Lima de finales de septiembre es una ciudad envuelta en papel plomado. Detenida así, petrificada, desde que el Inca Atahualpa, sometido en Cajamarca por los conquistadores, cerró el último día el reino de los divinos Hijos del Sol. Desde entonces, cuentan, ha quedado como una seda suave, una nostalgia perenne sobre la Tierra Amante de América.
A esta ciudad fundada por el conquistador Pizarro sobre la ciudad de Limac, con sus altísimos portones al pacífico, sus miradores sobre el acantilado y sus bandadas de palomas, le correspondió hospedar a los participantes de III Encuentro Latinoamericano de la red de jóvenes comunicadores, en esta oportunidad convocados, en la versión Refrescher Programme de la UCIP, bajo el tema “Comunicadores Solidarios en un Mundo Globalizado”.
La casa Belén fue sede permanente del encuentro. Ubicada a escasos doscientos metros de la embajada cubana, en las inmediaciones del Lima Golf, dentro del eje San Isidro-Mira-flores-Barranco que ese mayor de las letras peruanas, Mario Vargas Llosa, inmortalizará en “La ciudad y los perros” y que constituyó por derecho propio el predio sobre el que “noctambuleamos “: La Esquina del Parque. La plaza de Barranco, repleta de trasnochadores, vendedoras ambulantes, chicas free light, pedigüeños y otras faunas folklóricas de que se nutren las grandes ciudades emergentes de América, y el romántico y bohemio Puente de los Suspiros, donde los amantes se declaran y se dan el primer beso, antesala del Mirador al Pacífico donde Lima realmente sobrecoge y se antoja una ciudad de sueños.
La casa Belén abrió sin reservas sus brazos a los más de cien periodistas jóvenes de todo el continente que ávidos de comunicación y amistad aceptaron el reto de compartir sus experiencias, de escudriñar señales mientras se intentaba conceptuar esa difteria que terminará salvándonos que es la globalización, pero que hoy a la altura de nuestra incomunicación (interna y externa) tecnológica, política, económica y social se impone como una cultura de individualidad regida por los múltiples e incoherentes intereses personales e institucionales. Cultura existencial de fin de siglo que debe ser atravesada visceralmente por una cruzada de solidaridad donde los profesionales comprometidos con los medios de comunicación deben ir, la lanza en ristre, formando a la vez que informando, los valores que magnificarán al hombre nuevo americano. Ponerse de acuerdo para que la comunicación, a manera de sacramento tecnológico, sea el vínculo que ayude a integrar a los hombres en un lenguaje común donde prevalezca el amor, la verdad y la virtud a partir del compromiso con las realidades nacionales puede ser, y de hecho fue, motivo más que suficiente para que Perú, en cuya entraña se apacenta el Cusco (ombligo del mundo en lengua quechua) fuera no más, el ombligo de América para los jóvenes que ejecutan y ejecutarán la información del mañana.
Paralelo a este tema central funcionaron seis paneles efectivos con temas como: El tratamiento de la violencia en los medios, Democracia y Participación ciudadana, La formación del comunicador solidario. La educación para los medios: acción de ciudadanía, etcétera. Animados y compartidos con profesores, comunicadores y profesionales de rigurosidad distinguidos por la UCLAP-Perú, la UCLAP (Unión Católica Latinoamericana de Prensa), el servicio Conjunto de Comunicación (SCC) de las OCC´S OCIC-AL (Oficina Católica Internacional de Cine), UCLAP, UNDA-AL organizadores del evento, auspiciado por la UNIÓN CATHOLIQUE INTENACIONALE DE LA PRESSE (UCIP).
Fueron presentes “incondicionales” Joseph Chittilappilly, el altísimo y jovial Secretario General de la UCIP, la encantadora Luce Dion ex coordinadora de la red internacional de jóvenes, Ismar de Oliveira bilingüe Presidente de UCLAP, el sin par Fernando López del Servicio Conjunto, ahora aseguran, con un nuevo Look, Mons: Juan Luis ICEM de Arce Presidente del DECOS/CELAM y UNDA-AL, carismático y sabio Obispo de Ancud y el simpático P: Juan Sokolich Presidente de UCLAP-Perú, por cuya mediación disfruté de la hospitalidad de la familia Dominica y viví un día medio medieval entre los corredores del convento de Santo Domingo (construido en 1606), sus dos patios interiores sus numerosas capillas y catacumbas y su biblioteca a la que llaman “La memoria del Perú “ conviviendo con la Radio Santa Rosa, la televisión por cable, el correo electrónico y la redacción de la revista La Rosa del Perú.
Seis días no pueden definir en el tiempo el aporte en valor humano camaradería y militancia ecuménica. Para los que llegamos un poco escépticos, porque no creíamos que la amistad podía nacer en unas horas, regresamos, estoy convencido, con la certeza de que no..es el tiempo que dedicas a tu rosa lo que la hace importante, lo que la salva de la esfimeritud y la hace perenne. Por si fuera poco nos vimos las caras y hasta los pies, cambiamos de zapatos animados por el inigualable Ismar de Oliveira y fue simbólicamente el acto de desnudarnos, de mostrar la intimidad entre desconocidos que tienen la inminente misión desde la inmediatez de ser amigos.
