marzo-abril.año2.No.12.1996


MEMORIA

CULTURAL

LA RADIO EN PINAR DEL RÍO

por Adalberto Cabrera Espinosa.

 

Reza un viejo adagio que: "recordar, es volver a vivir". Continuemos evocando a aquellos que con gran desinterés, enamorados de la labor que realizaban, en inhóspito ambiente, sin perspectivas en el futuro, tuvieron fe, creyeron, trabajaron, lucharon y no fueron pocos los que lograron hacer y convencer, triunfar.

Así fue entonces. Finales de la década del 30, en aquel tranquilo Pinar del Río de aquella época un grupo de jóvenes se reunían en el local de una emisora del patio de escasos watts de potencia, que pasadas las siete de la noche apenas se escuchaba en términos limítrofes, llenaban la programación nocturna con recursos muy limitados, un piano bastante deficiente, un tanto desafinado, un escenario o estudio sin calidad alguna para transmisiones, micrófonos de esos tiempos y en ese medio sacar al aire audiciones que interesaran a los oyentes, logros que se obtuvieron por la perseverancia y el tesón de sus mantenedores, sin recompensación alguna, pues muy pocos anunciantes vislumbraron el futuro de la incipiente industria radial, escasas menciones, pocas y mal retribuidas.

Eran tiempos del surgimiento de nuestra primera emisora, la CMAB fundada años antes por el entusiasta Francisco Martínez Bretau-Panchito y con unos estudios carentes de toda técnica y un débil equipo transmisor, instalados en dos habitaciones del entonces hotel Ricardo, -hoy Vueltabajo, en Martí y Manuel Landa hoy Rafael Morales y González.

Fueron sus primeros locutores Raúl Lamar del Llano, Salvador Hernández, Ramón María Bellón, Ramón Hernández Tatán y otros pocos entusiastas impulsadores de la incipiente industria.

Del citado lugar, y en manos de otro permisionario, la referida emisora fue trasladada para el local que ocupa el teatro "Martí" Maceo y Rosario hoy Ormani Arenado, Bajos de la respetable logia "Solano Ramos".

Un valioso grupo tenía a dicha emisora como punto de reunión, allí cada día se intercambiaban opiniones, criterios, siempre presididos por un gran entusiasmo, de ello da fe la foto. De pie y de izquierda a derecha se puede identificar a Charles Borrego, Erasmo Cabrera Montejo, Raúl Eguren, Aldo Carrazana, Andréz Días Cañals, -Cuco- Carlos Miguel Naya Duarte, Armando M. García Otero, Nicasio Hernández Armas, Tony Chiroldi, Raúl Delgado Baguer, Edmundo Alemany Poch, Emilio Seoane y Gustavo Correa -técnicos, Manuel Perdomo Cruz, Pedro Gil Guerra, Pedro Junco Redondas, Tite Rendón y Carlos Malo Rendón. Sentados Fernando Behety de las Casas, Iluminada Herrera, María Matilde Alea Fernández, Migdalia Fonte, Aurelio Piñeiro Martos, Aida Hermida, Epifania Batista y la otra joven a quien no hemos podido identificar.

