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julio-agosto.año3.No14.1996 |
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ECOLOGÍA |
RESCATE ECOLÓGICO: REALIDAD O UTOPÍA por Roberto Pérez del Llano. |
El hombre, en su afán de desarrollo, comenzó a transformar el medio que lo rodea sin pensar, quizás , que un día esos cambios podrían devolverle efectos negativos y muy dañinos para la salud. Desde hace algunos años el hombre ha comenzado a preocuparse por salvaguardar la Ecología del medio al que tanto daño le hizo y aún le hace. ¿Qué es la Ecología? ¿Una ética y una acción con vistas a salvar animales y plantas, un movimiento de impugnación crítica contra la energía nuclear y la contaminación, un sentimiento neoromántico de vuelta a la naturaleza, una disciplina científica derivada de la biología, o un poco de todo ello? La Ecología es la ciencia que estudia las relaciones entre un organismo dado y su medio ambiente; es el estudio de cómo la naturaleza es la constructora de diferentes estructuras o piezas (vivas o muertas) y cómo estas piezas en conjunto forman un sistema funcional, y es también el estudio de cómo las interrelaciones naturales de este sistema funcional pueden ser perturbadas por factores no naturales. Si echamos una mirada a la historia ya entre los romanos aparecen elementos de principios ecológicos en la obra del filósofo Lucrecio, del poeta Virgilio, del agrónomo Columela, pero también los hallamos en todas las civilizaciones de la antigüedad; el mismo hombre de las cavernas para poder sobrevivir al clima a que estaba sometido y cazar el reno o el mamut tenía que dar muestras de un sentido ecológico mucho más desarrollado que el de los ecólogos actuales. A comienzo del siglo pasado la ecología era aún un estudio descriptivo de la naturaleza y no es hasta principios de este siglo que surge la ecología de las comunidades; alrededor de los años 50 se planteó que la ecología se dispersaba en demasiadas direcciones heterogéneas y sobre todo le faltaba una unidad de estudio como el tejido para la Histología, el órgano para la Fisiología, o la célula para la Citología, es por ello que surge el término Ecosistema, que se define como una unidad circunscrita en el espacio y en el tiempo que incluye no sólo todos los organismos que en ella habitan, sino también las condiciones físicas del clima y del suelo, así como todas las interacciones entre sí. Los problemas del medio interesan de manera diversa a todos los países del mundo, además de existir problemas que van más allá de fronteras políticas y geográficas, tales corno: las modificaciones de la capa de ozono, la concentración de gas carbónico, la contaminación de los océanos, la atmósfera, el ritmo de la naturaleza, etc. La vida sólo es posible en una delicada capa del planeta, en tierras emergidas y un poco más profunda en los océanos, a la que llamamos Biósfera, término que indica el objeto último de la Ecología. Por ser sobre la Biósfera que el hombre desempeña un importante papel y que le incumbe su evolución total, debería constituir la principal de nuestras prioridades. En los momentos actuales, al hablar de Ecología, tenemos que pensar en "el hombre en la biósfera", por lo que se plantea anteriormente. Cabe abrigar grandes esperanzas en el porvenir de esta ciencia si logramos dejar a un lado las generalizaciones y la ingenuidad sin perder el rigor científico, actuar en lugar de conformarse con predicar, aprender mediante la acción; no a la contaminación, no a la desforestación, no al desarrollo industrial desenfrenado, no a la agricultura invasiva; para ser la ciencia de las soluciones alternativas, concretas y realistas en materia de desarrollo. Es un reto y una prioridad, no sólo para el hombre sino también para los gobernantes y las organizaciones internacionales, llevar a cabo esta tarea y así evitar que sigamos destruyendo consciente o inconscientemente el medio que nos rodea, que es parte inseparable de la naturaleza humana; a todos nos corresponde brindar y disponer todos los recursos para salvarlo. En los tiempos actuales la situación ecológica se caracteriza fundamentalmente por: Los recursos materiales del planeta no son ilimitados y si no se les utiliza racionalmente pronto serán agotados. Las posibilidades de la biósfera para asimilar los resultados de las formas actuales de la actividad humana están próximas a agotarse, si no se toman medidas de carácter internacional. Se imponen modificaciones determinadas en el carácter de la actividad humana y de su organización para evitar una catástrofe a la biósfera. Al finalizar, quisiera dejar algunas interrogantes para nuestra reflexión: ¿Es verdad que la contaminación es inseparable del progreso? ¿Tiene de verdad que avenirse el hombre a beber agua contaminada, a respirar humos nocivos y soportar ruidos ensordecedores a cambio del bienestar material? ¿No será posible extender a la humanidad entera las ventajas materiales de la industrialización sin poner en peligro la salud y sin despilfarrar el patrimonio ecológico de la especie humana?
REFLEXIONEMOS Referencia Bibliográfica. Salud Mundial. Mayo, 1972. (Revista). Correo de la UNESCO. Abril, 1981. Novik, L.V. (1982) Sociedad y Naturaleza. Ed. Progreso. |