mayo-junio. año VI. No. 31. 1999


TEATRO

 

CANCIÓN DEL

OSCURO

 

por Carmen Hernández

                  

 

PERSONAJES:

VIEJA (o VIEJO)

HOMBRE

MUJER

A Virgilio Piñera

A José Ramón González

A mi madre, que a veces canta en lo oscuro.

 

 

ACTO PRIMERO

Sala de una casa. Tres personas sentadas en balances. Las tres se mecen. Está oscuro. Se alumbran con un quinqué, un farol o similar. Sus sombras agrandadas, se reflejan en el telón de fondo.

 

VIEJA. (Cantando.) Atrás la tiniebla, que venga la luz; atrás la tiniebla, que venga la luz; el mundo se tambalea, igual que tú... (Repite.).

HOMBRE. (Intemunpiéndola, impaciente.) ¿Qué es eso, vieja?

VIEJA. Un conjuro...

MUJER. ¿Un conjuro? ¿De dónde lo sacaste?

VIEJA. De ninguna parte... lo acabo de inventar...

HOMBRE. Así que hasta poetisa me ha salido usted...

VIEJA. Poetisa, no... si acaso conjuradora, que no es lo mismo... (Cantando.) Atrás la tiniebla, que venga la luz; atrás la tiniebla

MUJER. Cállate vieja, que me pones nerviosa...

VIEJA. ¿Y por qué motivo tendría que callarme? Tú no sabes que el alma vuela cuando alguien canta...

MUJER. La mía no ha echado a volar todavía porque usted no canta... usted ruge...

HOMBRE. (Encono.) Pero la mía sí...

MUJER. Me voy para la calle...

VIEJA. Tú estás loca... irte para la calle así...

MUJER. (Se levanta.) Me voy para la calle... porque me ahogo. Las paredes me aplastan, la oscuridad me sofoca...

Los otros dos no escuchan lo que dice el hombre.

HOMBRE. Allá afuera están ellos...

VIEJA. (Canta lo mismo.)

MUJER. (Histérica.) Al menos, cállate...

HOMBRE. Déjala que cante... así se duermen los perros...

MUJER. Qué carajo me importan a mí los perros...

VIEJA. (Se interrumpe.) Eso lo sabemos... a ti lo único que te importa eres tú misma...

MUJER. Mentira... eres una grandísíma mentirosa... si fuera tan egoísta me largaba y ya...

VIEJA. Pues lárgate... (Comienza a cantar.) Qué dulce fue el beso con que nuestra boca encendió de amores otra boca en flor.., ay, pero más dulce...

MUJER. (Interrumpe.) Me acuerdo de cuando era nina... muy niña... tres o cuatro años... supe que la muerte existía... no sé cómo lo supe... supe que yo iba a morirme un día y me aterroricé...

HOMBRE. Si hubiera sabido que fuiste una niña prodigio, ni me acerco a ti...

MUJER. Eso no es ser niña prodigio... no sé por qué sentí lo de la muerte. Lloraba mucho... mi abuelo me compró un osito de cuerda que tocaba una pandereta... pero yo seguí pensando en la muerte... entonces mi madre me dijo que iba a llevarme a ver a Dios... ¿Y quién es Dios? Un señor muy viejo y muy grande que consuela a las niñas como tú, que piensan en lo que no tienen que pensar... y me llevó a la iglesia que estaba oscura, casi tan oscura como esto... y yo llegué mirando para todas partes y preguntando que dónde estaba Dios... y ella que me esperara... y Dios no aparecía... (va in crescendo) todo estaba desierto... sólo nosotras estábamos allí... y en lo alto había una ventana y yo sabía que Dios iba a aparecer por allí en cualquier momento... y mi madre me dijo que Dios no se veía, que a Dios solamente se sentía... y allí empecé a decir bajito... (Comienza una letanía.) Dios, déjame sentirte... Dios, déjame sentirte... Dios, déjame sentirte...

HOMBRE. (Cae de bruces, se cubre la cara con las manos. ) Dios, déjame sentirte. (Repite unas veinte veces.)

VIEJA. (Canta.) Si yo encontrara un alma como la ¡mía... cuántas cosas secretas le contaría... un alma que al mirarme sin decir nada, me lo dijera todo con la mirada. Un alma que embriagase con suave aliento, que al besarme sintiera lo que yo siento... y a veces me pregunto qué pasaría si yo encontrara un alma como la mía...

MUJER. Pero ahora no lo siento (transición), por eso me voy para la calle...

VIEJA. La calle está muy oscura...

HOMBRE. Qué vas a hacer en la calle a esta hora... (Habla de nuevo sin ser oído.) En la calle puede ocurrir cualquier cosa...

MUJER. Voy a correr... correr... correr y correr... para sentirme libre... (transición) si al menos amaneciera...

HOMBRE. Apenas son las siete de la noche... falta mucho para el amanecer...

VIEJA. Canten, y verán como amanece...

MUJER. No voy a cantar porque yo no estoy loca... cantar no resuelve nada.

