julio-agosto.año3.No14.1996


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MANUEL TOSTE O LA UTOPÍA HUMANISTA

por Amalina Bomnín 

En los albores del siglo XXI la cultura se ha convertido en una forma más de consumo, y este último pasa a ser el rey de la creación desde que el mercado domina las relaciones adquisitivas.

Cuba, hoy día, resulta un caso singular dentro del escenario mundial de las relaciones mercantiles, gracias a la existencia desde 1959 de un proceso revolucionario que perseguía llevar a cabo determinadas reformas sociales y, a su vez, colocar el arte y la cultura al alcance de las masas, con fines meramente didácticos. No obstante, han pasado ya varios lustros manteniendo la concepción inmaculada del producto artístico sin que medie en ello la trama del consumo y hoy resulta impensable conservar el idilio. La plástica nacional se instala en los circuitos del mercado alejándose de anteriores proyecciones utópicas, y evidenciando una desvinculación del rol social de avanzada que mantuviera desde principios de siglo.

Estos rubros no necesariamente se pronuncian como signo definitivo de un tipo de creación, ni de sus productores, porque no es aconsejable constreñir el arte a una geografía o época en particular. En el contexto pinareño, por mencionar un caso, la obra de Manuel Toste constituye un ejemplo no enmarcable dentro de la actitud esbozada antes. Si hubiese que adjetivar de alguna manera a este artista lo denominaría como un utopista (clasificación que engloba su actitud ante la vida). Su práctica, independientemente de su evolución temporal y su variación temática, se sustenta en una acendrada preocupación humanista. Vale señalar que Toste no solo es pintor, sino que su personalidad se proyecta polifónicamente como grabador, poeta, dibujante, diseñador de modas, compositor y decorador; todas estas facetas creativas han estado matizadas por su profunda vocación cristiana, que le ha valido para no cejar en su empeño por mantener su confianza en el mejoramiento humano.

La producción tostiana ha transcurrido por varias etapas y en cada una ellas se trasluce una personalidad apasionada y muy expresiva. Sus creaciones parecen vibrar en un afán por ser más tangibles al espectador que las observa y como vía para promover la comunicación humana, aunque -como señalé- su evolución artística no se puede circunscribir al mero hecho pictórico.

Manuel posee una extensa y fecunda carrera artística que se inicia a raíz de su graduación en 1961 en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de Pinar del Río y como miembro del Colectivo de Artistas Plásticos desde su fundación. Por su iniciativa se instituyen la Muestra del Mes, alrededor de los años 70, la cual constituiría un vehículo promotor loable en una época en que Pinar solo contaba con los Salones Provinciales para la difusión del quehacer plástico. También Toste brindó sus frutos en la esfera educacional con la creación de un taller de títeres que impartió a maestras con capacidad disminuida, que llegó a oficializarse por el Centro de Medios de Enseñanza de Educación. Fue, además, presidente del Grupo de Artistas Aficionados de la Casa de la Cultura; cargo éste que asumió con entusiasmo, nucleando la realización de actividades como encuentros de artistas plásticos de la provincia (donde se debatían temas relacionados con la plástica); la organización de muestras de pintura para llevar a comunidades rurales; el trabajo creativo en la calle, al aire libre, incluyendo la concreción de murales. Dentro de los artistas participantes en estas se destacaban Ulises Bretaña, Arturo Regueiro, Carrete (padre), Munné, y Reina Ledón, que se incorpora más tarde. Toste diseñó y decoró carrozas en los carnavales durante los años 60 y 70 y participó como jurado de dichos festejos. Obtuvo mención nacional como diseñador de modas, premio que otorgara el Buró Nacional de Orientación de la Moda en 1978. En otro momento hace poesía. Canta en el Coro Provincial, del cual fue fundador en los 60. Participa como compositor en los concursos "Adolfo Guzmán" y "Pedro Junco", y como escritor en el Primer Concurso «La Edad de Oro», obteniendo primer Premio en poesía y Mención en cuento infantil. La CTC y la Casa de la Cultura lo galardonan en más de una ocasión como artista destacado. En eventos de carácter municipal y provincial sus obras fueron entregadas como premio.