Así fue todo. Perú fue mucho más que los muchachos y muchachas de UCLAP, maravillosos, Lourdes, Jacqueline, Cinthia, Los dos italos (Sifuentes y Montenegro), Ana Mary, Mónica, Eva, Carmela, José Antonio Varela, que organizaron amorosamente su encuentro, Perú fue un viaje a los orígenes de nuestra identidad regional, la crónica del regreso a Pachamama (la tierra que abrió al hombre) es un prometeo encadenado, de que ningún hombre es un prometeo encadenado, de que no estamos solos, de que el mundo no termina a la vuelta de la esquina y que hay millones de seres maravillosos que comparten el riesgo de dar un sentido a la vida inspirados en el lenguaje universal del evangelio como condición genérica, a veces implícita, dentro del actuar por el mejoramiento humano.
Abandonamos Lima con más que un montón de direcciones en nuestras agendas y el recuerdo de una ciudad nostálgica, donde en menos de doscientos metros reposan los restos de dos santos nacionales, uno de ellos el patrón de la justicia social –San Martín de Porres- que anima permanentemente a nuestro centro de Formación Cívica y Religiosa y participa desde el distinguido lugar en el escritorio de Mons. Siro como compañero en la difícil misión de guiar a nuestro pueblo y la fe de que en un futuro próximo tendremos nuestro primer santo cubano.
Seis días pueden ser toda la vida en el reloj de la historia, el itinerario de un viaje o el milagro de alcanzar a ver algún día como se recoge el mar, se disfuminan las fronteras y se constituye ese Vitral de inusitadas resonancias.
MITO DE SÍSIFO:
Ética y Libertad. El fenómeno de la Comunicación Social.
La imagen de Sísifo, su carga lacerante, la condena en motu propio de ascender permanentemente, a ratos ultrajado y caído, para apenas segundos después en un lapsus tiempo-historia recomenzar el ciclo que desgasta; puede ser perfectamente utilizable para ilustrar la misión también en un tiempo historia del comunicador social como propulsionador, inspirador y expresión de un empeño incesante por mantener la ética y la libertad como atributos inherentes a la naturaleza del hombre.
Esta es también la imagen que emana de las cartas apostólicas, de aquellas primeras misiones evangelizadoras que a tono con el tiempo hoy corresponden en gran medida a los profesionales de los medios de comunicación social; en aquellos tiempos como en estos, lejos de las altisonancias filosóficas, son preocupaciones medulares la libertad del hombre y su postura ética para que, como principio y fin de la vida económica, pueda escrutar (conscientemente) en los signos de los tiempos y completar la obra de su Creador.
Por aprehensiónes consuetudinarias de la teoría social no es preciso conceptuar estos términos más de lo que la misma reflexión aporte en hechos imprescindibles, en ideas que considero interesante compartir sobre el actuar éticamente libre, columna esta que redefinirá el perfil definitivo del hombre.
Bastará por simple analogía aristotélica advertir que cuando soportamos los males de la libertad reprimida, las mordazas intelectuales, los silencios pactados estamos siendo consciente o inconscientemente por contrahechura inmorales, lo confirma el poeta cuando versa “Pero esta paz (grita Judith como el que emergiera del lago Belatón) esta paz es una inmoralidad”. Si de esta dicotogenia tenemos que la libertad ejerce en el terreno de la moral por simple concatenación, ya que da sentido a la existencia genérica y divina del hombre, y en esto están de acuerdo Darwin y los Santos Padres, y especifica y caracteriza su fin escatológico, que por libre obrar se hace moral todo quedaría reducido a que la libertad “sincera y conscientemente administrada por el ser actuante garantiza una postura ética ante los medios y los fines, y dejaría camino para preocuparnos de una sola de estas variables: la libertad. Llevando la reflexión por un camino vulgar cuando la polémica diariamente se enriquece y desgasta en el accionar dentro de las realidades de nuestras pasadas y presentes dictaduras latinoamericanas. La praxis social constantemente enriquece y supera las disquisiciones teóricas en un mundo “nuevo” que forma conciencia diariamente de lo que falta por conquistar, un mundo que cada mañana se mira en el espejo de su miseria, que paradójicamente cada día se aleja más de esa misteriosa tierra prometida, y que cada mañana dice “Basta y echa a andar”.
Por eso he preferido dirigir este tema hacia cuestiones más generales de la praxis social del comunicador católico y el mundo en que se inserta en la Latinoamérica finisecular.
