julio-agosto.año3.No14.1996


BIOÉTICA

LA MANIPULACIÓN, EL HOMBRE Y LA MEDICINA

por Lázaro Gómez Piquero.

La palabra manipulación admite varios matices según el contexto. Puede indicar los logros mas beneficiosos de la habilidad y del poder humano sobre las cosas; pero también puede indicar el uso de los medios más degradantes e insidiosos para el envilecimiento de la vida y para sojuzgar a otros.

Manipular es una voz de origen latino, de manus, mano y pellere, empujar o plere, llenar. Puede significar tomar cosas en las manos o empujar las cosas en una dirección con las propias manos. De acuerdo al diccionario, manipular significa operar, hacer algo con las manos. Con cierta frecuencia lleva la palabra una connotación peyorativa, es decir, equivalente a servirse de malos medios, de artimañas, con deslealtad y especialmente con ventaja propia. Pero también tiene el sentido positivo de tratar u operar, con las manos o con medios mecánicos, con especial destreza. Significa también regir o gobernar negocios propios o ajenos. El significado y el uso de esta palabra depende en gran medida de la concepción del mundo del que la usa, por ejemplo estrechar la mano de un amigo es mentira si se hace con intención de manipularlo, de empujarlo en una dirección.

Ciertas formas de manipulación pueden ser parte de un cambio proyectado en orden a una mayor libertad de la humanidad. Pero la manipulación puede ser un medio de cambios arbitrarios proyectados por una minoría con vistas a explotar a sus semejantes y disminuir su libertad.

Todos estamos expuestos necesariamente a múltiples y variadas manipulaciones; pero la persona no debe ser nunca manipulada en su núcleo más íntimo ni debe ser sometida a manipulaciones espurias y taimadas que afecten el uso de la libertad. No debe ser tratado como objeto porque amenaza su libertad y dignidad .

En nuestro desarrollo espiritual, intelectual y social somos manipulados por normas, estructuras y realidades de la vida económica, por la educación, las relaciones sociales, la familia, los procesos sociales, las leyes, etc. La humanidad es manipulada por los mecanismos de la sociedad, lo que hace del hombre un ser manipulado.

La manipulación puede ser consciente o inconsciente, es decir que el sujeto y el objeto de la manipulación sean conscientes de que están manipulando o que son manipulados. Con frecuencia una parte del proceso consiste en ocultar hábilmente el intento manipulador bajo una capa de nobles motivos, de modo que la persona manipulada no se dé cuenta de que está siendo influido de forma negativa. El manipulador es más consciente de la acción manipuladora que de su propia situación de ser manipulado por múltiples condiciones. Los que son objeto de manipulación, Ej: las masas, los pobres, etc. se van dando cuenta de su situación gradualmente y tienden a superar su pasividad.

Para algunos, manipulación es nuevo término para decir pecado pero como tal, debido a su ambigüedad, no es el gran pecado. El mal está en rebasar los límites impuestos por la libertad y dignidad humanas.

El comienzo de la liberación, la lucha contra la manipulación opresiva y deshumanizante, debe partir de la revalorización de la persona, desde niño. El niño debe convertirse en un compañero, interlocutor. Debe estar presente la autoridad como punto decisivo en el trato con el niño que se está desarrollando; pero no se le debe tratar como a un objeto que se ha de manejar; sino como a un amigo que toma parte en el proceso de crecimiento, mediante un diálogo que permite una verdadera educación humana desde el seno familiar.

La mayor parte de los comportamientos humanos y de las decisiones económicas y políticas están condicionadas por la opinión pública de un país, siendo esta uno de los campos predilectos del manipulador. La prensa, la radio y la televisión son los medios más eficaces para influenciar la opinión pública. Estos pueden ser instrumentos eficientes para promover un diálogo genuino y de dimensiones mundiales, como también se puede con ellos reflejar la situación total de la sociedad y especialmente sus estructuras de poder. Estos medios de comunicación permiten a las masas participar en un amplio diálogo pero pueden convertirse en instrumento de manipulación de las mismas. En todos los tiempos han intentado las élites dominantes configurar las masas de acuerdo con sus objetivos y sus concepciones del mundo.