 

 

Su prolífica profesión se vió interrumpida por severos problemas de salud de la madre, lo que impidió que pudiese ir a la Habana a recibir estudios superiores. No obstante, aunque un poco marginado, Toste prosiguió su producción incursionando en diversidad de temáticas con libertad de tratamiento.

Ha recreado los motivos africanos con técnicas mixtas y abundancia de colorido, ofreciendo una visión muy personal de las deidades de los panteones afrocubanos. En otro período hizo desnudos tomando a la mujer como eje central de la propuesta y perfilando a través de ellas su constante preocupación por la condición humana. Dichos trabajos suelen ser una especie de prolongación maternal y afectiva puesta al cuidado de estos cuerpos. Un homenaje a las féminas en un intento por despojarlas de todo lo material. La pincelada que utiliza es suelta y añade un toque de sensualidad y erotismo a las figuras. Primero, fueron dibujos realizados en blanco y negro, más tarde, agregó color con tempera por medio de trazos desenfadados y expresivos.

Otra de las proyecciones de Manuel han sido los experimentos gráficos, material de ensayo confeccionado a partir de la hibridación del dibujo, el collage fotocopiado y el grabado. Con este tipo de trabajo y otros dibujos, organiza en 1989 la exposición "Homenaje", dedicada a figuras célebres como: Bola de Nieve, Benny Moré, Rita Montaner, Alicia Alonso, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, procurando siempre un tratamiento expresionista. Luego, en abril de 1995 tuvo lugar en el centro provincial de Artes Plásticas de Pinar, una de sus muestras personales: "Resurrección", en la que acudió nuevamente a la utilización de este medio expresivo para ofrecer una creación profusa en claves simbólicas, y trabajada a través de un lenguaje ambiguo, irónico y crítico. En ella establece una reflexión acerca del ser y la existencia, que da pie a un diálogo directo entre público y obra y que representa, más que todo, un llamado de atención sobre la necesaria reconstrucción de determinados valores éticos y morales en la sociedad actual. Para los megalómanos quizás esta muestra pudo parecer un poco trivial por la llaneza de los textos, pero -en mi opinión- por tratarse de temas tan peliagudos, ineludibles y necesarios, el fin justifica los medios.

Toste ha instituido un modo de hacer que tiene más que ver con una posición ante sus semejantes que con determinada filiación temática o estilística. Como definiera el artista Juan Suárez Blanco, en la presentación de la muestra que acabo de mencionar, al referirse a su producción: "una obra entroncada a la Nueva Figuración que desde los años 60 experimentara nuestra plástica cubana, se va definiendo como un interesante fenómeno de vuelo neoexpresionista y con agudo instinto hacia la postmodernidad". Por lo que, una vez más, me atrevo a vaticinar acerca de su obra creyendo que mañana podría ser surrealista, quizás conceptualista, o pintura gestual, pero mantendrá siempre su visión humanista de la realidad con un aliento pleno de energía y sensoriedad.

Cuando le hago al artista la tradicional pregunta acerca de las influencias de otras figuras en su quehacer, me responde sin reticencias, considerando a un buen número de pintores en los que advierte fuerza y vitalidad semejantes a las que él intenta traducir. Reconoce a Carlos Enríquez por la transparencia del color y la pasión de su pincelada; Portocarrero, por la utilización del color, recalcado con una firme línea; Servando Cabrera, por sus personajes femeninos, tan sutiles a veces y otras tan activos y eróticos-, Rembrandt, por el juego de luces y sombras; Van Gogh, por la intensidad agresiva y suelta; Picasso, por la maestría del color y la línea y también incluyó a Kandinsky, que aunque abstracto, posee una emocionalidad y un instinto propios de una pintura abierta.

