julio-agosto.año3.No14.1996


CORRESPONDENCIA

THALASSA, THALASSA: UNAS LÍNEAS ESCRITAS DE OÍDO

 

De la mano del acorde virtuoso para a intervalos sacudir o hacer remansos, pero para confabular en el lenguaje de los compases y las solfas, bajó ese ángel-demonio, Lucifer redimido, vuelto al cielo, que es la pasión del que crea (recrea) y entrega las fibras de su sensibilidad, rebelde por apasionada, constante por virtuosa, para cerrar la noche y hacer luz.

Cuesta en un siglo escéptico que termina y abre las puertas a un siglo postmoderno y decibélico confiar en los milagros, pero resultó el ardid, y gracias a Dios y a las gestiones de Monseñor Siro y Sor Farah, los reunidos en la Velada del Aniversario Dos de Vitral pudimos dar riendas a la complacencia y admirar la rigurosidad de una concertista que asombra tanto por su juventud (apenas quince años) como por la limpieza de su ejecución. Nacida en 1981, ya a los cuatro años se iniciaba en el piano y realizaba sus primeras composiciones. A los diez años obtiene el Premio de Composición en el Festival Internacional "Flores Juveniles", desarrollado en Bélgica, y esto la consagra como una de las compositoras más jóvenes de este instrumento. Ha obtenido premios en diferentes concursos "Amadeo Roldán", donde se ha destacado por su rigurosidad técnica.

Para un neófito, que no pasó de cubrir una veintena de clases de solfeo, basta significar su juventud, el reposo con que se acerca al instrumento y la gracia de su estilo. Toda pieza musical tiene escondida esa fuerza que no pudo apresarse en las pautas. Una suerte de lenguaje escondido que se descubre a fuerza de corazón. Esa capacidad de lectura distingue a los intérpretes notables, lo que a juicio de Don Juan de los Palostres, Ariacne Trujillo, creo posee de forma singular. Muestra de ello es la seriedad con que escogió su Programa, con notables complejidades técnicas, que cubrió el Primer Movimiento de la "Sonata #13" de Mozart, "Joropo" del venezolano Moisés Moleiro, dos preciosas composiciones suyas: "Moriscos" y "Guajira Barroca", cerrando con una trilogía homenaje a Lecuona: "Conga de Medianoche", "San Francisco El Grande" y "En 3x4"; logrando embelesar y que nuestro desvencijado piano resistiera esas caprichosas sacudidas que provocan los dones de Dios.

Joaquín Badajoz