Cuando hace algún tiempo escribía mi ejercicio de graduación “las ideas del cooperativismo y la crisis de A. Latina y enumeraba algunos problemas que heredaría el próximo siglo junto a la profunda crisis estructural de los sistemas sociopolíticos, al problema económico financiero, a la globalización ideológica que marca una aún más profunda sectorización del mundo, al avance e implementación (alcance) de las tecnologías de punta, a la violenta revolución que sufren los códigos morales, entre otras, citaba el problema de las comunicaciones como uno de los grandes desafíos del próximo milenio. En aquella oportunidad me refería a su contenido económico, en un espectro amplio que comprendía todas las vías y medios de que se sirve el hombre para abrirse a otros universos o para acercar estos universos al suyo propio, lo que representa en término de costos el acceso limitado a las comunicaciones; pero desde el punto de vista económico o informacional y por antonomasia formacional las comunicaciones modernas representan un alto grado de vinculación entre los hombre al punto de que una crisis en ella representaría una crisis del mundo moderno. Las comunicaciones vienen cada día más a manera de sacramento tecnológico a participar de esa comunión entre los hombres que neotestamentariamente en el principio era el Verbo (…) y el verbo era Dios. (Jn. 1.1), por tanto el hombre se ve consciente o inconscientemente arrastrado a ese dinamismo de flujo continuo y trata reencontrar en él su Verdad. En tal apuesta en común” o “comunico” radica la raíz etimológica, teológica y económica de la sociedad humana y reside la intrínseca “socialidad” de la comunicación. Toca pues a los comunicadores sociales “solidarios” la responsabilidad de garantizar un flujo desprejuiciado y sin vicios que sea orientador y haga partícipes a todos y cada uno de los hombres y esto solo se logra, al menos en tesis, pues implica no hacer concesiones, con los dioses falsos que adoramos cada mañana ante el espejo, promoviendo y actuando en una comunicación social que sea respetuosa, libre, y trabaje por el potenciamiento de la persona humana en orden a una sociedad basada en la unidad de seres iguales y libres. No puede existir una comunicación social plena sin las libertades que implican poder adoptar una postura ética humana y profesional ante la vida, o haciendo concesiones con la verdad porque sólo la verdad nos hará libres (Jn. 9,32) y esto de supuesto está claro para todos los comunicadores sociales católicos. Después de esto sólo sería interesante introducir el término unívoco de libertad, más preciso de “libertad como parresia”, esa a la cual se refiere el apóstol Pablo en sus epístolas, la libertad con osadía, atrevimiento, audacia. la libertad de decirlo todo, que los apóstoles ejercieron, durante su ministerio, ante las autoridades y que los llevó a afrontar con serenidad el martirio mismo. Ser discípulos de Cristo distingue por cuanto es un reto, el reto de ser vox clamantis y cargar la cruz y pactar con la verdad comprometidos con que otros hombres han de conocerla. Y este no es un compromiso temporal sino que como diría un párroco de la escolástica latina es per saecula saecolorum, por los siglos de los siglos de la nación americana. Y esta es también la cruz de los comunicadores católicos dentro de Cuba.
Penosamente la libertad ha entrado en ese campo de relatividad en que se mueven algunos conceptos puros, al servicio de “grupos de poder” que la reconceptualizan para justificar éticamente su proceder una parodia maquiavélica de esa sentencia de Carlos Fuentes “Nuestra imaginación política, moral, económica tiene que estar a la altura de nuestra imaginación verbal”. Y es ante esta manipulación política (otra palabra (otra palabra con la que también hay que tener mucho cuidado) que el periodista debe ejercer su osadía hasta la subversión. Ejercer el derecho de su libertad de informarse e informar, de actuar socialmente como elemento incisivo y definitorio, porque la prensa no puede hacer concesiones son la simonía. A tono con esto en su trabajo “Pluralismo y Participación presentado en la I Jornada Social Católica, celebrada en la Habana en Noviembre de 1991, el Ing. Dagoberto Valdés escribía: “Nadie duda hoy que la opinión pública y los estados de opinión pueden gobernar, de cierta forma, a una nación.
Es por esto que los medios de comunicación socializados deben solidarizarse entra y extra geográficamente como elementos activos dentro del programa de transformaciones que ineludiblemente precisan los pueblos latinoamericanos para alanzar un desarrollo económico, social y humano sostenido.
2.- La Protección de una identidad latinoamericana. Economía Solidaria, Comunicadores Solidarios. Por un perfil definitivo del hombre.
“La humanización, la democratización, la pacificación, la estabilidad de la democracia, la reorientación de la economía, la protección del ambiente sano, la identidad cultural y la promoción del conocimiento, la integración y la solidaridad. Estos son los hilos conductores que dan origen –deben darlo- a un nuevo tejido social.
Prof. Guillermo León Escobar.
Cada día más, en cada oportunidad más alto, suena resuena la palabra solidaridad en los predios de la gran casa latinoamericana. Solidaridad más que como adjetivo como estilo de vida. Ya en el mes de Mayo de 1994, en Chile, durante el 1er Encuentro de Economía Solidaria, los firmantes de la declaración de Iquique manifestaban en su primer punto:
“La Economía Solidaria se sustenta en:
-El rescate de la dimensión humana de la economía.
-El reencuentro de lo económico, lo político y lo social.
-Una respuesta a las exigencias del Desarrollo Nacional y Latinoamericano que debe ser coherente con el bien común”.
Rasgos de una interpretación seria y mesurada de la realidad latinoamericana, una respuesta auténticamente regional de hacia donde se deben dirigir los esfuerzos, que sobre la base del respeto a la iniciativa de participación personal, puja por un espacio para un tipo de organización de la producción son marcado carácter supra-económico como alternativa de desarrollo. La institución económica puesta al servicio del hombre y la comunidad, al servicio del desarrollo integral del hombre, la única auténtica economía social de mercado.
Una experiencia tan vieja como la primera matriz de Rochdale, como la utopía de los pensadores socialistas ingleses y franceses, que hoy encuentra su lugar del otro lado del océano como un paliativo a la crisis, como una respuesta a la necesidad autóctona del desarrollo auto-sostenible que sólo puede ser gestado desde adentro. Una idea sino original, si novedosa en nuestro medio, oportunidad de proteger la cultura y la identidad latinoamericana de formar ese “hombre nuevo” que fuera un aborto en los sistemas de “Socialismo virtual”, ahora con su verdadera dimensión humana y cristiana. Un hombre “con pensamiento autónomo”, auténtico, creativo y solidario consciente de sus deberes y derechos como ciudadano (…) (capaz) de contribuir al cambio social de la comunidad, (dentro de comunidades) autónomas, democráticas y participativas, con sentido de pertenencia social e identidad cultural, capaces de dialogar interculturalmente, de reconocerse recíprocamente y de autogestionarse cambios e innovaciones tecnológicas, económicas y sociales necesarias para el mejoramiento en la calidad de la vida”.