VIEJA. Yo tampoco estoy loca y canto... porque cantar es lo mejor que hay para espantar lo malo... el mal pensamiento, el mal ánimo, la mala entraña... (Transición, canta.) Alánimo, alánimo, la fuente se rompió... alánimo, alánimo mandarla a componer... urí urí urá la reina va a pasar...

HOMBRE. (Se levanta de su balance y va al de la vieja.) Cállese, que los de afuera van a oír... (se separa y otea como si fuera por una ventana) andan buscándome... están ahí... cállense... (Estos tres bocadillos no los oyen los otros.)

MUJER. (Con suma angustia.) Voy a morirme.., voy a morirme ahora mismo... dentro de dos minutos... siento la muerte... siento un frío por dentro... voy a morir...

VIEJA. (La mira con calma.) Eso es hambre...

MUJER. (Al hombre.) Abrázame, que me muero... me muero...

HOMBRE. (Corre hacia ella, la abraza.) Qué te sientes... qué te sucede...

MUJER. Me muero... ya me muero... abrázame... impide que me muera...

HOMBRE. (Urgente.) Te estoy abrazando... te doy calor.., ya pasa...

MUJER. (Zafándose de las manos del hombre. Rompe la angustia. Con zalamería, abandono, alivio.) No me morí... me voy para la calle... suéltame...

HOMBRE. (Anonadado.) No comprendo...

VIEJA. Yo sí... está loca...

MUJER. (Agresiva.) No más loca que cualquiera que ande por la calle... no más loca que tú... sentada en ese balance... inventando conjuros... cantando... sin resolver nada...

VIEJA. Los conjuros no son la purga de Benito...

HOMBRE. (Nadie lo escucha.) Todos estamos locos...

Baja luz aún más. Los tres se levantan a la vez y cambian de balance.

VIEJA. (Sigilosa.) No hagan ruido que se despiertan los perros...

HOMBRE. (Susurro.) Los de afuera escuchan...

VIEJA. Tampoco así... si no hablamos, poco a poco iremos perdiendo todos los sentidos... en cualquier momento nos quedamos ciegos...

MUJER. (Empieza a dar vueltas sobre sí misma corno los endemoniados.) Con esta oscuridad, con esta oscuridad, con esta oscuridad, me mareo con esta oscuridad.., pierdo el equilibrio con esta oscuridad...

VIEJA. Pierde lo que te de la gana, menos la vida...

HOMBRE. ¿Y qué vamos a hacer con tanta vida, eh?

VIEJA. Pues vaya, qué pregunta tan comemierda... ¿qué otra cosa puede hacerse con la vida sino vivirla?

MUJER. Y a esto usted lo llama vida.., a estar encerrada siempre... en lo oscuro...

HOMBRE. Esto no es vida, esto no es vida.., esto no es vida...

Él sigue repitiendo lo mismo y la vieja comienza a cantar.

VIEJA. Nuestras vidas que quizás un día valieron muy poco, hoy no valen no digo yo un poco, ni siquiera nada... ya es muy tarde para arrepentirse...

MUJER. (Interrumpe histérica.) Ya... ya... Se callan ambos.

MUJER. (Normalmente.) Me voy para la calle...

VIEJA. Tráeme un cartucho de merengues...

HOMBRE. Y a mí un helado...

MUJER. (Burlona.) Yo soy la hija del mago Merlín... (muy teatral) levanto mi mano derecha y del cielo descienden en paracaídas de colores, merengues... levanto mi mano izquierda... ahora cae pura lava de volcán, que al chocar con la tierra se convierte en helado... en helado, ¿de coco?, ¿de fresa?, ¿de qué lo quieres? (Hace reverencias frente a los dos.) Sírvanse los señores... merengues y helado...

VIEJA. (Cantando.) Dime si ya eres libre como es el viento, dime que no me quieres, que ya me olvidas... dime que ya no tienes ni un pensamiento, ni una sola esperanza que me dé vida, ni una sola esperanza que me dé vida...

HOMBRE. (Se levanta del sillón y se arrodilla frente a la vieja.) Vieja, dígame, y qué cosa es la esperanza...

MUJER. (Al vuelo.) Un insecto verde con las patas largas...

HOMBRE. Le hablé a ella, no a ti...

VIEJA. La esperanza es saber que mañana nos vamos a despertar... sólo eso, vivir mañana.

HOMBRE. ¿Yo voy a vivir mañana?

VIEJA. Si tú quieres.

MUJER. Yo sí quiero... yo voy a estar viva mañana, yo sí quiero... yo vot a estar viva mañana, yo sí quiero... yo voy a estar viva mañana...

HOMBRE. Si amaneciera... si de pronto amaneciera.

VIEJA. Nunca amanece de pronto... (transición) junto al mar el amanecer es lindo y en el campo...

MUJER. El campo es para los pájaros... yo adoro la ciudad... la ciudad de día, con el sol que alumbra... la ciudad de noche... llena de luz (Transición). ¿Alguna vez fue azul esta ciudad? (Pausa) me voy para la calle.

VIEJA. Ahora no está llena de luces... no te recomiendo que salgas.