Los entretenimientos, la diversión y el pasatiempo son unos de los medios de manipulación mas eficaces, dado que la gente rara vez se da cuenta de que se le está comunicando una ideología, un modo de ver las cosas y la vida, o sugerencias acerca del comportamiento y del estilo de vida. Es difícil distinguir entre los medios de comunicación como instrumento de información y entretenimiento y como agentes de manipulación y adoctrinamiento. En la humanidad moderna, debido a la fuerte crisis social, al aislamiento de los hombres, a la pérdida de la capacidad de reflexión y meditación, se ha convertido a las personas en puntos muy vulnerables a la manipulación.

El mal de la manipulación degradante tiene su origen en la ambición del poder, en el deseo que tiene el hombre de dominar sobre los otros, de poseerlos y servirse de ellos.

Los padres toman no pocas decisiones que afectan al niño y, a veces, tienen que imponer su voluntad razonada a un niño que no entiende lo que decimos. Esto podría llamarse manipulación, pero no tiene el carácter de una manipulación degradante si forma parte de una relación dialogante entre los padres e hijos, en la cual se le reconoce a estos su propia dignidad y derecho a desarrollar una personalidad madura. Una educación liberadora se basa en un diálogo que permite en la medida de lo posible que los niños se expresen, hagan preguntas y reciban respuestas sinceras, para que desarrollen estos una razón crítica y aprendan gradualmente a discernir. El castigo impuesto sin explicación y sin un motivo claro es siempre manipulación en sentido negativo.

El centro de interés y el criterio final en la discusión sobre la manipulación es la libertad humana. El hombre debe ejercer su libertad en todo momento.

Pero fundamentalmente tiene cine altar la libertad: interna, de ser, de amar de ayudar. No debe permitir que nadie lo manipule en lo íntimo su conciencia, en su empeño de lograr relaciones personales, verdaderas y humanas.

Erich Fromm describe el crecimiento libre y antimanipulativo de la persona y de la comunidad humana así: "El bienestar es como la capacidad de ser creadores, de ser conscientes, de responder, de ser independientes y plenamente activos, y en virtud de todo ello, de ser unos con el mundo. Interesarse por ser y no por tener, experimentar gozo en el acto mismo de amar y considerar el AMOR creativamente como el único sentido de la vida».

Creo que cuando reine el amor y la paz en el mundo, entonces la manipulación degradante llegará a su fin.

El hombre es más que un usuario, un consumidor, un manipulador del mundo; es un artista que crece en conciencia y en dignidad transformando al mundo, con tal que él mismo cifre su más alta creatividad en el respeto y la reverencia mutua en todas sus relaciones humanas. Cuando las relaciones son verdaderas y sanas hacen del mundo la patria del hombre. Si el hombre no desarrolla la libertad creadora en todas sus dimensiones, entonces será el autodestructor de sí mismo.

Si el hombre crece y se desarrolla en libertad, amando al mundo que lo rodea, transformándolo en común libertad, se hacen más profundas sus relaciones con el prójimo. Sin embargo, el hombre debe poner empeño en no confundir las personas y las cosas. Tratará de tomar las cosas en sus manos, de sometérselas; pero frente a otra persona deberá sentir sumo respeto a su libertad.

En el hombre la palabra LIBERTAD es la clave para distinguir las manipulaciones admisibles de las inadmisibles. La libertad está encerrada en cada persona como un germen, un talento o potencialidad que no se puede conservar ni se desarrolla. Debe aprenderse y practicarse. Es un logro de la civilización. Si deseamos personas libres, tenemos que educar a los niños en la apreciación de la libertad y en el arte de crecer en libertad.

El crecimiento en la libertad y en la capacidad de discriminación entre lo que es libertad auténtica y lo que es su remedo, es el máximo logro de la humanidad. No podemos evaluar justamente y promover nuestra libertad sin interesarnos de la misma forma por la liberación de todos; es asunto que se resuelve con la SOLIDARIDAD HUMANA, que no puede echar raíces en nuestro corazones sin pensar en los demás, y debe ir creciendo en el mundo que nos rodea, como una inversión progresiva.

La historia de cada persona y de la humanidad entera es una lucha entre los poderes del pecado y de la manipulación, y las fuerzas de la libertad y del amor. El pecado es la principal amenaza para nuestra libertad y la manipulación es pecado donde quiera que innecesariamente o injustamente ponga en peligro nuestra libertad. Las manipulaciones que disminuyen la idea que la persona tiene de sí, su conciencia y su inserción activa en la historia de la libertad, son pecados que, de una manera muy especial, van dirigidos contra la liberación humana y contra la capacidad de la persona de crecer en libertad.