Durante los encuentros con Toste para la realización de este trabajo, siempre hizo hincapié en dos cosas, fundamentalmente: la primera, su manifiesto desapego a servirse del arte como vía en la obtención de ganancias financieras; posición ejemplificada al donar sus obras en unas ocasiones a instituciones culturales y religiosas, y en otras al exterior, con motivo de la celebración de festivales juveniles (lo que no excluye, por supuesto, que su creación sea susceptible a ser vendida). La segunda, su profundo agradecimiento a todas aquellas personas que han contribuido con su formación personal y profesional, y entre ellas resaltó a: su madre, Carlos Hernández Alcoser, Juan Ramón González, Tiburcio Lorenzo, Humberto Carrazana, Tula y Yoya Fernández Riquer, Juan García Miló, Marcos González Yaver, Mario García Portela, Mary Cuqui, José Siro González Bacallao, Juan Suárez Blanco, y muy especialmente a Dios, por ofrecerle la fe, el amor y el don de pintar.

Actualmente Toste trabaja como creador independiente incursionando en la pintura, el dibujo y el grabado. Ya cuenta en su haber más de 50 exposiciones colectivas entre las que se destacan: Salón Nacional de la Moda, Ciudad de LaHabana, 1981, dónde obtuvo Mención Especial; Salón Nacional "Homenaje a Félix Varela" auspiciado por la Comisión Católica para la Cultura Cubana, 1988 y 1989, en este obtuvo Primer y Gran Premio respectivamente; Salones Provinciales de Artes Plásticas, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, Pinar del Río; Salón de la FAO, 1993 en C.P.A.P. de Pinar del Río; II Salón de Arte Religioso Contemporáneo, 1995, P. del Río, y Salón "Pro-posiciones", 1996, P. del Río,

Ha realizado, además, 13 exposiciones personales, y algunas de sus obras figuran en colecciones particulares y estatales en el extranjero, en países como México, Uruguay, Brasil, Alemania, Suecia, España, Italia, Francia, Rusia, Estados Unidos, Canadá, entre otros.

Ahora su actividad artística está inmersa en una propuesta de corte neofigurativo que continúa evidenciando su exquisita sensibilidad y sus anhelos para transformar el status quo.

Mi intención es sólo una: advertir que Toste está, quizás veleidoso, pero con unos deseos tremendos de iniciar un diálogo verbal o pictórico acerca de todo lo que huela a vida.

 

Junio, 1996

 

TOSTE: SU POESÍA

EL HOMBRE DESNUDO

Arrebatada infancia de navegantes

nubes mojadas de luna

viajeras horas de sueños

ángel dormido descalzo de estrellas

cabalgar valiente sobre la vieja escoba

cómo cantar los pasos que abrían la mañana

aquel volar de color inflado de risa

ese vestir del llanto que adormecía mi inocencia

el soplar de los días

que maduraron mi sentir.

El crisol de los años

rompe la noche en agua:

sobre sábanas apretadas

crece el hombre desnudo.

31 de junio de 1996.

 

PLEGARIA AL PESCADOR

¡Oh traidor

/pecador pagado/

Tu beso su mejilla quemó,

en arrebato cuelgas

lejos de la luna,

y en el suelo de sangre

monedas dejó.

¡Cómo cantar!

quizás mi plegaria,

qué alas para el perdón.

Acaso es luz mi beso

en tu herida

¡Heme aquí! escondido en la mirada

Mi cabeza se deja sembrar

para esperar, esperar

que florezca el perdón.

3-6-96

 

POEMA DE LA LUZ

iFiat Lux! dijo Dios.

Y del profundo abismo en que la tierra dormía

te levantaste fecundando vidas,

y en el cielo dejaste extendidas claridades de luceros

brillaron crepúsculos,

y del seno de la noche se hizo el día.

¡Eres, oh luz! fuego en el sol y llama en la hoguera

y verso en el cerebro del poeta

cuando le das la inspiración

y acaricia a la mujer que ama,

¡Porque el Amor es luz!

La blanca nube forma un prisma, se quiebra

Deidad que mi poema inspira

sobre las cuerdas de mi triste lira.

¡Deja la luz de tu querer impresa!

Fija tus ojos en los míos: ¡Mira!

Posa tus labios en mi frente: ¡Besa!