HOMBRE. (Sin que nadie lo escuche). Los enemigos de la luz están por todas partes...

VIEJA. (Canta). El farolito de la calle en que nací fue el centinela de mi promesa de amor, bajo su quieta lucecita yo la vi a mi pebeta luminosa como un sol...

MUJER. (Entusiasta). Gardel es adorable... nunca he visto a un hombre más lindo que Gardel...con tanta gracia...

HOMBRE. Parecía un maniquí.

MUJER. Maniquí pareces tú...

VIEJA. Los argentinos, de jodedores que son, le dicen, el mudo... vaya qué mudo, carajo... (Canta). Silencio en la noche, ya todo está en calma el músculo duerme, la ambición trabaja...

MUJER. El pobre, murió tan joven... lo mató una luz muy grande...

VIEJA. Se hizo un chicharrón en el avión que iba... la luz no mata...

MUJER. (Se para del balance.) Él era tan hermoso... con sus ojos como las aceitunas y sus manos de niño y aquella ternura torpe cuando me acariciaba...

VIEJA. ¿Gardel?

HOMBRE. Qué Gardel ni Gardel... uno de sus amantes... ¿a ése lo conozco?

MUJER. No es importante.

HOMBRE. Quieres salir a la calle para verte con él..

MUJER. Me gusta su sonrisa... es distinta a todas las sonrisas... y era rubio..., con él hubiera sido siempre joven...

HOMBRE. Puta... sal a buscarlo, mientras yo me quedo aquí muriéndome, en lo oscuro...

MUJER. Hermoso joven... lleno de luz... no voy a encontrarlo... murió...

HOMBRE. ¿Cómo que murió?

MUJER. Todos se mueren...

HOMBRE. Mentira... no ha muerto... eso lo dices para confundirme... es como si estuviera aquí en medio de nosotros...

MUJER. No está aquí... no te preocupes... los recuerdos no arañan... los fantasmas no muerden...

VIEJA. (Cantando.) Y como soles irresistibles son sus destellos, que puede uno mirarse, mirarse en ellos... y como sabes que tus miradas tienen hechizo, miras con imprudencia y maleficio... no me mires a los ojos porque no quiero que tu mirar penetrante me deje ciego...

MUJER. (Roto el hechizo.) Él se habrá muerto... pero yo estoy viva... me voy para la calle...

HOMBRE. No, por favor, no te vayas... le tengo miedo a ese fantasma... hablaste de él con tanto amor...

MUJER. ¿Y tú?, ¿es que tú no tienes fantasmas? ¿Estás tan muerto que no tienes fantasmas?

HOMBRE. No me dejes...

MUJER. Irme a la calle no es dejar a nadie... es simplemente para coger aire... a sentirme libre... ¿no te gusta ser libre?

HOMBRE. (Se sienta de nuevo.) No sé... no sé qué es lo que prefiero.

MUJER. Tú estás más muerto que el muerto. Sal tú también y corre...

HOMBRE. La oscuridad me aplasta...

MUJER. A mí también me aplasta, pero qué... corro (Empieza a desnudarse.)

VIEJA. ¿Qué tú haces?

MUJER. Me desvisto... voy a correr desnuda... ¿nunca han corrido desnudos?

HOMBRE. (Se le abalanza para que no se desvista. Forcejean. ) No, por favor, podrían hacerte daño allá afuera... no quiero que te hagan daño...

MUJER. (Comienza a reír incrédula. ) ¿Hacerme daño? ¿Estás hablando de hacerme daño? Dios mío, lo que hay que oír en este mundo... Tú estás preocupado porque me hagan daño... tú, que lo único que has hecho en tu puñetera vida es hacerme daño... y no sólo a mí... sino a todo lo que se mueve, lo que crece, lo que vuela, lo que nada... a tu alrededor. (Pausa.) Además, yo nací desnuda...

Se desata de sus manos e insiste en desnudarse.

VIEJA. (Canta.) Yo vivo con la pena de amarla ciegamente con loco frenesí, yo sé que ella me quiere, que todo lo que tiene, me pertenece a mi...yo sé que está muriendo, que se está consumiendo de tanto padecer... (Deja de cantar. Pausa.) Vas a coger un catarro... ¿Te acuerdas? Aquella vez que te enfermaste cuando eras niña...

MUJER. (Rememorando.) Me acuerdo...

VIEJA. Todos estábamos muy angustiados... creímos que ibas a morir... y eras tan linda... tan inocente... tan indefensa... (Deja de rememorar. Con displicencia.) Eres tan indefensa...

HOMBRE. Como una víbora...

VIEJA. ¡Cómo se quieren los hijos! No hay nada que uno quiera más en el mundo que a un hijo... no sé qué hubiera pasado si hubieras muerto.

HOMBRE. (Cae al suelo de rodillas.) ¡Mis hijos, mis hijos, mis hijos! ¿Dónde están mis hijos? (Se golpea la cabeza con ambas manos.) ¿Dónde he de ver de nuevo sus rostros, sus ojos?

