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julio-agosto.año IV.No.20.1997 |
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POESÍA |
RAFAEL ALMANZA HIMNO DESDE EL SUEÑO
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Despertaré Despertaré Dormido El ojo de la nube El hijo de la nieve El eje de la nave del alba Superficies hirvientes Secciones silenciosas Ramas del Solo Amor Ramos divinos Toco la materia de la luz Su onda oscura Bésame La muchedumbre del ardor Poséeme Los sobrenombres del querer Habítame El incesante olear del ojo Recreándonos Doy mi segura libertad Me ofrezco Infinitamente -Y resurgiendo- ¿Estás en la verdad, estás desnudo? ¿Has llevado la carne hasta los ojos del ser? ¿Te sientes vivo? ¿Educaste tu rostro En todo Su espíritu Posible? ¿En todas tus raíces perdurables Como la gloria renovante De un
ÁRBOL?
: : )La sonrisa del mundo(
(La sonrisa del mundo)
CRECIENTE
Certeza
De estas
Inverosímiles
ALAS!
¿A dónde voy, sino a mi rostro cierto? ¿De dónde llego, sino del sueño mío?
: : : : : : : : : ¿TÚ AMÁNDOME!
Y estuviste conmigo Donde el azul, fluyendo, pero Como lo interminable Entrando Y
-¡Actividad solar, don de tu brisa!
El eje de la nieve El hijo de la nube El ojo de la nave del día
Flotando en el oro Eternamente La alianza de tu llama En mi garganta El dedo de tu paz Sobre mis labios
( S e d
d e l
S i l e n c i o
:
S í ! )
Eternamente Eternamente:
(Sed del Silencio: tú ! )
V
Ábreme la luz en que confieso mi sangre: Ábreme el fervor. Ábreme la hora intensa, el beso del tiempo en que ascende mos a la energía del ser, de ser: pulso de todas mis reali dades divinas. Heme aquí: he crecido hasta serme, hasta igualarme a ti: quiero anegar TÚ me en tu corriente, en tu onda V
absoluta. Ábreme para el diá logo del púrpura, para la es calada del ardor: he de d arme y tendré, sin límites. ¡Déjame explotar el centro vivo de mí, las altas notas de mi trama ocul ta, los senderos innú meros de mi amor, y la latitud de la Sorpresa! :
V
-Eternamente Eternamente-
V
¡Sí, nutriendo me! ¡Dulzura que eres el núcleo y l a vocación de mi des tino: abeja universal! ¡Y estoy embriagándome! ¿Qué promesas me dictas en la satisfacción del exacto anhelo? ¿Qué cumbres, qué de liciosas simas, en la ilumina ción de mis labios? Porque es V toy en tí y en mí, y no me pier ABRIENDO:
do, y me doy enteramente y soy así restablecido como intermi nable resplandor. Sueño, vivo Me inscribo radiante en lo o scuro, fundo minuciosamente mi nombre futuro con los atributos de la aventura real: los ojos en el sueño contínuo y her mético. El beso co mo un símbolo.
V
DESPERTARÉ
Sol de mi savia en el silencio abierTo Gozo de ser en la presencia limpia Miel de la risa y del querer brillando Dicha solemne;
Lento sangrar de mi pasaje, empeño Del recio amor en la intemperie, rapto De la desgracia hastA la redención Puño de música;
Grabo y esculpo tu palabra en mí Tejo tu voz en mi callar, te erijo Arquitectura de mi trascender Vida saLvada;
Vida del sueño en que redimo el día Sueño de vidA en el buscar oscuro Ritmo del ser en este pulso ciego Lúcido, enorme;
Toda abarcando Mi aventura noble En posesión y en la dación abrazo Y libertad y voluntad rindiendo Cielo y anillo;
Y voy seguro por tu oculta senda Desciendo solo hasta tu clave, Amor Tálamo mutuo de este mundO, en donde Creo mi alma!:
DESPERTARÉ
DORMIDO
El ojo de la nieve- El eje de la nube-
El hijo de la nave nocturna-
Magnitudes borrosas Escritura indeleble del oído-
Ritmos El himno de las alas del mar-
Partitura total de mi confianza-
Los hombros desnudos de la medianoche Casa del ser-
Tálamo del mundo-
Lecho azul-
Un CARACOL que escucha el universo-
-Sí...