Otro de los campos de acción de la manipulación es la medicina; toda terapia ante una patología es una manipulación, por tanto es preciso tener en cuenta hasta qué punto es admisible, y cuando es inadmisible.

Para la evaluación ética de una intervención manipulativa tenemos que plantear las cuestiones decisivas: ¿Cuál es el sentido y la naturaleza de la vida humana?

¿Qué es la salud humana? ¿Qué es la terapia?

¿Cuales son sus objetivos?

En la actualidad la profesión médica no se limita a curar los achaques y dolencias de la persona individual; se extiende también a la prevención de las enfermedades y a la creación de las mejores condiciones posibles para la salud de la comunidad humana. Cuando pensamos en la manipulación, en la práctica médica se deben tener presente las perspectivas de la medicina preventiva y la responsabilidad social del médico en la comunidad.

El médico debe preocuparse especialmente por la dignidad humana, la suya y la de su paciente. Con frecuencia tiene que atender pacientes que han perdido el uso de la libertad y la capacidad de comportarse con dignidad, Ej. el alcohólico. Sin embargo debe tratarlo como persona. Y así lo hará si lo que intenta restablecer en los pacientes el sentido de su dignidad y libertad personal. Cuanto más se haga cargo el paciente de que el médico lo respeta y cree en su dignidad, tanto más podrá cooperar con el tratamiento impuesto por el galeno.

La experimentación médica con seres humanos tiene siempre elementos de manipulación funcional, pero no es necesariamente una manipulación de la persona. Los primeros trasplantes de órganos en seres humanos, incluso casos como el de una madre que da un riñón para salvar la vida de su hijo, fueron un fuerte choque para la sensibilidad de mucha gente. Algunos hablaron de mutilación y condenaron en bloque tal procedimiento, como manipulación escandalosa. Hoy se juzga de una forma totalmente diferente. Desde luego, el hecho de dar un riñón o algún otro órgano para la salud de otra persona implica manipulación. Sin embargo, las personas que lo hacen con libre consentimiento y pleno consentimiento de los respectivos riesgos, ejercen un alto grado de libertad y promueven la dignidad de las relaciones humanas. En este caso no se trata de una manipulación de la persona.

Los médicos y personal dedicado a la investigación, tienen en la mente el servicio prestado a la salud de la humanidad; pero tienen que discernir con prudencia el riesgo posible y el provecho que espera a otra persona. La cuestión principal y decisiva es que la experimentación se acepte con plena libertad y con la perspectiva de contribuir al desarrollo de la libertad y de la dignidad de la persona.

Un médico, por buena que sea su intención, no debe usar nunca al paciente como medio sin su consentimiento. Es inmoral denegar o suspender un tratamiento médico necesario para hacer comparaciones de control. Si hay necesidad de hacer comparación entre la eficacia de un nuevo procedimiento y la de otro antiguo, el grupo de control ha de recibir un tratamiento standard o convencional, pero no privarlo de toda terapia.

La salud y la terapia humanas dependen de la realización de todo acto profesional sin dañar la libertad y la dignidad de la persona tanto del paciente como del médico. El galeno mientras cura algunas funciones, no puede perder de vista el concepto de la salud total y el máximo de autonomía como finalidad de la terapia. El galeno que persigue esta meta, forma una alianza de fidelidad y respeto mutuo con el paciente. Ninguno debe tratar de manipular a otro. El paciente no debe solicitar del doctor algo que él sabe que el doctor no puede hacer de acuerdo con su conciencia. Y el doctor no debería tomar una decisión por el paciente, si este puede tomarla por sí mismo. El doctor debe dar al paciente y a la familia toda información necesaria para que cooperen como socios con el tratamiento requerido.

 

Ejemplo:

Un paciente sufre de una enfermedad de Huntigton ¿Debería ser informado de este hecho y de su alcance, a saber que entre los 30 y 40 años de edad, una enfermedad genética tendrá efectos desastrosos?