MUJER. (Procaz.) Sus rostros, sus ojos... qué amor... ya son hombres y mujeres quemados por el sol... y en sus ojos el único brillo que hay es el del miedo... y en sus manos la desidia que les legaste tú...

VIEJA. (Cantando.) Y tú, y tú, y tú... y nadie más que tu...

MUJER. Nunca te importaron tus hijos... ni te importan.. todavía no... lo que te sucede es que la conciencia no te deja respirar libremente. (Se le acerca, lo levanta por los hombros, pone su rostro muy cerca del de él ) ¿Y sabes por qué?, porque te estás poniendo viejo... y tienes miedo, mucho miedo... mírate al espejo, de frente, como un hombre.

HOMBRE. (Demolido. ) Eres una víbora... cruel... insidiosa... te gusta sacar a flote los defectos... hurgar en ellos hasta sacar la sangre vieja.

MUJER. No, no hablo de defectos... no, los defectos, las limitaciones, las faltas o como mejor te guste llamarlos son algo común... todos tenemos una porción... digamos que cada uno tiene el saco de defectos que le tocan en este mundo... pero tú no tienes defectos... y si los tienes, no me ocupo de ellos ahora... tú tienes grietas...

HOMBRE. (Agresivo.) ¿Y cuál es la diferencia, si se puede saber?

MUJER. (Se levanta. Fija la vista en un punto indeterminado)... las grietas.

VIEJA. ... por las grietas es por donde se escurre la gente... eso lo decía el viejo...

MUJER. Sí así mismo es... las grietas es por donde sale lo que de gente hay... y tú tienes muchas... demasiadas...

HOMBRE. Eso es filosofía de mierda...

MUJER. (Transición.) Me voy para la calle... me ahogo... poco me importan tus grietas o tus heridas... ni tu cara en el espejo... eso no tiene ya ningún remedio... pero yo sí... yo sí podría salvarme... me voy...

HOMBRE. Puta... putica... vas a buscar hombres... eso es lo único que has hecho en toda tu vida... fornicar en las columnas...

MUJER. (Con movimientos lascivos.) Es tan rico, tan rico... hacerlo recostada a una pared... debajo de una escalera... en el último asiento de una guagua... en el mar... ¿no te gusta hacerlo dentro del agua? Es bárbaro... (Pausa, se queda pensativa. ) Ustedes, ¿nunca han nadado desnudos... es igual que volar... es como si estuvieras volando... planeando por sobre los techos... nadar desnuda... qué maravilla... ¿nunca han soñado que vuelan? Los volatines que armo yo en los sueños... y sin alas, que es lo más bonito... volar sin alas... volar porque sí... por volar... (transición) pero no estaba hablando de volar sino de fornicar... fornicar que es mejor que nadar, que volar, que cantar (pausa) ya te dije, coño, que estoy viva... a pesar de tus grietas... de la guerra... de la muerte... a pesar de toda la mierda de este mundo... estoy viva y me voy a la calle...

VIEJA. (Imperativa.) Espérate...

Se apaga la luz del artefacto que hay encendido. Cada uno agarra su balance y lo pone en el lugar donde había estado el anterior. Se enciende el artefacto de nuevo. Ella retoma el movimiento hacia atrás como si fuera una película al revés.

 

 

ACTO SEGUNDO

 

MUJER. ...de la guerra... de la muerte... a pesar de toda la mierda de este mundo... Estoy viva y me voy a la calle...

VIEJA. (Imperativa.) Espérate...

MUJER. ¿Qué cosa es ahora?

VIEJA. Acércate. (Ella se acerca, la vieja le habla en voz baja y atemorizada.) ¿Vas a dejarme sola con él? Está loco. Puede hacerme daño.

HOMBRE. (Con rencor.) Vieja cabrona... ¿a quién le tienes miedo tú? Tú no le tienes miedo a nadie... ni ella tampoco... ustedes, las dos nacieron para joder a los demás... para ahogar... para dirigir... para talar... para secar... eso es lo que las dos me han hecho... las dos... nadie mejor que ustedes para hacer infelices a los demás...

MUJER. (Irónicamente.) La víctima.., el pobre... el ahogado... el talado... el seco... el dirigido... (grita) el impotente...

HOMBRE. (Le da una bofetada.) Puta...

VIEJA. (Con poca importancia). Tampoco así... además, que si es puta es por su culpa...

MUJER. (Irónicamente) ¡Qué léxico tan pobre! siempre dices lo mismo... (Pausa) Impotente, sí, impotente... pero no vayas a pensar que me refiero a la impotencia de abajo... no, es a la del alma... (se golpea fuertemente el pecho)... incapaz, impotente, cobarde... le tienes miedo hasta a tu imagen frente al espejo... le tienes miedo a la verdad... a la vida... siempre como el avestruz con la cabeza en el hoyo... y con el culo al aire... (Separando bien las sílabas). Im-po-ten-te, qué digo que tienes miedo... tú mismo eres el miedo.

HOMBRE. (Agresivo). Te voy a matar carajo... te voy a matar... (transición) me humillas porque sabes que no puedo defenderme...