( Así mismo inmersas en una ) “Sociedad Solidaria” en la cual la dimensión política, se traduzca en una auténtica democracia real y participativa, la dimensión social, encierre los principios de igualdad de oportunidades, equidad y justicia social; la dimensión económica, responda a los principios de autosugestión productiva y empresarial de una economía humana (agrego y de una ecología humana) y la dimensión cultural recupere los valores de la ética de la solidaridad universal, mediante la autosugestión y la interacción formativas” (Nueva visión de la docencia para una economía solidaria. Prof. Miguel A. Ramón Martínez.)
Esta sociedad que se pretende construir por los corazones nobles de América precisa de la cooperación y solidaridad de todos sus subsistemas, también de los comunicadores que luchan por una proyección humana y humanizante de las comunicaciones. En su inmensa mayoría estas ideas tienen una inspiración cristiana reconocida, a tono con el evangelio y el magisterio social de la iglesia expresado en sus agendas conciliares y pos-conciliares.
Ante esto, ser Comunicadores Solidarios no es otra cosa que adquirir conciencia del momento que vive Latinoamérica, estar inmerso en la realidad y preparado –y a la vez preparar- para las posibilidades que se abren al hombre americano de ser protagonista real y efectivo de la vida política, social y económica, de reconocimiento principio y fin, obra más o menos acabada de la perfección, ayudar a construir un mundo para todos donde prevalezca por sobre los errores el respeto al proyecto ético de consolidar un perfil definitivo del hombre latinoamericano, que es mucho más que una imagen folklórica o étnica, un auto reconocerse, asumirse y dignificarse que depende “de la concepción que tiene de si mismo y de su destino”. (C.A. 51).
Algo que es posible gracias a los que S.S.. Juan Pablo II llama “esencial capacidad de trascendencia de la persona humana.
3.- Una Brecha. Crear Espacios. Otra Edad del Periodismo Católico en Cuba.
“La libertad halla en los motivos que la rodean las condiciones complementarias para su ejercicio”.
Rabier (Lesones de Philosophie).
Dentro de esta urgencia latinoamericana el caso Cuba tiene una razón de diamente numerosas artistas. No es mi intención hacer una radiografía del sistema sociopolítico cubano de los últimos treinta y siete años, con su correspondiente incidencia en la situación de los medios de comunicación, en particular los medios de comunicación católicos, sino mas bien a manera de introito avanzar algunas pinceladas de la realidad actual que pueden ilustrar las condiciones complementarias que rodean el ejercicio de los comunicadores sociales católicos en Cuba.
Haciendo un poco de historia, los años subsiguientes a 1959 fueron años de cambios profundos en la realidad nacional intra y extra-eclesial. El cierre de instituciones religiosas, el movimiento de parte del clero y de laicos hacia el exterior, la estatalización llevada a cabo por el gobierno revolucionario que incluyó todos los medios llamados ideológicos (Prensa, Radio, Televisión) así como las escuelas, la declaración de La Habana Socialista y por ende atea –como copia del modelo eslavo- fueron; a grandes rasgos, algunas de las causa que conllevaran a un aparente silencio de la Iglesia en Cuba, que tuvo que reducir su actividad evangelizadora ante la coacción estatal Templo adentro (Para mayor información consultar Documento Final del ENEC). Así los años 60’s y 70’s, los más drásticos del recién estrenado gobierno socialista fueron dos decenios negros para la prensa católica –religiosa en general- en Cuba.
Luego, desde los últimos seis años, Cuba atraviesa una de sus más grandes transformaciones después de un período de anquilosamiento político y social, cierto impasse producido por la estrangulación económica y el agotamiento de su política, que en el tiempo demostró una notable capacidad de adaptación recurriendo a los elementos mas autóctonos que en ella de alguna forma estaban incorporados, dio pie a una aguda situación que estremeció el sistema de la Isla desde sus cimientos. Para un país fundamentalmente importador la caída de los bloques económicos y políticos a los que pertenecía, amen del rotundo golpe moral para las ideas que representaban, significó toda una reelaboración de su política comercial, todo ello acompañado de la Unipolaridad y la Globalización ideológicas, que lejos de significar muerte de las diferencias ideológicas patentiza el triunfo a escala de una ideología sobre otra, que objetivamente había producido cierto equilibrio mundial en términos de esferas de influencias. Se intensifica el embargo sostenido por los EE.UU. con el conocimiento y la inclusión de normas jurídicas aprobadas unas y otras por hacerse efectivas que conllevarían a un bloqueo efectivo del país por el carácter de la extraterritorialidad de las mismas. El aborto de los modelos de socialismo y sus proyectos sociales, a nivel global, dentro de las cuales se encuentra inscrito el gobierno cubano. La reorganización de las relaciones económicas internacionales y la bloquificación del mundo. El propósito de continuar el proyecto socialista en la isla, a tenor con la introducción de capital mixto y privado. El crecimiento del sector informal. La incapacidad de un estado alienante y multi-ejecutor para autogestionar y hacer autosuficiente la economía y la hegemonía temporal y cíclica de una economía paralela subterránea provista del robo y la malversación apuntalando la incipiente y no bien coordinada iniciativa privada en pequeña escala. El descontento de grupos populares cada vez mayores y la confrontación con cientos de partidos y grupos, que disienten de la política nacional, de las más múltiples inspiraciones. Ha producido un panorama social incierto aunque en la pluralidad esperanzador para una nación que tiene que contar con el diálogo y la reconciliación para reconstruir un proyecto social viable dentro de un mundo que ya no cree en los discursos de capilla, donde frente a las “Utopías Desarmadas” debe prevalecer el verdadero espíritu, “el alma de las Utopías”, esas que