entro del
mundo en desarrollo se tiende a confundir EDUCACIÓN AMBIENTAL con EDUCACIÓN PARA EL
DESARROLLO, error que cometen muchos educadores ecológicos de los países desarrollados,
pues no perciben las contradicciones existentes entre la conservación de un gran número
de bienes que sus países comienzan a apreciar en cuanto a elementos de "la calidad
de la vida" y una redistribución de los recursos mundiales que tenga también en
cuenta "la calidad de la vida" como parte del desarrollo.
La educación ambiental se emprendió
inicialmente en Japón para combatir su creciente contaminación industrial, que, si bien
no ha resuelto el asunto, ha permitido al menos ciertos progresos. Las legislaciones
nacional y local japonesas controlan actualmente la evacuación de residuos de algunos
procesos industriales. En otros casos se ha trasladado el problema a países menos
desarrollados: así, una fase particularmente contaminada del tratamiento del mineral de
hierro que Japón importa de Australia se realiza ahora en Filipinas.
La UNESCO y el PROGRAMA DE LAS NACIONES
UNIDAS PARA EL MEDIO AMBIENTE desempeñan un importantísimo papel en la promoción de la
cooperación internacional para el desarrollo de programas y materiales de enseñanza,
destinados a despertar en los estudiantes y el público la conciencia de esas
interacciones globales. De no ser así, se corre el riesgo de que los esfuerzos de cada
país aislado sean insuficientes debido a sus limitaciones nacionales y a la miopía
natural que impide prever los efectos de las propias acciones.
El movimiento de EDUCACIÓN AMBIENTAL
señala que en cada fase del proceso educativo se plantee la siguiente cuestión:
¿Permite el programa que el mayor número
posible de alumnos sepan más sobre su medio ambiente?
Una excelente muestra de la UNESCO, cuyos
proyectos experimentales en varios países han demostrado que tal objetivo no es imposible
y de lo que cabe hacer al respecto, es el enfoque alternativo de la educación elemental
formulado por el Programa Asiático de Innovaciones educativas con miras al desarrollo.
Pese a ello, muy poco se ha hecho en la mayoría de los países para reestructurar los
programas educativos, de suerte que la EDUCACIÓN AMBIENTAL así entendida se transforma
en parte concreta de la tradicional enseñanza.
En nuestro país la Geografía y la
Biología parecen haber sido las materias más aptas para asimilar CONSIDERACIONES
AMBIENTALES. Y, sin embargo, en muchos aspectos, los reflejan sólo sintomáticamente, sin
ir a sus verdaderas causas.
Soy partidario de que las consideraciones
ambientales ponen de manifiesto una trama que integran valores sociales,
organizaciones políticas, control tecnológico, estructuras económicas, y sistemas
nacionales e internacionales de distribución de los recursos, aspectos que en realidad se
relacionan más naturalmente con otras disciplinas de la educación, tales como
Literatura, Estudios Sociales, Ciencias, Física y Matemáticas.
En Cuba queda un largo camino por recorrer
en lo que atañe a la asistencia que ha de prestarse a los profesores de enseñanza
primaria y secundaria, si queremos que se presenten en forma sencilla algunas de estas
consideraciones radicales en torno a la EDUCACIÓN AMBIENTAL. Las nociones sobre los
problemas del medio ambiente se enseñan únicamente de modo "formal" y
"analítico" durante los tres años de la enseñanza secundaria. Otro tanto
habría que señalar respecto a la familia y su labor educativa desde edad temprana en la
vida de cada niño, así como, entender los deseos de estos; denegados en su totalidad por
los mayores.
Muy poco se han utilizado hasta ahora esas
experiencias reales para hacer que los menores comprendan los procesos del poder, de la
influencia de los grupos de presión y de la elaboración de decisiones en la sociedad.
La educación
ambiental:
No sólo tiene que ver con el catálogo de
materias que se enseñan normalmente en las escuelas; debe constituir asimismo una fuerza
que saque al estudiantado de su aislamiento respecto a la comunidad donde vive.
Ahora bien, las excursiones campestres, el
camping o las visitas a museos no constituye automáticamente una "educación
ambiental". Esta consiste en un proceso que complete el ciclo de una vida. No sólo
porque debe prolongarse después de los años escolares, sino también porque requiere, a
efectos de aprendizaje, la participación conjunta de grupos de distintas edades. Los
papeles que desempeñan el maestro, el alumno, el padre y el ciudadano, adquieren así
mayor flexibilidad por desempeñarse en una situación que despierta la mutua conciencia
de las cuestiones del medio.
Los árboles,
jardines y bosques:
Los problemas que plantean la preservación
del medio ambiente y la explotación de las riquezas naturales no son comprendidos en
todas partes de la misma manera. En los países industrializados, pro ejemplo, se inculca
a sus habitantes, desde la más tierna infancia, el respeto a los espacios verdes y el
culto al árbol. En cambio, la necesidad de madera puede ser tal que a veces su
resultado es la desforestación de las regiones tropicales.
Recomendaciones:
Solo resta planificar nuevamente la idea de
elaborar materiales de enseñanza escolar, planes y programas nacionales por parte del
MINED (Ministerio de Educación), para el surgimiento o el rescate de una auténtica
educación ambiental en nuestro país.
En la perspectiva de un nuevo orden
económico internacional, los problemas del medio ambiente deben ser considerados como los
del desarrollo, con un espíritu de solidaridad: subsisten aún demasiadas injusticias en
la utilización del PATRIMONIO NATURAL DE LA HUMANIDAD.