MUJER. (Rápidamente) ¿Y por qué no? ¿Quién te amarró las manos? ¿Quién te vendó los ojos? ¿Quién te cortó la lengua?

HOMBRE. (Enajenado habla consigo mismo). Nadie sabe nada de mí... nadie me entiende, nadie me ama... y afuera están ellos...

VIEJA. (Dándose balance). El papel de incomprendido es el más cómodo de representar. Ella es egoísta... loca... salvaje, pero está viva.... respira... camina, y sobre todo no se resigna... que es lo mejor que hay, por cierto, no resignarse... los cobardes son los que se resignan a vivir en lo oscuro... y tu eres un cobarde...

HOMBRE. Y Usted... y ella... y todos los somos... pero claro, para usted es muy fácil juzgar a los demás desde su cómoda posición... mirando desde arriba lo lindo que se ve todo desde arriba... pero baje... trate de bajar del trono... aquí... (golpea el suelo con el pie) a la tierra... baje y pruebe, mire por la ventana... vea que me estoy quedando ciego... vea que no sé quiénes son ni dónde están mis hijos... véalos a todos... a los que se ahogan...

VIEJA. (Aburrida). Siempre con la misma letanía de los hijos... la ceguera... los abogados...

MUJER. (Interrumpe). Y yo también me ahogo... por eso me voy a la calle... allá ustedes con esa bronca estéril... tú (a la vieja) no trates de cambiar el mundo de los demás porque el tuyo no supiste cambiarlo... tú, (al hombre) con tus miedos, con tus hipocresías... yo , a la calle...

HOMBRE. (Ya sin agresividad). No, no salgas... si lo haces, voy a morir...

MUJER. Sería lo único bueno que harías en tu vida: morirte... ahora mismo, sin pérdida de tiempo... vamos, qué esperas, muérete... (Como una letanía). Dios mío, que se muera... que se muera... que se muera.

VIEJA. (Interrumpe). Ya estúpida... a nadie se le desea la muerte...

MUJER. Pero no todas las muertes son iguales, vieja... hay muertes que son vida (levanta el brazo) y la de él es una...

HOMBRE. Nunca has hecho otra cosa que quererte a ti misma...

MUJER. (Displicente). Es un buen ejercicio... me preparo para algún día poder querer a los demás... cosa que tú no sabes...

HOMBRE. Qué sabes tú... qué sabes tú lo que yo puedo o no puedo amar... (pausa) puedes morir allá afuera...

MUJER. Al menos moriré al aire libre... y con la luz de alguna cabrona estrella alumbrándome la cabeza...

HOMBRE. Siempre te estás yendo... cuándo te vas a ir y, sobre todo, cuándo vas a llegar a algún lugar...

MUJER. Y quién te dijo que yo quiero llegar a algún lugar...

VIEJA. A ella no le interesa llegar, sino el camino...

HOMBRE. Y qué son los caminos... qué coño es un camino...

MUJER. (Doctoral). Es un concepto... los caminos son las historias que alguien inventó para ti... tú eres el protagonista... (pausa) y el camino es la escena... tu lugar es una encrucijada rodeada de muros... (Señala para la calle). Mira para allá afuera... mi camino está ahí... me voy...

VIEJA. (Cantando). Voy por la vereda tropical, la noche llena de quietud con su perfume de humedad... es la brisa que viene del mar... se oye el rumor de una canción... (Transición brusca). Yo me morí... estoy muerta... no pude más y me morí... (Se deja caer).

HOMBRE. Usted me dijo, vieja, que lo único que se podía hacer con la vida es vivirla y ahora resulta que quiere morirse.

VIEJA. No, yo no me quiero morir... (Levanta la cabeza y separando bien las sílabas). A-ca-bo de mo-rir-me... es muchísimo mejor que convivir con ustedes (pausa) con la oscuridad...

MUJER. Sigue cantando... bien no lo haces, pero si levanta el ánimo como tú dices... (Comienza a cantar). Dame la mano y danzaremos, dame la mano y me amarás...

HOMBRE. Como una sola flor seremos, como una flor y nada más...

MUJER. (A medida que va cantando es como un disco que se saliera de revoluciones hasta llegar a lo último que es muy distorsionado).. El mismo verso cantaremos, al mismo paso bailarás... como una espiga ondularemos, como una espiga y nada más...

VIEJA. (Se levanta del sillón). Traigan las velas que me morí... al menos para un muerto creo que habrá luces... ¿no?, y flores... y sobre todo, mucha música... quiero mucha música en mi funeral... algo alegrito... alegrito... cómo es que dice (comienza a cantar) los caminos, los caminos nos se hicieron solos... cuando el hombre, cuando el hombre dejó de arrastrarse... los caminos fueron a encontrarse cuando el hombre ya no estuvo solo...

HOMBRE. Yo no le veo la alegría por ninguna parte, pero si usted lo dice... (pausa) siéntese y cállese por favor...

MUJER. Me voy para la calle...

VIEJA. No lo digas más y lárgate...

HOMBRE. Sal... vete... desaparece... y no vuelvas más, que es lo importante...