Muchos de ellos se consagraron en sus respectivas especialidades, ya como cantantes, compositores, interpretes, actores, periodistas, etc. Otros con posterioridad continuaron la senda emprendido, impusieron su clase , han ocupado planos estelares nacional o internacionalmente , tal es el caso de Julito Capote, Tino Acosta, Arquímedes Rivero, consagrados actores de la TV venezolana, y de la radio de dicho hermano país, Aldo Carrazana que durante muchos años fue pianista acompañante del cantante Lucho Gatica, Tony Chiroldy, Pedrito junco y otros muchos que descollaron como periodistas, así como los que continuaron con idénticos entusiasmos y que prosiguieron el auge y la preferencia de la radio provincial como Moisés González Castañet, Manolo Herrera, Don Alfonso Celorio Cobos Anselmo Arias Chemín- Luis Mujica Díaz, Pedro Jorge Díaz, Juanito Rodríguez Mederos, Segundo Pérez Carrillo, Melchor Acosta Angulo, Blanca Rosa Piñero, Arturo Buliés Caraballo Joseito Escobar Delgado, Pedro Sosa Cabrera, Oscar Piñeiro Martos, Pedro Calleja Rivera, Ramón D. Rodríguez -Corona- Mateo A. Tabares Díaz, José Plasencia -Pepe- Nelson Morgan, los trovadores Carlos Mitidieri, Juan Reyes, y en otras facetas el poeta y escritor Germán Escobar, Llia Echevarría, Dalia Calleja, Cuquita Pérez Castañeda, Josefina Martínez Otaño -actriz y escritora, el pianista y operador de audio Pedrito Ruiz González, Carlos López Calleja, quien junto a otros entusiastas del teatro programaban funciones periodísticas; Victor Sarfatí y Ronquillo, Mario Carmona, -locutor sanjuanero, Enrique Daussá, Alejandro Aguilar, los técnicos Delfín Jiménez, Pepe Herrera, Eliezer Valdés, Santiago Otero, Francisco Blanco, Luis Sarmiento, Rafael Suárez, Carlos Suárez, Carlos Herrera, Jaime Almirall, Jesús Benítez -hoy destacado locutor, Maruca Porbén; los repentistas con sus décimas llenaron muy escuchados espacios entre los que recordamos a Pedro Delgado Mena -Macagüero, José Pérez Grela, Miguelito Cires, Marcelo Tabares, Abilio Guerra, Félix Díaz, Celia Martínez, Caridad Soto, Benito Hernández Cabrera -El Viñalero, Felipe Pérez, Máximo Acosta, Ramón Cordero, Sixto León, Jorge Ramírez, El Indio del Yumurí, desprendidos cultores que con sus creaciones y espinelas complacían a los oyentes y matizaban las frecuencias radiales, sin olvidar a Humberto Rico, Orteguita, Matias González y su laúd, Angelo Díaz -el sanluiseño-, que en distintos espacios, sin directores ni guionistas realizaban la proeza de mantener el interés y la audiencia, autodidácticamente, y llenaban el estudio de un público ávido de sus creaciones, cantos e improvisaciones.

Periodistas, músicos, locutores, actrices y actores, a veces sin efectos que complementaron su labor artística, operadores que hacían maravillas, sin discotecarios, telefonistas siempre prestas a complacer al oyente, pues los programas de discoteca se hacían según las peticiones formuladas, todos conforman una larga lista de valiosos trabajadores que hoy, unos jubilados, otros fallecidos, estuvieron siempre prestos a dar más y más hasta llenar audiciones que competían de tú por tú con cadenas nacionales y sus poderosos medios y patrocinadores.

Hoy, un valioso relevo, con diferentes recursos, con idénticos entusiasmos y propósitos continúan con esfuerzos muy loables la senda emprendida por aquellos que recordarnos, iniciadores de nuestra radio, trabajando cada día más y mejor, ganando lauros y premios muy merecidos, propósito digno de encomio, haciendo en cada jornada sus mejores esfuerzos. Para los iniciadores y para los continuadores, nuestro mejor recuerdo, nuestra admiración y respeto porque en radio solo triunfan los que tienen calidad y gusto, amor por lo que hacen, convencidos y convincentes de la nobleza, gusto y de la diaria superación, porque no hay nada más fácil que cambiar en el dial de frecuencia y escuchar otro programa. Esa gran familia que crece, recibe y contagia a todos los que ingresan en ese gran mundo del arte, que es... nuestra radio. Recuerdos para los que comenzaron, éxitos a los que continúan elevando cada día la calidad de los programas, llenando el cometido que tiene tan importante medio.