nos hacen creer en la mañana. Y esta olla nacional sazonada por notables pérdidas de índole social; la emigración como alternativa promovida desde adentro y desde afuera, la escasa iniciativa nacional, el curso de tres monedas cuasi oficiales en un país donde la tenencia del dólar fue un acto delictivo y por hecho penable, una política aunque en revisión aún excluyente, el resquebrajamiento de ciertas conciencias morales y éticas y posturas de darwinismo social que con la revolución había quedado casi eliminadas, el crecimiento de la prostitución y los vicios que con ella aparecen, fundamentalmente localizada en los focos de turismo internacional, el aumento de los niveles de pobreza generalizada y miseria extrema, brotes de mendicidad y de enfermedades relacionadas con la pobreza que habían sido eliminadas por el avanzado estado del sistema de salud cubano, hoy con paradójico desarrollo de las tecnologías de punta existiendo con un estado de insuficiencia médica general, gratuidad y otras bonanzas del sistema a las que aún no han alcanzado –y no deben alcanzar- los cambios dentro de una economía que por hacerse fuerte se metaliza y dolariza, el auto-compadecimiento de un gobierno que sintiéndose responsable del futuro de la nación excluye el diálogo oficial con todo lo que considere alternativa de poder, el temor como sinonimia de incertidumbre, la política policial –que si bien no alcanza los ritmos de la antigua Europa oriental o de otras dictaduras de derecha latinoamericanas – está al servicio de una orientación filosófica e ideológica unidimensional; ha dejado de saldo una madurez política, crítica y de discernimiento que ya no se limita a algunas elites intelectuales y profesionales sino que abarca un segmento cada vez mayor. Son de forma epidérmica y por tanto superficial los más importantes fenómenos que conforman el apretado abanico de realidades de una Realidad Única cubana. En estas condiciones y sin alcance (o con escaso alcance) a los medios de comunicación no oficiales se desarrolla la actividad de los comunicadores católicos cubanos, agentes evangelizadores y pensantes que hoy abren una brecha y se insertan luego de casi tres decenios de silencio; suceso sin precedentes en el mundo del periodismo cubano y que sienta espacio para la pluralidad sincera y bien intencionada ineludible en la reconstrucción de una Cuba para todos.
El padre Antonio Rodríguez apuntaba en su trabajo a la I Jornada Social Católica de 1991:
“Los medios de Comunicación Social (radio, cine, televisión, video, prensa, etc.) deben contribuir al proceso de socialización de las personas.
En Cuba todos los medios de comunicación social están en manos del estado y tienen una orientación política y filosófica excluyente.
Difícilmente en estas circunstancias podrán encontrar las personas en su proceso de socialización suficientes elementos diversos para su recta y consciente participación social. La falta de información o manipulación de la información y su selección orientada a un único fin, empobrecen al ser humano que, como persona, debe tener acceso no sólo a una información directa y múltiple sino a participar como protagonista en la confección de la noticia, del mensaje, en su difusión y en su interpretación”.
Más recientemente en el ECO o II Encuentro Nacional Eclesial Cubano su eminencia reverendísimo Cardenal Mons. Jaime, Arzobispo de la Habana, recordaba:
“Los católicos cubanos hemos experimentado con profunda gratitud al Señor, el despertar de la conciencia de nuestro pueblo a esa llamada interior que el ser humano no siempre escucha (...).
En algunos este llamamiento se hace pronto certeza de la fe, en otros es sospecha y casi siempre desemboca en búsqueda. Estos se producen en un entorno humano donde, justamente, se ha empobrecido en ciertos aspectos el mundo espiritual, y se debilita la adhesión común a los valores que, en gran medida, son sustentados por aquél.
Aparece pues, precisamente, este llamado, como ansia de espiritualidad, como un deseo de reencontrar valores perdidos o descubrir nuevos valores que pudieran dar un sentido a la vida, sobretodo en el orden personal. Este andar pudiera resumirse o describirse o describirse como una exploración en busca de esperanza.
(..) Un reflejo de todo ello lo tenemos en las publicaciones de la Iglesia Católica, donde se recoge el sentir y el pensar de algunos hermanos católicos o no”.
No bien aparecen las primeras posibilidades marcadas por la aparición en el mundo editorial cubano de una veintena de revistas “independientes” procedentes de fundaciones, centros de estudio, etc. En un principio en un ambiente de franca tensión e incomprensión estatal, un numerosos conjunto de publicaciones católicas, con diferentes perfiles editoriales y posibilidades invaden con increíble acogida por creyentes y no creyentes el mundo socio-cultural cubano de los noventa. Cito a Mons. Jaime.
“Vivarium”, de un alto nivel literario y conceptual, publicada por el Centro de Estudios de la Arquidiócesis de la Habana; la revista “Vitral” órgano del Centro Cívico-Religioso de la Diócesis de Pinar del Río; la revista “Palabra Nueva” también de la Arquidiócesis de la Habana, dirigida a un público más amplio, pero cuya producción se enmarca dentro de ese modo serio y comprometido de aproximarnos a la verdad y de procurar el bien común, incluyendo en este último, el bien inestimable de la cultura, que además de ser deleite y ejercicio intelectual, es oferta de posibilidades a hombres y mujeres, especialmente a los jóvenes, de ejercitar su pensamiento y habituarse a obrar en sus vidas no por impresiones, por instintos o por mimetismo, sino por medio de la interiorización, desarrollando así su capacidad, a veces dormida, de escoger entre lo bueno para decidirse por lo mejor. Otras publicaciones con características en cierto grado similares han ido apareciendo en estos años en casi todas las diócesis de Cuba; “Iglesia en Marcha” en Santiago de Cuba, ´”Boletín Diocesano en Camaguey”, Presencia en Matanzas, “Amanecer” en Santa Clara y más recientemente “FIDES” en Cienfuegos y “Nazaret Hoy” en Holguín.