MUJER. (Avanza hasta proscenio). Ah, pero es que está lloviendo...

VIEJA. Agarra una capa, una sombrilla, un cartón, un cubo, una palangana, lo que quieras, pero lárgate ya...

MUJER. Todo es tan desolado, tan gris... parece muerto (Avanza). Alguna vez fue azul esta ciudad... dime vieja, dime que sí, que alguna vez fue azul esta ciudad...1.

VIEJA. (Transición) Fue azul... sí... con torre óptica... y un parque precioso... si tú ves...

HOMBRE. (De la misma forma, como deslumbrado). Fue azul... y el parque tenía una glorieta que parecía de encajes... y allí tocaban los músicos y la gente bailaba...

MUJER. (Sin aliento). ¿Y el abuelo? Dime, vieja... ¿el abuelo se engominaba los bigotes? Y qué pasó cuando Matías Pérez subió en un globo, dime vieja...

VIEJA. (Rompiendo). Váyase al carajo, que yo no tengo doscientos años... (Transición). Matías Pérez, el pobre, con sus toldos de flores... dicen que encontró a los marcianos... a decir verdad, no sé lo que encontró... pero voló tan alto que nunca mas bajó...

MUJER. (Se entusiasma). Y cuando pasó el cometa Halley... decían que iba a chocar con la tierra, y que se iba a acabar el mundo...

VIEJO. Pero el mundo no se acaba tan fácilmente... así como así. (Haciendo aspavientos). Ah, se acaba el mundo... el cometa choca con las montañas... choca con los mares... choca con la madre de los tomates... (Hace como que tira el dinero). A gastar, a beber, a vivir... a gozar que el mundo se va a acabar... (Hace como si se diera un tiro)... El cometa no me agarra.

MUJER. Vieja, y aquí en la ciudad no había fantasmas... ¿verdad?

HOMBRE. ¿Qué iba a haber? Si era tan joven...

VIEJA. Y el abuelo todavía no era abuelo de nadie... sino un joven bellísimo, que se tiraba fotos junto a unos jarrones inmensos con helechos de utilería...

MUJER. Dime vieja... ¿de verdad era azul?

VIEJA. Era azul... laqueada... sin fantasmas... y con luces... y el parque era verde y blanco... y grande...

HOMBRE. Yo te amo, ciudad infame...2.

MUJER. (Como una letanía). Alguna vez fue azul esta ciudad... alguna vez fue azul esta ciudad...

VIEJA. Fue azul esta ciudad...

MUJER. Yo te amo, ciudad infame... (rompe) me voy para la calle, ya escampó...

VIEJA. (Hace como que no oye). Una noche yo estaba dando vueltas en el parque... estaba lleno de jóvenes que se paseaban al revés... (indica) las mujeres para acá y los hombres para allá... en los bancos, estaban las parejitas arrullándose...

HOMBRE. ¡Qué rico! ¿Y había música?

VIEJA. Retreta... bárbara, muchacho...

MUJER. (Sin ser oída por los otros). Alguna vez fue azul esta ciudad... alguna vez fue azul esta ciudad...

VIEJA. ...la banda municipal...

HOMBRE. (Hace como si tocara algún instrumento).

VIEJA. ...y de pronto... la que se armó... empezaron a caer del cielo todas las estrellas juntas... y la gente a correr y a gritar y a rezar... y vaya usted a saber qué aquelarre se armó allí... sálvese el que pueda... se acaba el mundo... pero como siguieron cayendo y no pasaba nada... pues todo el mundo se puso a mirar para arriba... algunos hasta se acostaron en los bancos del parque... eso fue lo más lindo que vi en mi vida de joven...

HOMBRE. Una lluvia de estrellas, vieja... pero en realidad, no son estrellas, son meteoritos que entran en la atmósfera y cuando entran explotan...

VIEJA. (Interrumpe). Eso es historia... yo no quiero saber de meteoritos ni de nada de eso... eran estrellas... y era tan lindo... no quiero ni imaginarme que no eran estrellas... esa noche se cumplieron los deseos de todo el mundo... horas y horas cayendo estrellas... dicen que cuando cae una estrella se pide un deseo...

MUJER. Y ahora vieja, ¿ahora caerá alguna? Si yo viera una estrella... si cayera una estrella... si estallara una estrella...

HOMBRE. Psss... ya... no fastidies más, acuéstate, anda... yo voy contigo a acostarme... debe ser tan tarde...

MUJER. (Agresiva). Eso es lo que tú quieres... acostarte conmigo... para qué, eh, para qué, ¿para montarme? Nada más que piensas en la cama...

HOMBRE. (Confundido). No, no por favor... ve a dormir... (Transición). (Aparte). como si alguien durmiera en este mundo...

MUJER. Como si alguien durmiera. Dios mío, como si alguien durmiera... yo no quiero dormir porque me voy a morir durmiendo... yo quiero estar despierta... siempre despierta... pase lo que pase, pero despierta...

