un contrato. Lo rechazó. Pero la Keystone no cejaría en su empeño y cuando Chaplin paseaba su tipo de borrachín por los escenarios del circuito Empress, recibió en Filadelfia a Bert Ennis, empresario de Kessel y Bauman quien le propondría un nuevo contrato. El cómico no expresó gran entusiasmo en un principio, se ganaba bien la vida: 60 dólares semanales. Ni Adam Kessel ni Mack Sennett le habían ofrecido hasta entonces más de 75 ¿valía la pena lanzarse a un oficio desconocido por 15 dólares de diferencia?. No, podía fracasar en la pantalla en los momentos en que la fortuna le sonreía en el Music-Hall y ante esta disyuntiva, Kessel, aferrado a su descubrimiento, terminó por ofrecerle 150 dólares a la semana y un contrato por un año. En noviembre de 1913 Chaplin firmaba su primer contrato para el Cine que comenzaría a regir el 1ro de enero de 1914 y después de recorrer algunas ciudades Norteamericanas, hizo su última presentación con la Karno en el Empress Theatre de los Ángeles una noche de diciembre de 1913. Su primera presentación ante un aparato toma vistas fue el 5 de enero de 1914 en "Making a Living" (Para Ganarse la Vida). La película fue dirigida por un actor realizador: Henry Pathe Lerhman. Para ese papel Chaplin adoptó una indumentaria elegante, chistera, larga levita gris, puños almidonados y calzaba finas botas de charol. Su bigote espeso era insolente como el monóculo a través del cual, según la trama, acechaba a su víctima. Pero muy lejos estaba este atuendo de dejar complacido a nuestro héroe. Chaplin había interpretado diversos personajes en las compañías Karno. Vaciló dos meses entre varios de sus antiguos tipos en la incipiente búsqueda del vestuario ideal para sus futuras presentaciones en el Cine. Ensayó distintos tipos de bigotes y de barbas postizas; cambia a menudo de sombrero y de calzado y no se decide a adoptar de inmediato su famoso bastoncito. Después de diez películas lo elige al fin. Conserva definitivamente el traje, el mismo maquillaje y los mismos gestos característicos. Desde la primavera de 1914 hasta la segunda guerra mundial, Charles Chaplin no volverá a comparecer ante las cámaras sin su bigotico, sus pantalones anchos, su bastón, sus zapatones, su chaqueta estrecha y su andar de pato. Entre los muchos tesoros que conservan las Cinematecas, aún puede ser vista una película cuyo nombre en inglés es "Between Showers" (Entre Chaparrones). La cinta apenas dura unos diez minutos. Los espectadores que tuvieron el privilegio de asistir a su premiere el 28 de febrero de 1914, pudieron decir: hemos visto nacer a Charlot. Efectivamente, había nacido el personaje pero no su alma. Ella vendría después. Canillitas, como también se le conoce, comentó una vez sobre las vacilaciones de su personaje: al cabo de cierto tiempo acabé por pensar en esos pequeños ingleses que había visto con tanta frecuencia luciendo sus bigoticos negros, sus bastones de bambú, sus chaquetas apretadas, y decidí tomarlos como modelo. Era el equivalente inglés del francés medio. Max Linder vestía impecablemente, pero Chaplin decidió ser andrajoso. Su bigotico, decía, es el símbolo de su vanidad. Sus pantalones informes son la caricatura de nuestras torpezas, la idea de mi bastón fue quizás mi más feliz hallazgo. Es cierto que en la época de la Keystone Chaplin estaba muy lejos de haber comprendido o de haber creado del todo a Charlot. Las comedias Keystone de las que es la principal figura, pertenecen al género que los anglosajones denominan Slapstick o sea palo de payaso. El arte de Chaplin debuta con bufonadas muy semejantes a lo que había sido hacía ya tres siglos la famosa comedia del arte. En el transcurso de 1914 Chaplin filma 35 películas, 20 de ellas ideadas y dirigidas por él mismo con inimaginables gags que provocaban grandes carcajadas entre el público asistente a las exhibiciones. Hoy, a ciento diez años del nacimiento de este genial cómico y a ciento cuatro del surgimiento del Séptimo Arte, todas las encuestas realizadas a nivel mundial para seleccionar al mejor actor de todos los tiempos, coinciden sin vacilación en un nombre: Charles Chaplin, porque su arte es imperecedero. No existe elemento de la comedia moderna donde él, de una forma u otra, no esté presente, y aunque por el tiempo estos filmes puedan ser considerados por algunos como piezas de Museo, nos llena de satisfacción ver cómo el rostro de las presentes generaciones se ilumina con el fulgor de la sonrisa ante las ocurrencias de este vagabundo que se niega a morir. Bibliografía citada: Vida de Chaplin, de George Sadoul.
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