Son modestos los medios de impresión y nos falta los recursos mínimos indispensables para producir desde el punto de vista técnico, algo mejor. También deben mejorarse y ampliarse los contenidos de esa producción literaria y periodística y por ende informativa y formativa. Pero la aceptación de católicos y no católicos, la asiduidad y premura con que inquieren por la aparición del nuevo número las cartas expresivas y abundantes que envían a las redacciones los lectores, compensan los esfuerzos y animan a seguir venciendo los obstáculos”.
Otras publicaciones se han sumado a las referidas por Mons. Jaime; “Enfoque” en Camagüey, “Cocuyo” en Holguín, “Ethos” de Santa Clara, especializada en Biótica, así como numerosos boletines diocesanos, sueltos, etc, elaborados por movimientos de jóvenes y laicos.
No puede aún hablarse, a pesar del trabajo serio y creciente, de periodismo católico en el sentido técnico; publicaciones que no pueden cubrir la inmediatez, ni tienen acceso como otras publicaciones estatales a la noticia, elaboradas, corregidas y editadas en su mayoría por personas que no son profesionales de los medios y que van adquiriendo la experiencia in situ, solo son muestra de que el espacio existe; espacio para encausar la creación, las reflexiones, los estudios y los momentos de esta Iglesia Cubana que peregrina y encamada muere y resucita dentro dela pobreza, el sufrimiento y los sinsabores de nuestro pueblo y como auténtico pueblo de Dios comparte sus alegrías y su pan que es su espíritu.
Crear espacios es la definición del momento en materia de medios de comunicación católicos. Espacios que deben cerrar un lustro de búsquedas y hallazgos con la oficialización de la UNIÓN CATÓLICA DE PRENSA CUBANA (UCAP- CUBA) cuyos estatutos ya aprobados por la C.O.C.C. se harán públicos en su primer encuentro en Noviembre del 6 al 9 de este año, y que debe abrir otra edad del periodismo católico en Cuba, la de incidir de forma permanente con su lectura alternativa como una fuente de información seria y un instrumento al servicio de la sociedad.
Hasta hoy solo existe la brecha. Una brecha es un paso, es un signo de los tiempos, la gracia de Dios que pone mesura y reconcilia los corazones. Falta mucho por andar, pero la esperanza de lo mucho reconforta en lo poco y da fuerzas para continuar en la búsqueda insaciable.
3.1 La experiencia “Vitral”.
“Vitral”, juzgada sin apasionamientos, o con leves apasionamientos, marca un momento importante en esta etapa de la creación de espacios. Órgano del Centro de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río y financiada por los fondos del Centro que a su vez recibe la ayuda cooperada de CAFOD agencia de la Iglesia Católica Inglesa para la ayuda al tercer mundo y ADVENIAT organización financiera de la Iglesia Católica Alemana. Desde la aparición de Vitral en un universo cultural que contaba con un solo medio de prensa escrita para toda la provincia, en un formato de cuatro páginas y con una periodicidad semanal y un pujante y emergente movimiento de escritores y artistas jóvenes, en su mayoría reconocidos nacionalmente, se convierte al decir de algún intelectual en un pulmón de la ciudad. Puede agradecerse a esta revista que pedía en su primer editorial “ser un espacio para la transparencia y la luz multicolor de nuestra cultura y nuestra sociedad”, que aseguraba “tendrá el alma como raíz” y que se definía “Palabra y cauce, resonancia y espejo, que ofrece el Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río, a cuantos tengan sed de comunicación, reflexión y diálogo, sin distingos de colores ni empobrecedores filtros para la luz (tan policroma y plural quiere ser nuestra revista como escasos son, en nuestras ventanas actuales, la diversidad de diseños y matices), y que avanzaba como fin de todo periodismo. “Queremos ir más allá de la amargura de contemplar las limitaciones de nuestra convivencia actual para –entre todos- salir de la postración por los caminos de la creatividad. Y más que criticar la pobreza asfixiante de nuestra casa, cambiémosla y empecemos a proyectar, para agrandarla y embellecerla, un amplio y sencillo que conserve su cubanía y enriquezca con nuevas luces nuestra siempre mestiza identidad”. Puede agradecérsele
a Vitral que de su presencia, de su interacción con el mundo de la cultura, de su modesta tirada editorial, pero razonable colocación (de una tirada de aproximadamente 1040 ejemplares más del 50% se destina se destina a la suscripción de personas católicas o no, y el resto como material de intercambio con instituciones, bibliotecas, Centros de Estudio e Investigación y Personas de la Cultura, la Política, etc,), de la utilización de sus páginas para promocionar pintores, escritores, profesores, artistas la atención y a la historia y su patrimonio, se ha convertido en una publicación como de múltiples valores, precursora de esa búsqueda de espacios que el hombre tanto necesita para actuar en sociedad. Causa directa o no. Vitral ha abierto el camino para que fueran viables otras publicaciones que hasta entonces no habían encontrado un financiamiento estatal y que además de ser muy necesarias elevan el flujo comunicativo de la provincia y su inserción en el país.
Varias son las experiencias de cómo nuestra aún incipiente prensa católica, casi subterránea por cuanto no es reconocida como tal por las instancias de poder, ha actuado y actúa a favor del mejoramiento social, de la educación cívica y moral, de la crítica provechosa y reconstruyente, del diálogo entre todos los factores del país, con esos medios técnicamente insuficientes y las consabidas improvisaciones, pero el afán de trascender de protagonizar, de ganarnos ese pequeño espacio que nos toca por derecho propio en la Cuba de hoy y de mañana.