VIEJA. (Cantando). Drume negrita, que yo va comprá nueva cunita que va tené capitel y también cascabel. Si tú drume yo te traigo un melón muy colorao... si no drume, yo te traigo un babalawo que da pau pau... drume negrita...

MUJER. Yo no voy a dormir nunca más porque todos se han muerto... todos se mueren cuando duermen...

HOMBRE. (Conciliador). Si no vas a dormir, entonces, vete a la calle...

MUJER. No, a la calle no; sí, a la calle sí; no, a la calle no; sí, a la calle sí... (trata de hacer una pirueta) de niña yo hubiera querido ser bailarina... (trata de hacer gestos de bailarina pero todos le salen muy grotescos) pero me faltaban piernas... y me faltaba cuello... y nariz... y me sobraba culo...

HOMBRE. (Rememora). De niño, yo quería ser aviador... y me faltaban alas... siempre faltan alas...

VIEJA. O siempre hay alguien que corta alas...

HOMBRE. Luego quise ser actor de cine... y ahora simplemente quisiera ser un hombre como cualquier hombre... un hombre con pasado... con presente, con futuro... y aunque ya no quiero ser aviador, todavía quisiera tener alas...

MUJER. Dime vieja, ¿alguna vez fue azul esta ciudad?

VIEJA. No jodas más con la ciudad... canta, y canta bien alto, para que te espantes esa mala sombra... (cantando) y si vas al Cobre quiero que me traigas una Virgencita de la Caridad... yo no quiero flores, yo no quiero estampas...

MUJER. (Displicente). Yo no quiero flores, ni estampas, ni vírgenes... yo quiero calle y hombre... un hombre que me guste (sexy) un hombre que me seduzca... un hombre que me arrastre... un hombre que me vuelva loca... que me coma...

VIEJA. Un león es lo que tú necesitas...

HOMBRE. Yo conocí, hace muchos años, a un muchacho, que se metió en la jaula de un león...

MUJER. (Ligera). Hasta ese día fue muchacho, me imagino...

HOMBRE. Te imaginas mal... el pobre león se asustó más que él... después se suicidó...

MUJER. ¿El león?

VIEJA. (Reflexiva). Morir... es fácil... una soga en el cuello... un ligero movimiento... un balanceo... y ya, te mueres...

HOMBRE. Morir... un paso en el vacío... completo...

MUJER. Morir... no... vivir... no... morir... no... vivir... no... morir... vivir... morir... vivir... morir... vivir... da lo mismo... si uno no sabe si es de noche o es de día vale lo mismo vivo que muerto...

VIEJA. No, no da lo mismo... es mejor vivo, para cantar... (cantando) que prendan prendan el mechón, que prendan prendan el mechón...

MUJER. Me voy para la calle...

HOMBRE. (Va a detenerla y se arrepiente).

VIEJA. (Cantando). Y dicen que una noche de luna bajo un manto de estrellas, murió el trovador. Y dicen los que le conocieron que una noche se oyeron las quejas de un amor... La niña, cuando supo la historia, la verdadera historia del pobre trovador, decía sollozando en su locura, hoy me mata la amargura porque yo también lo amé. Qué lástima, por qué no me lo dijo, si yo lo hubiera sabido, hoy sería toda de él...

MUJER. Me voy para la calle (dubitativa) pero con estas greñas... voy a peinarme. (Echa a caminar. Titubea. Regresa). Dime vieja, ¿habrá otra vez una lluvia de estrellas?

VIEJA. Ni que yo fuera astróloga...

HOMBRE. Qué signo es usted...

VIEJA. Acuario...

HOMBRE. Yo Picsis... (Pausa). Los hombres de Picsis somos apasionados... buenos amantes... muy fieles... (Llama a su mujer). Ven, ven... que te abrazo... ven conmigo. Yo te amo, no te vayas...

MUJER. (Sin escucharlo). Yo soy Leo... y los Leo somos muchísimas cosas y hacemos lo que nos da la gana... y no resistimos ni a los Picsis ni a los Acuarios ... por gelatinosos y aguachentos... (Pausa). Y ahora sí que me largo...

HOMBRE. (La sujeta por un brazo). Ven acá... no te vayas, cabrona, así que gelatinoso y aguachento, ¿no? Hace un tiempo no opinabas así...

MUJER. Uno varía, evoluciona, progresa... (Burlona). Ah, que tú escapes amiga en el momento en que habías alcanzado tu definición mejor...3.

HOMBRE. (Comienza a darle vueltas). Te encanta provocar... te encanta que te rodeen... que te imploren... y tú, aplastando a la gente como si fueran cucarachas... la reina... la única... la divina... el ombligo del mundo... ¿es que no vas a ordenar que me corten la cabeza?

MUJER. (Levanta la mano derecha). Caput... (Hace como que está siendo ovacionada y responde con saludos a ese público imaginario).

HOMBRE. (Moviendo la cabeza con pena). Infeliz... no eres más que una infeliz mujer... deseosa de que te amen, de que te rodeen, de que te mimen, de que te apluadan...