Ante un caso concreto como este, un individualismo y cierto paternalismo del médico, este podrá decidir: No, el paciente no debe vivir con miedo y preocupado. Pero la conciencia y el respeto a la persona piden enérgicamente que el paciente sea informado de la enfermedad que sufre y las perspectivas que ofrece su vida. Si la información se da con toda sinceridad el paciente y familiares no temerán ser decepcionados, y el paciente podrá adoptar importantes decisiones para el futuro como son el matrimonio y la procreación. Sin embargo no se debe dar tal información en todos los casos, se debe primero explorar si el paciente tiene la capacidad y voluntad de aceptarla y de afrontarla.

La relación médico y paciente es un «arte» y presupone que el médico confía en las propias potencialidades del paciente. Tanto para el uno como para el otro es liberador el procedimiento de informar cuidadosamente al paciente con verdad y respeto.

La profesión médica tiene alta responsabilidad en contrarrestar los peligros de la manipulación degradante, tanto al paciente, como la manipulación impositiva a los profesionales de la salud. En muchas ocasiones los médicos son víctimas de una manipulación extrema, bien por entidades u organizaciones médicas o industrias farmacéuticas, y en situaciones que respondan a intereses políticos de la clase dominante.

El poder curativo del médico está vinculado a su capacidad de diálogo, por tanto él debe buscar los mejores medios de comunicación y de diálogo con el público. El pueblo tiene necesidad de saber que se puede confiar en los médicos: que están consagrados y quieren cooperar al máximo de una forma respetuosa y responsable pero que a su vez, estos sean respetados y considerados por el pueblo y por los responsables de la sociedad. Cuando existe una relación de correspondencia, respeto y consideración, la relación médicopaciente es un éxito y se produce una verdadera relación humana de amor, libertad y dignidad.

Los médicos liberan en los hospitales la batalla contra la muerte. Esto es justo y necesario. Sin embargo llega el momento en que la batalla ha terminado. En muchos casos el doctor, o incluso la enfermera, pueden asegurar con certeza que la terapia es ya inútil. Entonces no debería haber simulación alguna de terapia, no por los gastos del tratamiento, sino por el respeto al moribundo y el cuidado solicitado por él. Es una horrenda manipulación que, en lugar de prestar un cuidado y solicitud amorosa y de ayudar al máximo en este momento decisivo, se practique toda clase de manipulación y nada más.

Un cuidado amoroso al moribundo es una de las supremas manifestaciones de nuestro respeto a la persona humana y de nuestra sincera unión con ella.

Engañar a una persona que está en trance de muerte es tratarlo como un objeto, es una manipulación máxima donde se priva al moribundo de su acto más decisivo de libertad. El tratamiento y cuidado de una persona cuando se acerca a la muerte reclama la forma más amorosa y reciente de comunicación con él.

Si una persona ha perdido la conciencia y no hay esperanza de que la recobre, la historia de la libertad de esta persona en la tierra ha llegado ya a su fin. Una cosa es dar tratamiento médico y prolongar la vida- pero otra es prolongar el proceso de agonía.

La supresión de un tratamiento manipulativo que no tiene sentido para la curación sino para la prolongación de un proceso agónico se llama a veces «EUTANASIA PASIVA» o «EUTANASIA NEGATIVA». Pero esto no tiene que ver con el matar por compasión o «EUTANASIA».

La reanimación es un medio heroico de terapia, que no debería usarse si no hay esperanza razonable de devolverle a la persona la conciencia y la actividad mental normal.

Se puede administrar analgésicos a un paciente en su último estadío, aún cuando se prevea que con ellos se puede disminuir en alguna manera la expectativa de vida. En cambio, no se pueden dar analgésicos y narcóticos con la intención de que acabe antes la vida del paciente. Todo procedimiento con el fin de abreviar la vida se llama «EUTANASIA POSITIVA 0 ACTIVA», una de las formas nocivas de la manipulación del hombre; aunque otros la justifican y la planifican como una obra de misericordia porque no justifican prolongar la vida del que rehusa el doloroso paso de la enfermedad y la muerte.

Un buen razonamiento social y legal se opone a cualquier tolerancia de la eutanasia porque la persona anciana, achacosa y moribunda, se merece los mejores cuidados posibles y la mayor prueba de amor y respeto.