4. Para Cerrar el Círculo
Para cerrar el círculo, pienso que no redundaría al citar a ese patricio, apóstol de nuestra independencia nacional y latinoamericana, José Martí, cuando escribía como legado ético para la prensa de aquellos tiempos:
“No es el oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acontecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir tócales examinar los conflictos no irritarlos, con un alarde de adhesión tal vez extemporánea, tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles, sometidas a consulta y reformarlas según ella; tócale, en fin establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre (…).
La prensa no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la exuberante y lujosa imaginación”
(Cartas de los E.U. 13 de Sept. 1882. La Nación).
Ejemplo de que en aquellos, estos y los tiempos que han de venir, el hombre continúa su lucha genérica por liberarse, aún cuando parezca que no se avanza nada en la espiral de la historia, y que una vida es un minuto. Otra puntada de la misma Cleo facinerosa.
Joaquín Jesús Díaz Ortega.
Pinar del Río. 21 de septiembre 1996.
(Ponencia presentada por el Delegado cubano al encuentro de la UCLAP).
REVISTA CULTURAL “CAUCE”
Sumario del No.2:
Pedro Luis González Rivera. En torno al polémico Noda (apunte de una investigación sobre la vida y obra de Tranquilino José Sandalio de Noda ) /2.
José Alberto Lezcano: El espacio en el cine: travesía y destino /7
Nery Carrillo Alonso: Don Fernando Ortiz; contribución semiológica al concepto de identidad /10.
René Valdés Torres: Pasión del árbol /13.
Ramón Cala: Interculturalismo: ¿Alternativa para la periferia o solución para los centros. /16.
Fidel Valverde: Duda /20. Epístola al apóstol San Pablo /20. Sofisma /21.
José Antonio Ruiz Serrano: Otras, las mismas /20.
Música /22. Exilio /23. Un viejo y un árbol /23. Propósito /23.
Eurípides Valdés: El constitucionalismo mambí /24.
Nersys Felipe: El título al final /31.
Aldo Martínez Malo: Fe de vida: Un libro escrito a través de una correspondencia /37.
José maría Sánchez Fernández: Un norteamericano combatiene del Frente Guerrillero de Pinar del Río /42.
Silvio Rodríguez: Habanémosle /45.
Ramón Cala: A la luz de un apagón/ 46.
Ya está en nuestras manos el número 2 de la hermana Revista “Cauce” Pinar del Río cuenta así con dos revistas culturales para que sus escritores y artistas plásticos puedan encontrar “cauce” a su creatividad.
Consejo de Redacción de “Vitral”.
VITRAL se une al júbilo de los cinéfilos pinareños ante el I Encuentro CAMARA Y ACCIÓN que durante la tercera semana de octubre reunió a importantes figuras del quehacer fílmico nacional y nos dio la oportunidad de dialogar múltiples artistas de este arte y degustar filmes que aunque atrasados dada su fecha de estreno en la Capital del país-arribaron finalmente a tierras pinareñas. Que esta chispa de lentes y movimiento se extienda. ¡Enhorabuena!.
SALÓN DE VERANO
CARTEL
El día primero de octubre en la sala del museo Antonio Guiteras, se inauguró el Salón Provincial de Artes Plásticas “Verano 96”, auspiciado por la Casa de Cultura Pedro Junco.
Según el catálogo de esta exposición la muestra pretende rescatar del olvido a artistas aficionados que se han mantenido alejados de nuestro entorno cultural y a los que deseamos nuclear junto a nosotros a favor de la creación y de su “artesanal” obra.
El Jurado del Salón, compuesto por Ulises Bretaña. Abel Morejón Galá y Yenia María González decidió otorgar Mención Especial a la obra “Buscando Luz” (oleo/lienzo) de Luis Contino Roque; Mención a la obra “Enigma 1996” (bajo-relieve en bagazo patinado) de José Iván Morales; otorgar Segundo Premio a la obra: “Simbólicamente” (oleo/lienzo) de José Luis Ballart y otorgar Primer Premio a “Un espíritu iluminado” (oleo/lienzo) de Luis Alberto Rodríguez Díaz.
En el acta el Jurado dejó constancia de la necesidad que las instituciones culturales relacionadas con la promoción del Movimiento de Aficionados apoyen la realización de este proyecto. A su vez se propuso que en próximas ediciones de este Salón se otorguen los Premios en las siguientes categorías; Aficionados; Estudiantes de Escuelas de Arte y Profesionales
EN EL PRINCIPIO ERA LA FORMA
La pintura cubana ha transitado por momentos de esplendor y de profunda nostalgia. Desde la ruptura con la tradición académica en la segunda década del siglo XX y la instauración de un movimiento de estudio libre, más renovador, el arte plástico en la isla fue perfilando una vinculación al símbolo social, al interés de afirmación nacional y la búsqueda de un mundo propio, enriquecido por una visión esencial del ambiente criollo.
Dentro de este movimiento de vanguardia crecen las inquietudes de una joven nacida en Yagüajay, Las Villas, en 1896, y que cursa estudios en la Academia San Alejandro, donde se gradúa de Pintura y realiza su primera Exposición Personal –en 1924-. Comienza a reconocerse Amelia Pelaéz y Del Casal, figura insigne en la renovación de la pintura cubana del período republicano.