MUJER. (Toma a la seriedad). ¿Y a ti, a ti no te gusta que te amen? ¿A ti no te gusta ser el rey, el machazo, el bárbaro? (Transición). pero dime lo que tú quieras... Estoy, digamos, que por la coexistencia pacífica... hagamos el amor y no la guerra...

HOMBRE. (Movimiento hacia ella).

MUJER. (Rápidamente) No te embulles, que es un decir, el amor, pero no contigo... y por si te interesa, y para concluir nuestra amena conversación, sólo inspiro dos sentimientos... o el amor más profundo o el odio mas atroz... todos los que nacimos bajo un signo de Fuego, somos iguales... (se pone arrabalera) siento mucho que tú hayas nacido en una pecera...

VIEJA. (cantando). Si me pides el pecado te lo doy... si me pides el pescado te lo doy... para pantalón y saco, traigo perchero barato... y un lorito trala lala que habla más que una mujer... (Deja de cantar). Los perros están inquietos...

HOMBRE. Con tanta bulla, cualquiera se alborota... ¿usted no la está oyendo?

VIEJA. No... ¿dijo algo interesante?

HOMBRE. Las dos son unas locas de mierda...

MUJER. (Transición, agónica). Yo lo único que quiero saber, así, de una vez por todas... de una vez, por Dios, es si alguna vez fue azul esta ciudad.

HOMBRE. ¿Dónde estarán mis hijos? ¿Qué hacen ahora mis hijos? ¿En qué piensan?

VIEJA. Las mujeres, para la izquierda; y los hombres, para la derecha...

MUJER. Por favor, respóndame... ¿Es que mi casa siempre estuvo oscura? ¿Siempre hubo fantasmas en todos los espejos?

HOMBRE. (Implorando). Enséñame a volar... enséñame... aún sin alas, enséñame a volar...

VIEJA. Te la dejó en la mano...

MUJER. Yo quisiera saber cuándo voy a morir... y qué sucederá si yo también entro en la jaula...

VIEJA. Tú estás en una jaula, muchacha... tú estás en una jaula...

HOMBRE. En una jaula estoy yo... y son ustedes las que me miran... los catadores... los hechiceros... los verdugos...4.

MUJER. ¿Cómo será la muerte? ¿Será oscurecer y replegarnos?, ¿Será volvernos una oruga? ¿Será la luz morir? (Transición). Una vez, lloré tres días seguidos... no... cuando niña no... ya era una adolescente... lloré tres días seguidos porque pensé en la muerte... en mi muerte... en qué iba a ser de mí cuando muriera... a dónde van los sueños, los trabajos... a dónde van las esperanzas y los caminos... ¿Cómo será la muerte?

HOMBRE. ¿Será irse perdiendo en uno mismo?5

VIEJA. Ustedes, los jóvenes, no saben lo que es la vida... Muchísimo menos entonces lo que será la muerte... siempre dicen esto no es vida, esto no es vida, sin saber lo que es la vida en realidad... Vivir... es (busca la palabra adecuada) gozar. Vivir... levantarse satisfecho... acostarse contento... vivir es... (con mezcla de desaliento y optimismo) vivir, carajo...

HOMBRE. La vida es una ciruela madura que cuelga de un árbol...

MUJER. Yo me como las ciruelas sin lavarlas...6.

VIEJA. A lo mejor amanece en cualquier momento y deja de llover y el tiempo es bueno... a lo mejor...

MUJER. (Interrumpe). La felicidad puede ser una ciudad sin techo...7. ¿Alguna vez fue azul esta ciudad?

HOMBRE. ¿En qué ciudad, bajo qué techo, sobre qué pedazo de tierra están mis hijos?

MUJER. Nadar... nadar desnuda... es como si volara...

VIEJA. (cantando). Amiguito, vamos todos a cantar, porque tenemos el corazón feliz, feliz, feliz... Y por el día, con alegría, el sol de oro vemos salir. Y el nuevo día con sus colores aquí nos pone el corazón feliz... (Transición. deja de cantar). Arriba, por qué no cantan conmigo. Si cantamos todos juntos a lo mejor amanece... arriba... vamos a hacer el conjuro... (Comienza la letanía de atrás la tiniebla, que venga la luz).

MUJER. (Por encima de la vieja). ¿Y servirá de algo ese conjuro?

VIEJA. (Continúa cantando).

MUJER. (Con mucho trabajo, comienza la letanía). Atrás la tiniebla, que venga la luz...

VIEJA. (Va in crescendo).

MUJER. (Se hace audible).

HOMBRE. (Con mucho trabajo, se hace audible).

Hasta que los tres hacen la letanía pero nunca al unísono. Cada uno por su lado. Como si cada cual quisiera hacerla diferente. Se mantiene así unos segundos.

MUJER. (Rompe con ímpetu). A lo mejor todo no está muerto... me voy para la calle.

 

LUCES. TELÓN.

 

1. Variaciones de un poema de la autora.

2. Verso de Baudelaire.

3. Versos de José Lezama Lima.

4. Verso de la autora.

5. Verso de José Rolando Rivero.

6. Verso de la autora.

7. Verso de la autora.