Existen otros campos de la medicina donde la manipulación llega a magnitudes degradantes, como son las «drogas», Ej.: actualmente la mitad de la población en los Estados Unidos usa drogas nootrópicas, y el 70% las usa con frecuencia. Alrededor de la mitad de los casi cuatro billones de recetas de drogas psicotrópicas presentadas anualmente por los norteamericanos son específicamente contra la ansiedad. Este abuso y manipulación del hombre mediante la droga obedece a condiciones de «agudas crisis sociales», que tienen que ser solucionadas por los hombres y no por las drogas. La tendencia a prescribir drogas para usos sociales más bien que médicos, se va propagando en la población moderna y haciéndose más considerable. «Las enfermedades sociales no se eliminan con las drogas», estas no son más que poderosas armas manipulativas porque alivian la soledad, disminuyen la ansiedad, modifican el estado anímico, elevan el rendimiento. El control del comportamiento humano mediante las drogas significa una manipulación «diabólica» del cerebro humano, lo que produce a largo plazo una manipulación de la libertad del individuo.

La cirugía cerebral opsicocirugía es otra de las formas de manipulación en la medicina actual. En los últimos 30 años se ha usado frecuentemente con la intención de destruir una parte del cerebro para modificar el comportamiento humano. Esta se usa cuando el comportamiento de una persona se desvía radicalmente de las normas aceptables de la sociedad. Los resultados son formidables, cambia el temperamento y el carácter de la persona.

La estimulación de diferentes partes del cerebro mediante electrodos, la introducción de electrodos en las partes más sensibles del cerebro es otra de las formas de manipulación médica de la actividad mental del ser humano.

Todo médico investigador altamente calificado debe sentirse comprometido con el bien común de todos los hombres, con los que viven actualmente y con los que han de venir después de nosotros. Por tanto, debe respetar la herencia más preciosa de la humanidad, la libertad y la dignidad de cada persona en particular.

«El individuo se halla indefenso frente a la manifestación directa del cerebro, por el hecho de verse desposeído de los más íntimos mecanismos de reacción».

El lavado de cerebros con métodos combinados «neurobiología» puede contribuir a incrementar el poder terapéutico de la humanidad; pero también se puede abusar de ellos en un esfuerzo combinado, puede convertirse en un instrumento poderoso en manos de aquellos que tratan de manipular o reducir la libertad del hombre.

Podemos citar otros ejemplos de la manipulación médica como:

- cirugía genética.

- ingeniería genética.

- reproducción artificial humana.

- inseminación homólogo con el esperma de donante anónimo (AID).

- inseminación homóloga con el esperma del marido (AID).

- fecundación in vitro.

- sexo adoptivo.

Todo médico debe tener presente ante cualquier terapia a seguir, la libertad y dignidad humanas para no caer en una manipulación degradante del comportamiento humano. Tratar de crear estructuras sociales que conduzcan a una mayor libertad y fidelidad, a la justicia, al «amor», al diálogo y al respeto mutuo, a la solidaridad en la búsqueda de la verdad, de la sinceridad de la credibilidad en toda relación humana. El galeno debe obrar con libertad, sin violencia en apoyo de la justicia y la paz. Reunir la esperanza de los hombres la confianza el humor, la libertad religiosa, la libertad de consciencia, la libertad para amar su propia vida y para morir su propia muerte.

«Si las gentes, renuncian al deseo dominar sobre los otros, entonces podrán unirse con todos cuantos fieles a su conciencia, buscan sinceramente la verdad y soluciones verdaderas a los problemas que surgen en la sociedad» .

BIBLIOGRAFÍA.

 

1.-Heinz Otto Luthe: ¿Que se entiende por manipulación «Concilium 65 «1975. pág. 172.

2.-B.F.Sknnier: "Más allá de la libertad y la dignidad» N. York 1971.pág. 204

3.-Erich Fromm: "Anatomía de la destructividad humana XXI 1975.

4.-Herbert Marcuse: "El hombre unidimensional. Seix y Barral Barcelona 1969.

5.-Thomas M. Garreit: "Manipulación y medios de comunicación social» Concilium 65 1978 pág. 218-22.

6.-F. Ferrero Manipulación Perpetuo Socorro» Madrid 1973 pág. 99.

7.-F. Bockle: El experimento en la investigación clínica» Concilium 65 pág. 241 1971

8.-Bernhara Haring:» Ética de la manipulación» Barcelona Editorial Herder 1985.

9.-Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el actual» N 16.