Sus posteriores estudios en el Art Students League, de New Cork, y en Europa, en la Grande Chaumiére, con la pintora ruisa Alexandra Exter, la ayudaron a tomar lo estrictamente necesario al desarrollo de su expresión personal. Expone en parís en 1930 y en 1934, exhibiendo sus primeras obras modernas, por esta etapa realiza también exposiciones en Cuba. Ya se evidencia en su obra la influencia de las vanguardias europeas de post-guerra (cubismo, fauvismo, etc.) que mezcla con la savia nutritiva que la isla le ofrece.
No es el verbo lo que está al principio sino la forma. En el alta y también en el omega, como en todo artista plástico. Amelia vive en el mundo de formas que late en su pintura: el exterior con rejas, flores, frutas, árboles y luz; el interior neoclásico con mamparas, columnas, muebles, vitrales, arcadas y medios puntos filtrando la misma luz del jardín. Las formas vegetales hallan correspondencia con las formas ornamentales y decorativas del interior. Se Hacen eco unas de otras, se penetran. Lo esencial fluye mágicamente desde el óleo con líneas negras, serpenteantes, fluidas, constantes y áreas de colores casi puros, brillantes y enérgicos.
Amelia fue profesora de Pintura en una Escuela Pública durante algunos años.
Era disciplinada para la creación, buscaba constantemente un espacio, una renovación que le permitiera perfeccionamiento técnico y la depuración de un estilo propio.
Recibió numerosos premios en Salones nacionales e internacionales, fundamentalmente por sus obras en cerámica.
Muere en 1968.
Su obra se conserva en Colecciones del Museo Nacional de Bellas artes, en revistas como Verbum y Orígenes, y en las aceras de La Rampa. Pinar del Río cuenta don dos plumillas originales de Amelia en la Colección de Arte Moderno del Museo Provincial de Historia, donadas por el Registro de Bienes Culturales, luego de un decomiso, en 1995.
Estas obras fueron mostradas al público asistente a la Velada que con motivo de iniciarse la Jornada por la Cultura Cubana-dedicada en esta ocasión a Amelia y a Regino Pedroso- se efectuó en la Casa de Cultura Pedro Junco el pasado 10 de octubre.
Al cumplirse 100 años de su nacimiento, Vitral pone su grano de amor en este Homenaje. Y lo aventa una creación del chino proletario-iniciador en Cuba de la poesía social, con la publicación en 1927 de su conocidísima “Salutación fraterna al taller mecánico” – nombrada CATEDRAL. ( Chartres) y escrito en 1953.
Ciudad de Dios y el arte que en edad ya lejana
bajo la fiebre mística del ánimo angustiado
alzó la fe del polvo, buscando en noche arcaria
con un florón de agujas el cielo iluminado.
¿Ojiva y coro son obras de hombre, o de un mago?
Llueve el vitral en rosas de luz, candor, fragancia.
El alma no adivina, prosa en ensueño vago,
El está en un mundo irreal o en un jardín de infancia.
¡Jamás la llama humilde se elevó a más belleza!
Despliega en sus portales sus alas de pureza,
Se oye el rumor de Dios en inefable calma.
Una paz de luz canta en pámpanos y en hiedras;
Y acaso por el arte, ¡por el cielo o sus piedras!
La frente besa el polvo y en rezo asciende el alma.
PRIMER TALLER TEÓRICO SOBRE LA PLÁSTICA
(paisaje pinareño, mogotes y valle de viñales)
El primer Taller Teórico sobre la Plástica Pinareña se desarrollará en Pinar del Río del 11 al 15 de Noviembre de 1996, auspiciado por la Escuela Profesional de Artes Plásticas, la UNEAC y la Asociación Hermanos Saíz. Su sede será en la UNEAC, en calle Maceo No. 178 entre Comandante Pinares y Avenida Rafael Ferro. Pinar del Río.
La inscripción para los interesados se realizará de lunes a viernes en la UNEAC hasta e4l 5 de Noviembre.
Los interesados deberán abonar una cuota de 20 pesos en moneda nacional y los estudiantes de 10 pesos en moneda nacional. Las temáticas a tratar:
-Hacía un montaje historiográfico de las Artes Plásticas en Pinar del Río.
-Pedagogía y Artes Plásticas: un diálogo visual.
-Teoría y Crítica de la Plástica Pinareña.
-La Plástica Pinareña Actual.
CONCURSO DE POESÍA: ERÓTICA DE NUEVA PAZ
En saludo al 24 de enero, fecha de fundación de Nueva paz y en el marco de su semana de cultura, el Centro de Información, Documentación e Investigación Literaria “Ramón Rubiera” y el Club UESCO “Creación y Psicoanálisis”, convocan al presente concurso.
BASES.
1.- Podrán participar cubanos y extranjeros con un texto poético de tema erótico.
2.- El poema concursará en el sistema de seudónimo y plica (un sobre cerrado se adjuntará los datos del autor, dirección y breve ficha bibliográfica).
3.- El jurado otorgará un premio y tantas menciones como estime.
4.- Los trabajos se recepcionarán hasta el 1 de enero de 1997 en el Centro “Ramón Rubiera”, Gaveta Postal No. 3. Los Palos. La Habana. Cuba. CP. 34280
5.- El premio consistirá en $300.00 moneda nacional para los residentes en Cuba, y una biblioteca de textos cubanos, por igual valor, para los ciudadanos extranjeros, así como diploma acreditativo. Los premios y las menciones serán antologados para su publicación.
6.- La premiación se realizará la tarde del 24 de enero de 1997 en la sede del Centro “Ramón Rubiera”, Ave. 15 No. 2404. e/ 24 y 26, Los Palos, Mcpio. Nueva Paz. Prov. La Habana. Cuba.