I (Nazco de tí, de la vigilia de tu sueño. Soy la libertad de tus raíces, el impulso primero de tu huella, lo distinto que te dio la identidad y que tú vuelves a crear como una inflorescencia destinada, como un salto desde ti que te hace tú en la participación de las imágenes Soy la acumulación de tus silencios. Soy la suma de tus instantes sacros, el mensaje que eriges con tu insólito fervor. Soy la evidencia de tu vida. Soy tu incesante II despertar en el sueño. Soy el sueño de tu sueño. (Y despiertas hacia el sueño, vas abriéndote hacia el manar de las esencias, donde el cuerpo de ti mismo purificará sus designios y sus obras. Aquí serás nombrado en lo alto y adelante. Aquí el tránsito, la vía, la dirección, el segmento recorrible hasta el punto que es círculo y es fuente del tiempo: y estarás soñándolo y despierto en el II vuelo inacabable. (Porque llegarás y no has de llegar, porque estarás y no has de ser, y serás sin estar, porque aquí toda contradicción es resuelta en la voluntad y la libertad del cumplido amor. Y sabrás que la lealtad es una libertad y que no hay libertad más que para la fidelidad. Y estarás en la casa ilímite donde te sentirás infinitamente acogido. Y todo lo que seas tú estará fuera y cuanto esté fuera serás tú. Y ya no habrá imposibles, porque estarás en lo posible derramándose, en la III naturalidad de la ley y del milagro. (Y sin embargo tendrás voz, y serás obedecido en todo el ser, cuando pidas amor y cuando des amor, universalmente. Y atravesarás las espumas del acontecer desde el diamante de tu nombre, duro y perfecto, firme en la firma de tu IV origen, en el cincel de tu creación. (Y el oído tendrás, en la coronación de tus ojos. Verás ahora los dibujos del ritmo en el corazón de la noche engendradora, soñarás las melodías del ser, las sinfonías del acto encarnándose, los oratorios de la múltiple creación V indetenible. ( ¡Música de ti, escapada de ti, penetrante en ti, que tú sueñas! ¡Todo espacio, lecho; todo tiempo, tálamo; toda forma, amante; todo orden, ardor! ¡Juego de los enlaces incesantes, y sin embargo, eternos! ¡Venero VI de las partituras gozosas de Dios! (Y tú, acorde cabal, espejo recóndito de estas visiones, de estos sonoros sueños, de estas justicias del delicado oír, ¿has de olvidar tu cuerpo, la organización de tu armonía inaudita, no escuchada aún, la disciplina de tus notas profundas, los ritmos en que eres constituido, investido de acción en el diálogo absoluto, en la apertura total? VII ¡Sí, edifícate! (Porque eres uno más, y te reclamamos para el arco de nuestra dicha. Porque estás vibrando en nosotros como una embriaguez, como un contrapunto que nos rehace, como un silencio que debe engendrarnos. Y estamos esperándote, en el vórtice de la lira universal. VIII (¡Ven, canta Nos! ¡Acerca el culto rumor de ti, la sonante estructura de tu gracia! ¡Incorpóranos a tu voz, añádenos al oído de tu sueño! ¡En los trinos de tu jubilosa verdad, fúndenos gloriosamente! ¡Y crecerás, en ondas! ¡Y ascenderás en una pleamar de voces hasta la canción que has anhelado siempre! ¡Y IX serás arrebatado! (¡Sí, el rapto doloroso! ¡La daga libertadora de la madrugada, vibrando unánime! ¡El exceso de ti, el sueño maduro desde el círculo del tiempo! ¡Y el caracol que mana los océanos! ¡Después, entonces! ¡Soñándote! X ¡Brisa del advenimiento que estremece la maciza estrofa del ser! ¡Transparencia del soplo!
V
XI ( ¡Regresa al sueño de la vida, a la vida del sueño:
obedece! ¡Anticípate al alba!
TODAS LAS ESTRELLAS
XII (¡Sonrisa, Corona, Tálamo del mundo! ¡Estoy atento!
SALTO CON TODOS MIS MÚSCULOS CELESTES
¡BUENOS DÍAS, AMOR!
-Buenos días, dimensión de mi confianza!
) ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) )
Y del alba naciente Y el coronado día Toda mi armonía: Mi noche creciente. Despertaré Despertaré Dormido
Y estoy en lo posible deshaciéndome
¡Inacabamiento:
(90 grados) -La CoronA del Mundo -Las calientes razones del sueño -Dilatando el plexo solar -Presencias, reducción al milagro -La fe como la risa -Aquí estás, Amor, en el veraNo -No te busco, te encuentro -Mis ojos te crean al infinito de mi urgencia -La hoguera al mediodía -Y es mi cetrO una rama de naranjo -Seré, y estoy, creciendo! -Un círculo de césped encendido... -Todos los nombres de mi hora
-Los ojos en lo oscuro, para siempre! -En el centRo de ti hundiéndome! -Adoremos el tiempo, desnudémoslo -Tu presencia vivimos -Mi espada aniquila la miseria del mundo -¿Conoces los venerOs de la audacia?
-Hábito, el resplandor -Las leyes de mi beso -Fui vestido de dios, y me hice vino -Mi frente como un sello en la aventura -Principalía del armiño, aCtuando
(otros 90 grados) Despertaré Despertaré Dormido
CODA DEL AUTOR: (...) Samuel Feijoó citó en su Crítica Lírica un juego mecanográfico de mis quince años: quise, desde el principio, dedicarle ese poema visual al gran maestro a quien nunca conocí y que vivió sus años finales en un sueño absoluto. Un día supimos que ya no estaba entre nosotros: la tarde siguiente, frente a la pantalla del ordenador, comprendí que el poema había terminado. Camagüey, Cuba, septiembre de 1992. En homenaje a Samuel Feijoó, del 29 de abril al 15 de julio de 1992.
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